Tele-Sur y después. Por J.J.Ferrite

El claror del amanecer me despabiló del estado de ensoñación, observé el hombro de Barbara redondeado como la luna menguante y cuando busqué por la ventana entreabierta el satélite acompañante di con el parral deslucido de otoño.
   Ella preparó los mates en menos de lo que canta el gallo, nos arrellanamos en la cama bien dispuestos a encender la tele y disfrutar el domingo.
   Los niños dormían.
   _ Amor buscá Telesur ¿querés?
   _ Canal…
   _ Trescientos, confirmó ella.
   Miré el control remoto, verifiqué en el ángulo superior de la pantalla el número del canal sin entender mientras Barbara, mi mujer, concentrada en el rectángulo azul-neblinoso  del plasma de 39 pulgadas miraba sin dar crédito a sus ojos.
  _ No hay señal de Telesur ni nada, dije sin comprender todavía los alcances de la integración regional.

   ¿Cuál es la realidad?
   Uno observa la manzana, roja y lustrosa, deseable, jugosa, apetecible.
   ¡Ah! La manzana es el mundo real.
   Otro observa la misma manzana por el revés, roja y lustrosa con un pequeño cráter y un más pequeño gusanito, el laspeyresia pomonella, indeseable a simple vista y archi-enemigo de los productores del Valle del Río Negro.
  ¡Já! Las dos caras de la manzana son la manzana incluido el intruso y el trabajador rural. Y por qué no, es el mundo real.

    En su disertación en el bar Mordisquito (homenaje al bueno de Discepolo), el viejo juez formuló algunas disquisiciones sobre el presidente argentino a cien días vistas de gobierno y cuarenta años del golpe cívico-militar.
   En primer lugar dijo, el señor presidente no es un dictador, a lo más un autoritario, un nene de papá. Dicho esto, dijo el juez, no a partir de sensaciones personales sino de algunas señales que podríamos calificar de alarmantes.
   El auditorio inició una ronda de miradas inquietantes, no era para menos, muchas privaciones, cárcel y sangre costó el retorno a la democracia, para sospechar a tan sólo cien días del nuevo gobierno, que algunas cosas se desbarrancaban.
  Una señal, la herramienta que se emplea para gobernar no son los DNU, decretos de necesidad y urgencia; el gobierno echa mano a decretos-ley que sí remite a un recurso de los viejos dictadores.
  En segundo lugar, los ministros y secretarios fueron reclutados de las gerencias de las grandes empresas y las corporaciones globales, situando el avance “privatista” a tope con el nombramiento a dedo, de dos jueces para ocupar sendos lugares en la Suprema Corte de Justicia. Maniobra realizada por la misma persona, M. Macri, quién en la campaña electoral de su partido se enfrascó en declarar la guerra a la falta de transparencia y la corrupción del anterior gobierno.
   (Recuerda el escriba a  los exóticos lectores, que la mujer del presidente es una moderna emprendedora que fabrica prendas de marca, con mano de obra “en negro”… y aunque ha sido denunciada oportunamente, tiene chance de salir airosa como ocurrió con el ingeniero-esposo procesado por escuchas ilegales y recientemente eximido de culpa y cargo…)
   En tercer lugar dijo el viejo juez, así como controla el poder ejecutivo y el judicial, también avanza sobre el poder legislativo mediante operaciones de chantajear  a los gobernadores necesitados de recursos frescos para afrontar los gastos provinciales. Mañana votarán por un arreglo con los fondos buitres y pasado mañana legitimarán a mano alzada la mayoría de los decretos-ley.
   Así las cosas, hablar de la República es un sinsentido.
   El auditorio se inquietó aún más y un murmullo fue tomando una sutil densidad como el que produce el interior de la colmena.

   Telesur fue concebido como un medio de comunicación de alcance regional, con base en la Venezuela del compañero H. Chaves y financiada por los gobiernos de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, Argentina y Venezuela.
   Al inicio del milenio cobró impulso la integración regional sin la égida de los Estados Unidos, expresada de modo contundente por los presidentes  de entonces con el “No al ALCA” y la formación de la UNASUR como propuesta superadora.
   En ese contexto de afianzar derechos, nace Telesur dando voz a los sin voz mientras nos mostraba a diario, las dos caras de la manzana, de nuestra américa y del mundo.
   En estos días el presidente M.Macri retiró el apoyo financiero de Argentina a Telesur, pero además, reafirmó la visión autoritaria de la derecha argentina clausurando la señal de Telesur del cable y la TDA, televisión digital abierta, dentro de una  estrategia doméstica de censura sin tapujos para con algunos medios, programas y periodistas independientes.
   Víctor Hugo Morales y Roberto Navarro son dos perlas del collar de la dignidad hecha voz, asunto que repele la epidermis del presidente Macri que opta por “relacionarse con el mundo”, encarnado en la visita del primer ministro italiano Matteo Renzi, del presidente socialista  Francois Hollande y del grone Obama. Cualquier mortal olfatea un giro en los negocios por venir favorable a los que más tienen.

   Barbara me miró y explotó con la pregunta, que por respeto, tenía retenida esperando el momento oportuno para formularla.
   _ Amor, pasaron cien días ¿no tenés nada para decir?, dijo mientras me alcanzaba el mate mañanero.
   Barbara me conoce bien y sabe que nuestras coincidencias son en el fundamento de las ideas, en la sustancia de las cosas,  aunque tengamos tiempos distintos en la mirada crítica.
   _ ¿Y bien amorcito?, punzó la muy guacha.
   _ El ingeniero se sacó la careta, dije saltando de la cama.
   _ ¿A dónde vas? preguntó.
   _ Voy por unas cervezas… después veremos qué hacer.
   _ ¡Aguante Telesur carajo! voceamos en el intempestivo abrazo de los amantes bajo las sábanas del domingo.
   Los niños, dormían.

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