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Seminario sobre Brasil y la región
La senadora Constanza Moreira afirmó a Montevideo Portal que
“Uruguay Brasil y Argentina necesitan pensar en una clave compartida con
los socios el rol emergente de China, como inversor en la región y como
comprador de comodities porque el rol de China tan intenso en estos
últimos años ha determinado que en Brasil se está asistiendo a una
cierta fragilización de su sector industrial, en el área textil desde
hace tiempo, que llevan a que hoy por hoy el gobierno de Dilma esté
fuertemente concentrado en generar estímulos a la producción interna,
que de alguna manera atenúen los efectos de la desindustrialización
brasileña como resultado de la competencia china. Tenemos inversiones
chinas, tenemos compradores chinos, todo eso está muy bien pero la
región debe tomar recuados para que eso no redunde en una
reprimarización de economías que, además en esta última década se
estaban reindustrializando, ese es un poco el tema del seminario”.
Consultada por la política exterior de Uruguay en un eventual tercer
gobierno del Frente Amplio, Moreira señaló que el país “debe seguir
reclamando institucionalidad, debe seguir reclamando reglas, debemos
seguir cooperando y buscando la complementariedad con los vecinos,
debemos desarrollar una plataforma inteligente con los vecinos, como
estos son y no como se ajustan a nuestros deseos. El Uruguay tiene que
ajustar su prospectiva país a este rol emergente de China y a este
decaimiento de la presencia de Estados Unidos en la región”.
“Se puede hacer mucho y la afinidad ideológica de los países ayuda,
lo de Lugo con Lula por Itaipú, solo se concibe en estos términos, un
presidente que quiere negociar esto y un presidente brasileño que acepta
comprar un conflicto doméstico para favorecer a un país vecino, la
política y la ideología ayudan y mucho a todo esto”, afirmó en
referencia al acuerdo en el precio de venta de energía eléctrica entre
Paraguay y Brasil.
Las declaraciones fueron realizadas durante un seminario sobre el relacionamiento entre Brasil y la región donde se presentó el libro Miradas Cruzadas, en el que se habla sobre el papel de liderazgo de Brasil en la región.
Durante la presentación el uruguayo Bernardo Sorj señaló que después
de la guerra fría, nos encontramos en un mundo mucho más complejo,
diversificado y con países más autónomos, destacando que para pensar en
América Latina es necesario entender su diversidad y no pensar que
todos los países son iguales.
Uno de los puntos que plantea la publicación es en qué medida Brasil
está dispuesto a ejercer un papel de liderazgo en la región.
Sorj criticó el papel protagónico de los presidentes en la UNASUR,
señalando que para generar integraciones genuinas es necesario construir
instituciones sólidas, agregando que en los últimos diez años hubo
“mucho discurso integracionista” pero procesos de integración “muy
limitados”.
Por su parte, Sergio Fausto, del Instituto Fernando Henrique Cardoso,
afirmó que al inicio del siglo XX Brasil tenía un interés en la región
bastante limitado a evitar que se formara una alianza en su contra.
“Brasil ve a la región de la perspectiva de sus propios intereses”,
señaló, agregando que uno de ellos es no permitir que Estados Unidos
tenga un papel protagónico en lo que hace a la seguridad de la región.
En tanto, el sociólogo Pedro da Motta Veiga aseguró que en 20 años el
peso de la región en el comercio exterior brasileño casi no ha variado.
“En 20 años no ha pasado nada”, enfatizó Da Motta en varias
oportunidades.
Para da Motta uno de las explicaciones de esta situación es –además
del papel emergente de China y el crecimiento del vínculo comercial con
Asia y las políticas de protección de la industria brasileña- es la idea
de que el proyecto nacional de Brasil es el crecimiento de su
industria.
Da Motta advirtió que este pensamiento tiene más de 50 años y
atraviesa todo el espectro político brasileño, teniendo una política
exterior cuyo objetivo es asegurar a Brasil espacios para el crecimiento
de su industria.
“Brasil sigue siendo una de las economías más cerradas del mundo”,
afirmó, señalando que la actual crisis que vive el sector, además de las
dificultades de vender productos con valor agregado más allá de la
región obligan al país a repensar sus políticas. “Todo lo que ha hecho
Brasil para proteger su industria ha tenido un efecto boomerang sobre la
industria”, añadió.
Montevideo Portal
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