Editorial de Cotarro en respuesta al dr. sanguinetti
El 4 de mayo de 2012 en “La Nación” de Buenos Aires, el
ex presidente refiere su punto de vista en relación al comercio regional.
Ocasionalmente suele publicar en ese diario proclive al pensamiento único de
los noventa como a la reafirmación del viejo espíritu oligárquico, oloroso a
estancia patricia y bosta.
Nos limitaremos para no cansar a los amigos de Cotarro
Oriental a transcribir algunos párrafos ilustrativos.(click en el título para leer nota completa)
“Ese
mercado común fue el resultado de un gran momento de la región, en aquellos
años 80 en que se revertía el mundo negro de las dictaduras, se recobraba la
libertad y el ideal integracionista reverdecía”
Debemos recordar a los más jóvenes que el partido
colorado fue en 1985 la prenda de transición y continuidad de la dictadura
cívico-militar. Ese año, J.M. Sanguinetti fue legalmente el presidente de los
uruguayos elegido en elecciones limpias. (El antecedente de elecciones sucias
data de 1971 cuando impidieron el triunfo de Wilson F. Aldunate del Partido
Blanco).
Aquellos años 80 fueron más tarde calificados como la
“década perdida” para los países latinoamericanos sometidos al feroz
endeudamiento externo.
“El 13 de
enero de 1999 todo cambió: Brasil, el mercado mayor, devaluó bruscamente su moneda,
las ecuaciones comerciales y la economía de los socios (del Mercosur) vivieron
un sacudón del cual nunca se repusieron verdaderamente”
Es un dato insoslayable, como que cada país tiene
soberanía para dictar su tipo de cambio, si devalúa o revalúa, si dolariza… según
la política de cada país en la defensa de sus intereses nacionales. No lo
menciona la nota, pero también Argentina devaluó en 2002, y ese fue uno de los
factores que favorecieron la política de restauración productiva con valor
agregado que impulsó el presidente Néstor Kirchner. Se importaron máquinas e insumos
industriales, se repatriaron científicos y expertos, por ejemplo.
“A partir
de allí se hirió el espíritu de la integración” y continúa: “Sin olvidar otros
aspectos fundamentales, como el entristecedor episodio del cierre del puente
General San Martín sobre el río Uruguay”
Mirado del lado argentino, en el año 2008, los
episodios de los piquetes en Gualeguaychú se inscribieron en una asonada
destituyente contra el gobierno, un conato de golpe de estado, promovido por
las sociedades ruralistas y otros aliados, como ocurrió en Honduras.
Lo que estaba en juego no era la integración regional,
ni los intereses de una fábrica de celulosa, o el prestigio de una presidente,
se jugaba el respeto a la vida en democracia, y nos llama la atención esa
omisión del ex presidente, tratándose de un hombre demócrata y republicano. Es
cierto, en una versión distinta y opuesta a otro uruguayo, también colorado, de
la talla de don José Batlle y Ordóñez.
Doctor, nos sorprende la estrechez de esa parte del
análisis pero lo comprendemos, tampoco lo entendieron dirigentes como Tabaré
Vázquez, Lacalle o Bordaberry hijo.
“Nuestro
país perdió 1000 empresas industriales, que no fueron competitivas con las del
vecindario y cerraron”
Se refiere a las políticas proteccionistas del
gobierno argentino, visto los efectos de la crisis económico-financiera
desatada en 2008/09, que asola desde entonces a los Estados Unidos y los países
europeos, principalmente.
Nuestra pregunta es ¿Doctor, de dónde sacó la
existencia y cierre de 1000 empresas industriales uruguayas? ¿No será que el
país arrastra desde hace décadas una estructura productiva perimida,
ineficiente, básicamente de origen agrario. Basta observar cuales son los
productos exportables.
Como uruguayos en Argentina, podríamos decir con cierto
dolor, que cuando se trató de reestructuraciones de la economía uruguaya, una
de las medidas fue propiciar la emigración y expulsar a los compatriotas al
extranjero, situación de la que nadie se hace cargo como problema.
“¿Qué se
puede hacer?” pregunta el Doctor y sigue: “El otro camino es lograr que los
socios (del Mercosur) le autoricen a una economía de mucho menos porte como la
uruguaya negociar “tratados de libre comercio” con otros Estados, como ha hecho
Chile pródigamente”
No parece que la sociedad chilena se haya beneficiado
del modelo económico, tildado de “milagro chileno” en los 80, sino ¿cómo se
entienden las protestas que sacuden al gobierno de Piñera? Después del fracaso
de veinte años de gobierno de la Concertación
Democrática…
¿Serán las empresas uruguayas más eficientes y
productivas con la firma de un TLC? Le recomendamos echar una mirada sobre la
realidad en México.
“En el
medio uruguayo el reclamo crece. Son los industriales, son los comerciantes,
son los transportistas, son los trabajadores. De algún modo todos empiezan a
estar afectados y necesitan reglas claras”
Absolutamente de acuerdo. Se necesitan políticas
acordes a la realidad uruguaya que supimos construir. Herencia de décadas de
desaciertos de las que usted Doctor es parte, con un agravante, los colorados y
sus aliados circunstanciales persisten en reivindicar las políticas noventistas
que han caído en todo el mundo globalizado. El espejo de las políticas de libre
mercado están a la vista: España, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal.
¿Para qué insistir con lo que sale mal? Salvo que
existan oscuros intereses particulares o sectoriales…
Para terminar, por ahora, citamos su nota en “La Nación” del 9 de febrero de
2011 titulada “Los peligros de falsificar el pasado”. Leemos:
“Desgraciadamente, hay demasiada gente empeñada en tergiversar la historia y
hasta, como va dicho, han llevado a la confusión nada menos que hasta a
presidentes”.
Esta fuera de contexto, pero vale, en esa oportunidad
el autor colorado y ex presidente filosofó sobre derechos humanos, democracia y
el pasado del presidente Mujica.
No hay caso chicos,ésta gente no tiene remedio. Por eso aprovecho y los felicito por haber ilustrado una nota donde opinaban politicos de partidos tradicionales, con simpaticas imagenes de gorilas.El blog está de mas.
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