Falleció el actor Eduardo D’Angelo; Uruguay pierde un ícono del humor/ El País de Uruguay
Eduardo D’Angelo nació en Montevideo el 4 de
enero de 1939 y consagró su vida a la actuación, la imitación y el humor
en todas sus facetas.
Personajes como el Capitán Cañones y una actuación estelar en el célebre programa de humor Telecataplum, en los años 60 le valieron el reconocimiento popular, en ambas márgenes del Plata.
DÁngelo comenzó desde muy niño como imitador del actor argentino Luis Sandrini en el programa “La revista infantil” de radio Carve.
Su brillo en la radio lo llevó a la televisión, apenas fue inaugurada en Uruguay, a través de Canal 10. Fue así que en 1957 participó en el programa “Viejo Café del Centro”, de Carmelo Imperio.
Pero sin dudas el programa que lo hizo ganarse un lugar en el corazón y el recuerdo de los uruguayos fue Telecataplum, en Canal 12. El ciclo comenzó en el año 1962 y lo llevó a compartir escenas con otros grandes del espectáculo uruguayo como Ricardo Espalter, Raimundo Soto, Henny Trailes, Emilio Vidal y Berugo Carámbula, un grupo polifacético que hizo historia en la TV nacional.
Ese mismo grupo, y otros actores realizaron luego programas de éxito en varios países sudamericanos de la región como Argentina y Chile. Entre los programas de humor en los que participó están Decalegrón, Hupumorpo, Jaujarana, Comicolor e Híperhumor.
También incursionó en el espectáculo infantil junto a Julio Frade, haciendo los personajes del “Capitan Cañones” y “Siempre Listo”.
Personajes como el Capitán Cañones y una actuación estelar en el célebre programa de humor Telecataplum, en los años 60 le valieron el reconocimiento popular, en ambas márgenes del Plata.
DÁngelo comenzó desde muy niño como imitador del actor argentino Luis Sandrini en el programa “La revista infantil” de radio Carve.
Su brillo en la radio lo llevó a la televisión, apenas fue inaugurada en Uruguay, a través de Canal 10. Fue así que en 1957 participó en el programa “Viejo Café del Centro”, de Carmelo Imperio.
Pero sin dudas el programa que lo hizo ganarse un lugar en el corazón y el recuerdo de los uruguayos fue Telecataplum, en Canal 12. El ciclo comenzó en el año 1962 y lo llevó a compartir escenas con otros grandes del espectáculo uruguayo como Ricardo Espalter, Raimundo Soto, Henny Trailes, Emilio Vidal y Berugo Carámbula, un grupo polifacético que hizo historia en la TV nacional.
Ese mismo grupo, y otros actores realizaron luego programas de éxito en varios países sudamericanos de la región como Argentina y Chile. Entre los programas de humor en los que participó están Decalegrón, Hupumorpo, Jaujarana, Comicolor e Híperhumor.
También incursionó en el espectáculo infantil junto a Julio Frade, haciendo los personajes del “Capitan Cañones” y “Siempre Listo”.
Mensajes.
Sumamente triste por la pérdida de uno de nuestros
próceres del humor, Eduardo Dangelo, otro genio que vamos a extrañar,
escribió en su cuenta de Twitter Sebastián Almada, hijo de su ex
compañero Enrique Almada. Los mensajes de reconocimiento y
agradecimiento inundaron las redes sociales en minutos.
El velatorio del actor se llevó a cabo anoche en la
empresa Martinelli. El sepelio será a las 10:00 de la mañana de hoy
domingo en el Cementerio Norte.D’Angelo creó y realizó programas como “El hombre del doblaje”, “El show de las mil voces” (en radio), “Moviola 4”y “Matinée de barrio”. Además actuó en la película La eterna sonrisa de New Jersey, junto a Daniel Day-Lewis.
En la década de 1970 condujo “Frente a frente” por Canal 4, ciclo periodístico al estilo estadounidense, donde realizaba caricaturas de los televidentes que llamaban al programa.
Su capacidad para imitar voces de artistas de radio, televisión y cine, lo hicieron muy reconocido, como así también su veta de libretista.
Su última obra, estrenada este año en el teatro Stella, fue El mayordomo y la dama brillante.
La obra fue reconocida por la crítica como “una pieza de pura carpintería teatral”, que ofrecía “una cascada de situaciones disparatadas” que se originaban cuando una prestigiosa millonaria decidía festejar su cumpleaños en su elegante mansión con invitados de lujo.
Lógicamente, problemas imprevistos impedían la presencia de estos personajes tan singulares, y era allí donde el mayordomo (D’Angelo) tomaba la decisión de sustituirlos, representándolos uno por uno.
La obra pertenecía al propio artista, quien estaba acompañado tambié
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