Puertos, dragados, y el barro de los negocios privados


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Introducción.
                      El crecimiento del comercio mundial trajo aparejados una serie de cambios en nuestra región que impacta de diversa forma, y cuyos alcances son sensibles a los temas político-económico, legislativo, productivo, ambiental y social.
Es en estas últimas décadas donde se manifiestan de modo contundente la concentración de las líneas comerciales y del transporte marítimo en el hemisferio norte; el cambio de paradigma productivo en China; la disputa feroz por los recursos energéticos en el medio y lejano Oriente; y al océano Pacífico y el Asia meridional como epicentro de la actividad económica.    .
De ser así, los puertos del Río de la Plata, entre otros del hemisferio sur, son puertos(click en el título para leer artículo completo)
periféricos y distantes de aquellos mercados de gran consumo, y la relevancia de los mismos depende -en gran medida- de la fortaleza de los mercados regionales. La integración de la Cuenca del Plata es sinónimo y confluye a  una integración más amplia: Latinoamérica y el Caribe.  Mercado Interno y Regional es condición y fortaleza para que posibilite el bien-estar de los pueblos.  Más, política nacional y popular.
Argentina en contexto. Los dos grandes de Latinoamérica, México y Brasil, cuentan con altos índices de crecimiento, como que fueron penetrados por los intereses trasnacionales, las petroleras y las automotrices, hace más de cuarenta años.                                                    .                                                                                                                                  Las empresas trasnacionales pondrían el sello distintivo del capitalismo posmoderno como en la destrucción del medio ambiente, natural y humano. Empresas emblemáticas que no reconocen fronteras nacionales, y cuando se establecen en un lugar, lo hacen con un marco normativo permisivo al extremo de lo corrupto.       
La Argentina, en cambio, atravesaba la disputa del modelo entre el nacionalismo-oligárquico del general Onganía y el nacionalismo-popular del general Perón, (primer presidente en concebir el mercado ampliado y en 1951 plantear el ABC, entre Argentina, Brasil y Chile). Posteriormente, con Videla-Martínez de Hoz; Menem-Cavallo y De la Rua-Machinea logra afianzarse el modelo económico dependiente, trasnacionalizado, vigente.
En la segunda mitad del siglo XX el papel de las empresas trasnacionales evidencia la participación y transferencia de enormes ganancias desde México, Brasil y Argentina. Las dictaduras cívico-militares generaron las mejores condiciones para dichas empresas y para los viejos terratenientes, reconvertidos en agro-industriales-exportadores.
El derrumbe de la URSS; la reunificación de Alemania; el auge del sudeste asiático; la creación de la Unión Europea; la hegemonía planetaria del capitalismo y el mundo “unipolar” caracterizarían los últimos años. La crisis sobrevendría de modo espectacular en los países centrales a partir del comienzo del milenio, donde los intereses en pugna irían perfilando un mundo “multipolar” y carente de certezas.
Las artimañas del FMI, el salvataje a los bancos privados, las recetas de ajuste, penetrarían el corazón del sistema capitalista y hoy, octubre de 2010, asistimos a la debacle, con una buena dosis de hipocresía, de los EEUU y la zona-euro. En pocos meses, resignaron la jefatura de gobierno Zapatero, Papandreu y Berlusconi en medio de una crisis duradera.
Nos parece imprescindible, desde la visión de los trabajadores esbozar el nuevo contexto de las fuerzas -políticas, económicas y sociales- que nos permita aproximarnos a “pensar de nuevo” a los diversos actores públicos y privados; locales, regionales y trasnacionales vinculados a los principales puertos del Río de la Plata: Buenos Aires y Montevideo.
Pero además, en este escenario de cambios, -como son los procesos de integración regional, económica y comercial y/o política (MERCOSUR; UNASUR; ALBA)- aspiramos a aportar al debate de “otro relato” sobre los asuntos portuarios, alternativo a los medios de comunicación monopólicos, ligados (están en su derecho) estrechamente a los sectores empresarios, cuando no, opuestos salvajemente al modelo instaurado en 2003 y ratificado por la mayoría del pueblo en 2007 y 2011.
