Los uruguayos ultrarricos
120 PERSONAS ACUMULAN UNA FORTUNA DE 17 MIL MILLONES DE DÓLARES /Caras y Caretas, por Leandro Grille.
El pasado lunes, en su columna en el portal
Uypress, el vicepresidente Danilo Astori advirtió sobre la dimensión que
ha cobrado la desigualdad en el mundo, a partir de los datos
recientemente revelados por el índice de billonarios de la Agencia
Bloomberg, que registra a las trescientas personas más ricas del
planeta, su patrimonio actual y el crecimiento que ha experimentado
dicho patrimonio en el último año.
Los números son escandalosos. Los hombres y
mujeres (fundamentalmente hombres) más ricos de la Tierra aumentaron su
riqueza en 524 mil millones de dólares en el año 2013. Si alguien se
toma el trabajo de ir al sitio del índice (http://www.bloomberg.com/billionaires)
puede seguir hasta cómo evolucionan las fortunas por día, y luego
discriminar a los billonarios por diferentes criterios: edad, género,
origen de la fortuna –si es heredada o forjada por ellos mismos–, rama de actividad, etcétera. Casi una radiografía de la opulencia que paradójicamente esconde todo lo fundamental.
En el momento de escribir esta nota, según el índice Bloomberg, la ganancia acumulada por los billonarios en relación al día anterior es de 9,6 billones, es decir, 9.600 millones de dólares según la acepción estadounidense de billón (mil millones), ganados en un solo día, para colmo, de enero.
En otro informe, el banco suizo UBS esponzorizó el World Ultra Wealth Report 2013 (http://www.indianexpress.com/pdf/WealthX_and_UBS_World_Ultra_Wealth_Report_2013.pdf), que da cuenta de los ultrarricos en el mundo. Son 199.235 y acumulan un patrimonio de 27 billones 700 mil millones de dólares (terminología castellana, en la que un billón es 1012, es decir 554 veces el producto bruto de Uruguay). Para ingresar a esta categoría hay que tener por lo menos treinta millones de dólares y, pese a ello, en el último año, que para la economía del mundo ha sido catastrófico, los ultrarricos son doce mil más y su riqueza acumulada ha crecido en dos billones de dólares (o sea, dos millones de millones de dólares).
En el momento de escribir esta nota, según el índice Bloomberg, la ganancia acumulada por los billonarios en relación al día anterior es de 9,6 billones, es decir, 9.600 millones de dólares según la acepción estadounidense de billón (mil millones), ganados en un solo día, para colmo, de enero.
En otro informe, el banco suizo UBS esponzorizó el World Ultra Wealth Report 2013 (http://www.indianexpress.com/pdf/WealthX_and_UBS_World_Ultra_Wealth_Report_2013.pdf), que da cuenta de los ultrarricos en el mundo. Son 199.235 y acumulan un patrimonio de 27 billones 700 mil millones de dólares (terminología castellana, en la que un billón es 1012, es decir 554 veces el producto bruto de Uruguay). Para ingresar a esta categoría hay que tener por lo menos treinta millones de dólares y, pese a ello, en el último año, que para la economía del mundo ha sido catastrófico, los ultrarricos son doce mil más y su riqueza acumulada ha crecido en dos billones de dólares (o sea, dos millones de millones de dólares).
Según este informe, la única región del
mundo que ha visto disminuir el número de ultrarricos es América Latina.
En efecto, en 2012 había 14.750 ultrarricos y hoy hay 600 menos,
14.150. Su riqueza acumulada también ha caído de dos billones 185 mil
millones a dos billones 110 mil millones de dólares. La caída se ha
producido fundamentalmente en Brasil, mientras otros países, como México
y Argentina, han visto su población de ricachones ligeramente
aumentada.
Si bien Uruguay no está en el foco del
análisis del World Ultra Wealth Report 2013, el informe revela que en
nuestro país hay 120 personas con patrimonios superiores a los treinta
millones de dólares. En el año 2012 eran 115, así que en 2013 se sumaron
cinco afortunados. No obstante, lo más grotesco no es la cifra de
multimillonarios orientales, sino la riqueza que acumulan. Según el
reporte de UBS, estos 120 uruguayos agraciados acumulan riqueza por
diecisiete mil millones de dólares, mil millones más que en 2012.
Hace pocos meses todos festejamos que
Uruguay superó a Chile en su PIB per cápita, alcanzando un récord
histórico de más de quince mil dólares por habitante al año. Pues bien,
los 120 ultrarricos uruguayos poseen en sus bancos, bóvedas, arcas y
colchones el equivalente al PIB per cápita de un millón ciento treinta y
tres mil trescientos treinta y tres uruguayos. O, lo que es igual, una
barbaridad.
Para tener una noción de lo que
significan estas cifras podríamos compararlas con algunas inversiones
públicas muy sentidas. El presupuesto de la Universidad de la República
del año 2013 fue de aproximadamente 7.600 millones de pesos, algo así
como 362 millones de dólares.
Con la fortuna de los 120 ultrarricos
uruguayos se podría financiar a la Universidad de la República entera
por 46 años. Y si la estrategia es tener varias universidades, se podría
financiar una universidad para cada departamento más la Universidad de
la República, a la que consideraríamos la Universidad de Montevideo,
durante más de veinte años, si le otorgamos un presupuesto proporcional a
la población. Con los diecisete mil millones de dólares de los 120
ultrarricos podría financiarse durante doce años el presupuesto completo
de la ANEP o, lo que es mejor, podría multiplicarse la inversión
educativa en escuelas, liceos y escuelas técnicas durante un quinquenio y
aun así sobrarían varios millones.
Con el dinero de los ultrarricos de
Uruguay se podrían construir 420 Antel Arena o financiar el total de las
transferencias monetarias que se hacen a través de las políticas
sociales (asignación familiar y tarjeta) durante 85 años. Sobre este
dato me gustaría detenerme. El monto total de transferencias monetarias
que realiza el Estado hacia los doscientos mil hogares más vulnerables
alcanza los doscientos millones de dólares anuales y es, frecuentemente,
una fuente de controversia política y mediática. Con el dinero de los
ultrarricos podría solventarse la transferencia de por vida a todos los
que hoy la reciben y, lo que es más fuerte, es que al final de la
cuenta, ¡los ultrarricos seguirían siendo ultrarricos!
Estos son los números de la desigualdad. De esto habla Danilo Astori en su columna en Uypress,
aunque no se detiene en el caso uruguayo, puesto que el índice
Bloomberg no incluye a ningún uruguayo, y es de lo que habla Bernardo
Klisgberg en Página 12.
Este es el desafío de la época. Y hay que tener en cuenta que estas 120
personas financian partidos políticos, medios de comunicación, campañas
publicitarias y todas las formas de influencia política y social para
mantener su estatus, para que la tortilla no se vuelva nunca.
Como dato anecdótico podemos
destacar el país latinoamericano que menor cantidad de ultrarricos
tiene, según el informe de los bancos suizos, y donde menos riqueza
acumulan. O lo que es lo mismo, el país latinoamericano más hostil para
los ultrarricos: Cuba
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