Las muchas razones para votar a Dilma/Servicios Koinonía Para boffsemanal@servicioskoinonia.org
Para consolidar esta revolución voto a Dilma.
La segunda razón consiste en garantizar las dos revoluciones que han ocurrido: una rumorosa
y otra silenciosa. La rumorosa han sido las muchas políticas sociales
que son de conocimiento general. Estas se han hecho visibles en las
multitudes que comenzaron a usufructuar los beneficios mínimos de una
sociedad moderna. Tal hecho corrió mundo y ha servido de punto de
referencia a otros países. Pero hubo también una revolución silenciosa:
las varias universidades federales creadas en todo el país y las
decenas de escuelas técnicas y cursos profesionales que han habilitado a
millones de personas. Esta política de educación todavía debe de ser
extendida, multiplicada y ganar calidad. Por esta razón mi voto va para
Dilma.
Una tercera razón es el crecimiento con la multiplicación del empleo.
Es verdad que nuestro crecimiento es pequeño pero nunca se mantuvo el
desempleo en niveles tan bajos, un 5% de los trabajadores. En el mundo, a
consecuencia de la crisis neoliberal, existen en la zona euro 102
millones de personas desempleadas, con ningún crecimiento o con
crecimiento irrisorio. Nuestra generación ha visto caer dos muros, el de
Berlín en 1989 y el de Wall Street en 2008. Resistimos a estas dos
caídas: no perdimos los ideales del socialismo democrático ni tuvimos
que desemplear y renunciar a las políticas públicas. Los salarios en
esos 12 años subieron un 70% por encima de la inflación. Por eso mi
preferencia es por Dilma.
Una cuarta razón: en algunos estratos del PT ha habido corrupción. Esta
no viene de ahora sino de mucho antes. Hay que reconocerla, rechazarla y
condenarla. Pero nunca jamás, en ningún momento, se ha acusado a la
presidenta Dilma de corrupta. Ni nunca ella aceptó aprobar proyectos que
fuesen dañinos para el pueblo brasilero. Siempre fue fiel al pueblo, point d’honneur de su gestión.
Lucharemos para vencer. No para vencer simplemente, sino para
consolidar lo que ya se ha conseguido, avanzar y consolidar muchos
puntos, especialmente aquellos que fueron reclamados en las calles en
junio de 2013. Resumiendo, allí se pedía: queremos una democracia
participativa, en la cual los movimientos sociales puedan ayudar a
discutir, pensar y decidir los mejores caminos, especialmente para los
más vulnerables. Eso implica mejor educación, mejor sanidad, transporte
decente, saneamiento, cultura donde el pueblo pueda mostrar lo que es y
participar de lo que se hace en las distintas regiones de Brasil.
Tenemos que avanzar en la reducción de la desigualdad, en la
sostenibilidad ambiental, en la reforma agraria, en la protección de las
tierras indígenas y en la cultura generalizada. Mediante la cultura se
supera la mentalidad meramente consumista y materialista y se crea
espacio para aquello que solo el ser humano puede realizar: creatividad
en las artes, en la música, en el teatro, en el cine, en las letras y en
otros campos en los que la cultura se expresa. En la cultura se revela
más claramente el alma de un pueblo. Estoy seguro de que Dilma asumirá
estos puntos. Para que eso suceda con más seguridad voto a Dilma.
Estamos asistiendo al alborear de una nueva civilización biocentrada a
la cual deben servir la economía, la política y la cultura. Brasil tiene
todas las condiciones para ser uno de los primeros en inaugurar esta
nueva fase de la historia. Con Dilma será más fácil recorrer ese camino.
Por eso voto a Dilma.
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