Puerto de Buenos Aires/ Puerto de Montevideo. (Parte I)
El objeto de esta breve reseña histórica es mostrar los períodos donde los puertos del Río de la Plata nacen, crecen y compiten, a veces al calor de los intereses patrióticos, nacionales; otras, influidos por la arquitectura económica del coloniaje hispano-lusitano, posteriormente anglo-francés y norteamericano; adecuados al “Estado de bienestar” del primer peronismo; o modernamente, controlados parcialmente por los operadores privados, o mixto con participación del Estado, por empresas locales o trasnacionales.
La historia escrita, data el año 1502 cuando el navegante Américo Vespucio (que daría nombre al Nuevo Mundo) realiza el “descubrimiento” de la desembocadura del estuario, de las islas y los grandes ríos con toponimia de la extendida cultura guaraní, del Caribe al Plata.  
Para 1536 Pedro de Mendoza funda un caserío y desembarcadero en la margen occidental del río o Mar Dulce; y en 1580 partiendo desde Asunción, Juan de Garay funda por segunda vez, lo que se convertiría a futuro, en la ciudad-puerto más importante del Río de la Plata.
Durante 60 años, el lapso entre 1580 a 1640, bajo la monarquía de los Habsburgo hubo un solo rey para toda la América hispano-lusitana, y una  política unificadora. Al respecto dice Methol Ferré: “Esa unidad se rompe hacia 1640 y comienza una era conflictiva, donde de alguna forma España y Portugal son secundarias y se ajustan éste a la política inglesa y aquella al pacto de familia borbónico francés”.                                                              
El lugar estratégico de la Corona española en la región se ubicaba en Asunción, a la vera de los grandes ríos, centro económico, geográfico y cultural guaranítico, bastión fronterizo al imperio portugués. Como dan cuenta los historiadores, recién con Hernandarias, da comienzo a la formación de la única y sustentable  riqueza  ganadera en  el litoral, la  pampa, la Banda Oriental y Río Grande do Sur.                                    .                                                                        En el régimen indiano, la operatoria portuaria en el Río de la Plata era en “especies” como el tráfico de esclavos, sebo y charque.
En 1610 se afincan los Jesuitas en el alto Paraná. Las misiones jesuíticas, Asunción y los puertos del Río de la Plata se convierten en parte del ajedrez de las potencias, basta recordar las Invasiones Inglesas de 1806/07.
Cádiz, ciudad-puerto amurallada, monopoliza el tráfico hacia y desde “las Indias”. Paradojas de la modernidad: el dominio económico-comercial se afianza sobre “los mercados abiertos, libres” y con ello, la primera divisoria ideológica entre nacionales y liberales.
En 1680 los portugueses se establecen en el Río de la Plata y fundan Colonia del Sacramento, un bastión fortificado, en la ribera frente a Buenos Aires. La presión de Portugal hacia la Cuenca del Plata se produjo en más de una invasión a las misiones jesuíticas; a  la Banda Oriental; precipitó la guerra entre Argentina y Brasil; y con los oficios de Inglaterra, concluiría con la pérdida de la provincia y la creación de la República Oriental del Uruguay en 1828. A partir de allí, Uruguay fue tensionado hacia el papel de nexo entre Argentina y Brasil, o el papel de “estado tapón” como un enclave ultramarino  de las potencias de turno en el Río de la Plata.
Hoy, las tensiones en el marco del MERCOSUR, de los puertos y canales de navegación encierran la disputa de intereses de las corporaciones trasnacionales, más que de países, como algunos cipayos a ambas orillas desean. Es el viejo asunto, histórico, en versión moderna.
En 1723 los portugueses se instalan en la bahía del “Monte V de E. a O.” produciendo la reacción de Bs.As.;  “el manco” Zabala los desaloja y funda el Fuerte San José. Con ello, el acto germinal de Montevideo.
Hacia 1776 se producen las “Reformas Borbónicas” que entre otras cosas, crea el Virreinato del Río de la Plata. Con lo que no pueden las reformas borbónicas es con la burocracia y parasitismo de condes y otras lacras señoriales, inventores del latifundio y el centralismo portuario. 
Las dos ciudades-puerto, “porteñas”, son parte del andamiaje colonial y lo seguirían siendo hasta bien avanzados los tiempos de la Independencia. En su seno crecería una clase mercantil y terrateniente, centralista, oligarca. Donde a partir de principios del siglo XVIII son beneficiarios de la “importación” de esclavos y productos manufacturados (al calor de la Revolución Industrial en Inglaterra)  y las “exportaciones tradicionales” de cueros, sebo y cecina.
