EL INFORME MOSCONI DEMUESTRA QUE REPSOL UTILIZÓ A YPF PARA APALANCAR Y FINANCIAR SU ESTRATEGIA DE EXPANSIÓN MUNDIAL
El Informe, subido a la Web de Cancillería, expresa que la
estrategia internacional de Repsol se reflejó en YPF en un proceso de
sistemática desinversión en la Argentina. Priorizó el rápido retorno de
caja sobre la inversión, lo cual impactó negativamente en la producción.
El Informe Mosconi recopila los resultados
de la investigación llevada a cabo desde el 16 de abril de 2012 hasta
el 1 de junio de 2012 por el equipo de la Intervención de la empresa
YPF, a cargo del Interventor, Julio De Vido y el Sub-Interventor, Axel Kicillof y fue subido hoy a la Página de Internet de la Cancillería argentina para su difusión internacional.
Entre las Principales Conclusiones expresa que el informe
demuestra que el grupo Repsol efectivamente utilizó a YPF para
apalancar y financiar su estrategia de expansión a escala mundial,
depredando los recursos hidrocarburíferos argentinos con una visión
corto-placista que priorizó el giro de dividendos a su casa matriz por
sobre las actividades de exploración y explotación propias de las
mejores prácticas del negocio petrolero.
Además, esta estrategia se vio
profundizada cuando a partir del año 2003 el país comenzó a recorrer un
sendero de reindustrialización y crecimiento acelerado para el cual el
petróleo volvió a ser un recurso estratégico esencial, y su precio, un
elemento central para la economía, por tratarse de un resorte de la
competitividad sistémica del país.
La desvinculación de la evolución de los
precios internos de los hidrocarburos de su paridad a nivel
internacional llevó, bajo la conducción de Repsol, en un contexto de
precios mundiales crecientes, al paulatino abandono de las actividades
de exploración y explotación por parte de YPF.
La estrategia internacional de Repsol se
reflejó en YPF en un proceso de sistemática desinversión en Argentina
con el objetivo explícito de “bajar su exposición al riesgo en este
país”. Sin embargo, por la confluencia de un ciclo alcista de los
precios internacionales y la aparición de nuevas tecnologías, se tornó
rentable la explotación de los llamados “recursos no convencionales”
presentes en el yacimiento denominado “Vaca Muerta”.
Ante este escenario, en lugar de apuntar a
la mejora de su performance en términos de producción, el Grupo Repsol
comenzó a “delinear” el yacimiento de Vaca Muerta, con el objetivo de
cuantificar el potencial del yacimiento para posteriormente desprenderse
de él ya sea a través de la venta o la sub-concesión. Esta nueva
estrategia por parte Repsol exacerbó la desinversión en materia de
recursos convencionales, puesto que los recursos financieros que se
volcaron hacia el país estuvieron destinados en buena medida a examinar
los recursos no convencionales que pretendían colocar a terceros.
Pone de relieve que la información
recopilada en el informe demuestra que Repsol priorizó el rápido retorno
de caja sobre la inversión, en desmedro de maximizar la recuperación
final de los activos y su valor. Esto queda evidenciado por la baja
inversión en exploración, el retraso de las inversiones en secundaria
frente a la primaria, y la falta de mantenimiento e inversiones en
instalaciones de superficie. Estos factores impactaron negativamente en
el perfil de producción de gas y petróleo y en el volumen de reservas.
Al mismo tiempo, priorizo la monetización de reservas en activos ajenos a
YPF ubicados fuera del país (importación de gas de Bolivia y GNL
principalmente) en desmedro del desarrollo de la oferta de local de gas
natural.
En el mismo sentido, Repsol no llevó
adelante un plan adecuado de gestión ambiental, con una sub-ejecución
sistemática de los compromisos asumidos con la autoridad de aplicación.
Desde el comienzo de su gestión, el grupo realizó un plan de vaciamiento
de los activos internacionales de la compañía, tomando posesión de la
mayoría de ellos y quitándole a YPF la proyección internacional que
había logrado en la gestión anterior. A su vez, el monto de los
dividendos percibidos por Repsol más el valor de los activos
internacionales transferidos, claramente supera el valor pagado por YPF.
En síntesis, con su accionar Repsol
priorizó el retorno de caja, desarticulando el portafolio de activos de
YPF para posicionarse mejor en el resto del mundo. En el camino, no
siguió las buenas prácticas de la industria y no acompañó el crecimiento
de la economía del país.
La adquisición de YPF por parte de Repsol
en 1999 implicó el desperdicio de una oportunidad histórica para
consolidar a la principal empresa nacional productora de hidrocarburos
como una compañía líder a nivel internacional.
La venta de sus activos externos de
carácter estratégico y el continuo proceso de desinversión por parte de
Repsol se tradujeron en una progresiva pérdida de mercados, así como
también en una reducción de la producción y de las reservas,
comprometiendo sensiblemente el autoabastecimiento energético del país.
En este sentido, la declaración de interés
público nacional de la explotación, la industrialización, trasporte, y
comercialización de hidrocarburos, así como la recuperación del control
de la principal empresa petrolera de nuestro país, a través de la
sanción de la Ley N° 26741, es el primer paso para avanzar en la
recuperación del autoabastecimiento energético y para volver a colocar a
YPF entre las compañías líderes a nivel mundial.
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