En aquellos tiempos la naturaleza había sido dispar con ambas ciudades rioplatenses. Buenos Aires estaba protegida hacia el Este por bancos de arena, invisibles, que se extendían desde el Delta. Como muestran los grabados de la época, la distancia que media entre el embarcadero y los buques mercantes se salvaba con carretas y varias yuntas de bueyes.
Montevideo en cambio, se pobló a resguardo de la bahía, que amén del refugio natural para las embarcaciones contaba con una considerable profundidad. La Corona le dio carácter defensivo, amuralló la ciudad rodeada de mar y construyó una fortaleza en el Cerro dando así, protección a la ciudad-puerto y constituyéndose en la base naval de la Marina Real española.
Lo que perfilaría con el tiempo la identidad de Buenos Aires y Montevideo sería las cosas en común: hijas del coloniaje; ciudades gringas; y políticamente centralistas. Ciudades-puerto que en definitiva, tuvieron una relación de dependencia con los imperios, y de domino con las provincias y departamentos interiores. De ahí, el extendido “espíritu anti-porteño”.  Aunque referido en particular a Buenos Aires, Montevideo no le fue a la zaga. Fueron ciudades “blancas” en tierras mestizas que no pudieron digerir al gaucho, a los Artigas, ni a los Rosas, ni a los Perón.
Bastó la Ley de Aduana de Rosas, para que en 1845 las flotas anglo-francesa instaladas en Montevideo, después de pregonar por el “libre comercio” y la “libertad de navegación” hostigaran a Buenos Aires y arremetieran río arriba para comerciar en Asunción. Unos años después esos mismos “ideales” serían el fundamento para que Brasil, Argentina y Uruguay derrocaran al gobierno de Solano López en la triste y célebre Guerra de la Triple Alianza. Esa vez, Buenos Aires y Montevideo actuaron mancomunadamente, “contra el tirano paraguayo” beneficiándose unos pocos,  (no precisamente los pueblos), entre otros, la banca del Barón de Maúa,  la “city” londinense y el alto-comercio rioplatense.
Puerto de Buenos Aires/ Puerto de Montevideo (Parte II)
Como dijimos más arriba, en tierras americanas continuaron los conflictos, las disputas y los acuerdos que las potencias sostenían en el viejo mundo.
El conflicto con Artigas encerraba la dicotomía del formato centralismo-federación, manifestado en la puja entre las provincias con litoral fluvial y Buenos Aires; y la disputa entre el alto-comercio de Montevideo y Buenos Aires. Bastó la invasión portuguesa a la provincia de la Banda Oriental, asolándola durante una década para que -guerra mediante, entre Argentina y Brasil- se convirtiera en estado independiente. (Contrariamente, Artigas se reconocería hasta su muerte como un “argentino de la Banda Oriental”).                         
El Río de la Plata, a partir de allí, tendría los puertos cabecera de dos países soberanos, que evitaría: 1) el dominio de Argentina de ambas márgenes del río; 2) las pretensiones de Brasil sobre la “Provincia Cisplatina”, nombre como se llamó durante la invasión. Y 3) la satisfacción de Inglaterra y Francia de contar con un “puerto libre” en estas latitudes para su mejor provecho.
Puertos rioplatenses: el árbol y el bosque.
En Montevideo, los comerciantes (exportadores-importadores) dieron la bienvenida al invasor portugués, pero a poco, protestaban por los “mayores costos” e “impuestos aduaneros” aplicados por el invasor Lecor, lo que según ellos, desviaba la ruta comercial hacia Buenos Aires.             .                             El general Lecor les contestó en estos términos: “para tener un tráfico tres veces mayor que el nuestro le basta a Buenos Aires una población duple sólo en su recinto y triple con lo restante de su distrito… para que cuantos buques emboquen el río también se emboquen en aquel puerto, dejando éste que no les ofrece un mercado tan extenso, ni tan rico, ni tan variado”.                                                                                                                                                                      
Los dichos de Lecor se prolongarían en lo acertado del diagnóstico y en la proyección del mismo hasta nuestros días, en torno a los “eternizados y graves diferendos” de los dos principales puertos rioplatenses.
De la Independencia a la Gran Guerra Europea.                                  .
En 1823 dan curso a los proyectos, entre otros portuarios, de B.Rivadavia, con el financiamiento de la Baring Brothers. Según un informe oficial, “resulta que los 5.000.000 de pesos fuertes prestados por el comercio inglés costaron a nuestra nación, la cantidad de 23.734.766 pesos”.
Poco después en 1825, Inglaterra firmaba un tratado “de navegación y comercio” con Argentina. Cita el historiador Carlos Machado que el emisario de EEUU, Forbes, informó a su gobierno sobre dicho tratado “Es una burla cruel de la absoluta falta de recursos de estas provincias y un golpe de muerte a sus futuras esperanzas de cualquier tonelaje marítimo”.
Y no se equivocaba, Manuel Belgrano lo advertiría oportunamente; pero deberían pasar más de 120 años para que el gobierno del coronel Perón revirtiera los términos, creando una marina mercante nacional y una estrategia de comercio exterior favorable a la producción nacional, (incluido el proyecto integrador con Brasil y Chile, ABC).                                                                                                  
Para 1880 el imperio inglés había no solo había consolidado su dominio en los siete mares, sino extendido en numerosos enclaves coloniales en los cinco continentes. Los puertos de Buenos Aires y Montevideo evolucionaron en obras de infraestructura. El sistema denticular y dragado del Riachuelo del Ing. Huergo data de 1882 y el sistema de dársenas del Ing. Madero data de 1884/89. A las tradicionales exportaciones de trigo se había incorporado las carnes enfriadas. La oligarquía terrateniente, la inmigración masiva, los ferrocarriles, los puertos y el comercio exterior, más allá de su naturaleza diferente, convergían con los intereses británicos. Y el pacto Roca-Rucinman sería el corolario en la década del ´30, y denunciado en su momento por don A. Jauretche.
Batlle, obra y puerto de Montevideo.
José Batlle y Ordóñez,  dos veces presidente del Uruguay, (1903/07 y 1911/15),  realiza en su país la obra reformista más grande del siglo XX, que abarca los aspectos jurídicos, políticos y sociales. Batlle inaugura el Estado moderno “de bienestar”, liberal, incluyendo el sufragio universal, la separación Estado-Iglesia, el divorcio, la inmigración europea.
En 1909 se nacionaliza e inaugura el nuevo puerto de Montevideo.             . Los continuadores de Batlle bregaron por conservar su obra, pero la crisis de 1929 precipita la crisis política (golpe cívico-militar de G.Terra). Las relaciones comerciales desiguales, “exportación de materias primas baratas”, e “importación de insumos industriales y bienes de consumo costosos” trajo aparejado el endeudamiento con el FMI y el estancamiento de la “Suiza de América”. “La cáscaro-democracia”, al decir del escritor uruguayo M. Benedetti.
Perón, obra e industria marítima.
Excede a este material hacer, siquiera, una enumeración de las obras del gobierno peronista (1946-1955) derrocado arteramente por un golpe cívico-militar. La situación de posguerra bajo el gobierno de Perón trajo aparejado la profundización del proceso de “sustitución de importaciones” iniciada después del crack del ´29. Y la síntesis del pensamiento y acción del justicialismo se expresó claramente en la “Constitución de 1949”.
Las comparaciones no siempre son buenas, pero podemos decir, que existió cierto paralelismo entre la obra, -no el pensamiento, Batlle era liberal- de ambos presidentes separados por 30 años de historia. Pero, lo que diferencia a la Argentina (justicialista), fue que, a la vasta batería de medidas tomadas y herramientas creadas en defensa del interés nacional, se inicia un proceso de industrialización con desarrollo del mercado interno. No solamente accederían al consumo la clase privilegiada, sino que elevarían su estándar de vida las clases media y la trabajadora.                                      
Y esta es la clave mayor, que por décadas diferencia la economía y sociedad de ambos países: contar o no, con industrias y mercado interno, asunto que es evidente en la actividad portuaria de los dos países, con las particularidades, amén del poblacional, que introducen el proceso de integración y la apertura de mercados. (Ver Anexo 1)
Por eso, el subtítulo dice: Perón, obra e industria marítima.                         .                                     Es impensable “ganar nuevos mercados”, “reducir costos”, “agregar valor”, “generar empleos”, etc. si no se concibe a los transportes fluviales y marítimos como “una totalidad”, como una  “industria madre” donde están imbricadas las actividades portuarias, del dragado, de la industria naval, de las flotas, etc.                                                       . Desde 1955 los principales opositores a esta mirada totalizadora son los empresarios del sector. Y los que los secundan…                   
Esto no es nuevo, es complejo, y requeriría de contar con un “Plan Marco”, para el conjunto de la industria marítima, cuestión que implica, -a diferencia del pensamiento neoliberal- del rol protagónico del Estado, y que en el ámbito de nuestras actividades sea capaz de renacer de las rémoras y corrupción de los gobiernos conservadores, privatizadores, liquidadores. Podríamos trastocar la histórica cita por: “El Estado será regulador o no será nada”.
Nuevos vientos.
Pasada la euforia del neoliberalismo, nuevos vientos políticos soplan en la región y la relación Cristina Kirchner-José Mujica expresan como nunca el desafío del reencuentro entre dos naciones, hermanas, independientes. Y como antaño, es impostergable separar la paja del trigo, confrontando los relatos a uno y otro lado del río, como tamizar el relato gubernamental, mediático, corporativo. Más aún, en tiempos de crisis.                                                                                                                                          
En Uruguay no hubo resolución 125, (ni hubo peronismo), pero cuando su gobierno tomó medidas en torno a “la tierra y el agro”, las “sociedades rurales” tuvieron el inequívoco comportamiento “patriótico”: se opusieron.
En materia de puertos y vías navegables, los medios instalan de modo falaz polémicas que no son tales. Quienes fomentan la confrontación entre países, esconden los intereses del negocio, los acuerdos espurios, la ventaja circunstancial  bañada de una pátina que no oculta el cerno “nacionalista-privatista”.  Perón acá, Herrera allá, tenían absoluta claridad y decoro sobre la cuestión Nacional y Anti-imperialista, con mayúsculas.
Algo hemos aprendido: el nacionalismo es popular y transformador, o no es nuestro asunto, porque entendemos al nacionalismo popular en el contexto histórico y los desafíos de una “patria grande”.                       . Y con el debido respeto, hacia los compañeros que  piensan, apenas, en términos de “democracia representativa y progresismo”.
Puerto de Buenos Aires/ Puerto de Montevideo (Parte III)
El regreso de Perón en los setenta coincide con lo que los medios de comunicación hegemónica llamaron “la crisis del petróleo”.                   .                            La formación del sindicato de países exportadores de petróleo (OPEP) data del año 1960 cuando Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela toman la iniciativa a la que se sumarían otros. El consumo irracional y precio barato del petróleo, unificó a muchos países en torno a la defensa de sus riquezas petroleras.
Grandes buques petroleros de trescientos metros de eslora surcaban los mares uniendo el Medio Oriente con los EEUU. EL conflicto árabe-israelí, la Guerra de los Seis Días, y la vulnerabilidad del Canal de Suez alertaron sobre el problema en ciernes,  relacionado con los transportes marítimos y el abastecimiento. Los diseños navales aumentaron la capacidad de los tanques año a año para unir al menor costo la distancia que media entre el Golfo Pérsico con la costa Este de EEUU. 
Y la estrategia militar imperial comenzó a tejer los planes de dominio de los países árabes que se manifestó a futuro, -nuestro presente- con toda crudeza en la Guerra del Golfo y en los recientes bombardeos de la OTAN a Libia.                                                                                                       .
Aparente dicotomía, decimos, que los más exaltados impugnan a las diferencias culturales de occidente-oriente. Pero, que hizo concebir al general Perón, entre guerras, la tesis de la “tercera posición”, tesis a la que adhirieron (no todos) los países del “tercer mundo”; que situaba el conflicto principal, entre el Norte “desarrollado” y el Sur tercermundista, marginado, explotado, pobre.
La caída del muro de Berlín y de la exURSS se convierte en el hecho simbólico más importante de fines del siglo XX.                    .                                                                                                E iniciaría el tránsito del mundo “bipolar” hacia la hegemonía de los EEUU y tres o cuatro países satelitales (Alemania, Japón, Israel, Inglaterra). Esta situación duraría poco tiempo en términos históricos. El Consenso de Washington y la Unión Europea, caerían gravemente bajo el peso de la especulación financiera, las deudas, la emisión monetaria y la exhibición impúdica de su propia prosperidad.                                 
Instrumentos como el ALCA fueron resistidos por los gobiernos y pueblos de la región y encontraron su patético final en Mar del Plata. El mundo “unipolar” daría paso a la “multilateralidad” caracterizado por el prota-gonismo de China y los “países emergentes”.
Del “puerto sucio” al “puerto privado”.
En materia portuaria, el puerto de Buenos Aires agonizaba desde mediados de los ´60 fruto de dos décadas de políticas erráticas, donde ni los “libertadores”, ni los “desarrollistas”, ni los “radicales” atinaron a comprender los nuevos tiempos como para re-valorar el proceso de cambios 1946/55; por el contrario, aplicaron políticas retrógradas en lo económico y represivas en lo social. Descalificadas y estigmatizadas las políticas y obras del peronismo se fueron  abandonando,  parte a parte el espacio portuario, como desinvirtiendo en las empresas del Estado, (flota fluvial y marítima, dragados, elevadores de granos, etc.).
Cercenados los derechos obreros, intervenidos los sindicatos, proliferaron los “contratistas portuarios” y la perversa maquinaria estatal-privada que enriqueció a los que se “prendían de la teta de las empresas estatales”.  
¿Qué papel tienen los puertos del Río de la Plata en el proceso descrito?  . Primero, en los ´70 el relato patronal hacía referencia al “puerto sucio”, a la “ingerencia de los sindicatos”, al “Estado sobredimensionado”, etc. para posteriormente dar lugar a la formulación de un relato acorde a la nueva etapa autoritaria de la dictadura.
Segundo, fue un relato construido al compás de las políticas de Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, cuando lo mismo daba producir acero que caramelos, liquidar la acería Somisa o apoderase ilegalmente de Papel Prensa, promover los puertos fluviales privados, etc. La etapa iniciada en 1976 legitima las reglas de juego en línea con los intereses privados extranjeros.
Mientras algunos debatían que hacer, que proyectos alentar, las inversiones privadas en el río Paraná avanzaban en la construcción de numerosas terminales graneleras, dando así una respuesta estratégica a los intereses de la Sociedad Rural (SRA),  vinculando férreamente a los productores  agrarios con la agroindustria, con los fondos de inversión y con los exportadores. (Cargill, Dreyfus, Molinos, Aceitera Deheza y otros).  
La evasión fiscal, el contrabando y la triangulación con las “zonas francas” de países limítrofes comenzó a formar parte del paisaje cuando el Estado resignó el papel de control; pero esta vez, esa condición no fue calificada como “ineptitud o ineficacia del Estado” porque beneficiaba groseramente a las empresas traficantes de granos.
Se adelantaron 10 años al MERCOSUR, cuando Nueva Palmira era casi un elemento de distracción y polémica, mientras los nuevos dueños del comercio de granos y oleaginosas hacían su agosto tranquilamente a la vista de todos, hasta el día de hoy.
Retomando, acerca de los “los relatos” interesados.                               .                                            La medida del gobierno argentino (AFIP) de declarar el origen del dinero para comprar dólares provocó en nuestro país el enojo de quienes, sus negocios, patrimonio y ahorros no están debidamente declarados, “blanqueados”. En la otra orilla, el relato de “Ultimas Noticias” (11/11/2011) dice: “La medida, que se añade a otra que busca un control estricto (no existe el control relajado, agregamos) sobre el mercado de cambio, encendió la lógica y entendible alerta entre los operadores de este lado del Río de la Plata, que vieron amenazado (…) una vez más el flujo de negocios con Argentina”. Y agrega: “…la relación con el gobierno de la presidente Cristina Fernández es trabajosa y requiere de los mayores esfuerzos políticos y diplomáticos para evitar que se desbarranque”. (…)  Los mismos conceptos son de uso común  por La Nación y Clarín en estas playas. A un mismo interés, un mismo relato, en este caso, con el ojo puesto desde los intereses empresarios contra el país y los trabajadores.                                                         
El MERCOSUR.
Como apuntáramos más arriba, el MERCOSUR es un hijo legítimo del neoliberalismo. Si esto era materia de debate en la década del noventa, veinte años después es posible someterlo al análisis y evaluación de su evolución. El MERCOSUR también está en proceso de cambio.
Su principal e indiscutido mérito ha sido fomentar e incrementar el comercio entre los países asociados, a tal punto importante, que ese intercambio supera al comercio ultramarino. Y en el valor agregado está la clave principal de crecimiento económico con reparación social, paso previo a la mayor justicia social. Arribando así, a que el sujeto principal de la economía sea el hombre y no el mercado como pretenden los neoliberales.                                                                                                 Queda claro que la integración regional era y es una instancia vital para enfrentar los intereses concentrados, monopólicos, trasnacionales que avanzaron por todo el planeta como células cancerígenas.                          .                                          El peligro radica en que son esas mismas trasnacionales que operan con las semillas, los fertilizantes y plaguicidas, el modo extensivo de producción, los fletes marítimos y el acceso al mercado mundial, quienes imprimen el rumbo, velocidad y escala al modelo exportador. Son en el plano interno, los formadores de precios de los alimentos de consumo masivo. Dominan la producción de automóviles y controlan las principales actividades financieras. Son los responsables del “golpe de mercado” contra Raúl Alfonsín y los intentos fallidos contra el actual gobierno.
Inversiones y “compre europeo”.
En los países sudamericanos observamos el papel protagónico que asumieron los bancos y empresas de EEUU y Europa.  En la pesca, en el dragado, en las navieras, en los insumos y equipos  para la industria naval, en las grúas pórtico, en casi todas las grandes o pequeñas cosas que requiere la industria están presentes las empresas con casas matrices en la zona euro.  
Los bancos europeos no le fueron en zaga y “ataron inversiones a compre europeo”  suministrando tecnologías, partes y mano de obra cerrando en estas operaciones, concesiones y contratos, un círculo virtuoso -para ellos-, dado que muchas de esas tecnologías, productos y mano de obra eran preexistentes en estas playas: la industria nacional. (El caso de los ferro-carriles, la marina mercante, el petróleo, el gas, y aerolíneas argentinas es el claro ejemplo del negociado y el despojo al interés nacional).
Pero, el paso del tiempo es a veces cruel, y así alcanzamos a ver el colapso y la caída del velo de mentiras que englobó a toda Europa, sumiéndola en una catarata de crisis, que país a país, exhiben a diario sus miserias.     . Crisis del capitalismo global que arrastra también, sin claridad en el  horizonte futuro, a los EEUU y el Japón.
El relato ingenuo de la integración regional, del crecimiento económico permanente, de los recursos naturales infinitos y que el mercado mundial eran la panacea de las oportunidades; atraviesa cuando menos por un realidad a la vista de todos y que abre otro debate que ya se manifiesta en diversos foros. Muchas economías crecen a “tasas chinas” sin embargo…
Puerto de Nueva Palmira y mito.
El relato institucional (y mítico), sitúa al puerto de Nueva Palmira como cabecera de la hidrovía Paraguay-Paraná. Con “inmejorables condiciones” por la ubicación geográfica para captar las cargas de bajada de los ríos Paraná y Uruguay.                                                      .                                                                                                   Las concepciones y reformas de los noventa, dotan a esta terminal fluvial (como a Montevideo) de algunas herramientas como la “zona franca” y “puerto libre” para atraer inversiones portuarias. Nueva Palmira está poblado con poco más de 8.000 personas que la convierte en un “polo de desarrollo” más bien modesto.
La realidad en 2010 dice, que ese puerto fluvial cuenta con 33 pies de calado, dragado mediante; con 4 silos de almacenaje; galpón de zona franca paraguaya y boliviana; y acceso carretero a Montevideo. Trasfieren graneles, contenedores, cítricos, rollizos y pasta de celulosa. Las exportaciones en 2008 representaron 3.281.235 millones de toneladas/ métricas. Nueva Palmira no está conectado a la red ferroviaria de AFE.
El relato anti-mítico da cuenta que para 2008, según datos de la CEPAL, el puerto de Zárate ubicado en el puesto 74º del ranking latinoamericano, movilizó 3.681.845 ton/met. Zárate es uno de los 23 puertos fluviales argentinos ubicados a la vera del río Paraná y del Río de la Plata. Los pobladores de la ciudad de Zárate alcanzan poco más de 111.000 almas.  Magnificar el papel del puerto de Nueva Palmira obedece a la puja inter-empresarial; y en esa discusión, poco tienen que ver las relaciones argentino-uruguayas, como los intereses de los trabajadores a ambas márgenes del Río de la Plata.
Tres operadores controlan la terminal de Nueva Palmira: 1) Corporación Navíos S.A. (zona franca) con el 88%; ANP-TGU (puerto libre) con el 12%; y un muelle (ONTUR) para transferencia de celulosa (que produce la empresa UPM, ex Botnia). La estadounidense Cargill inauguró recientemente un “centro de acopio” para almacenar 44.000 ton./met.                                          Los principales productos de exportación son: soja (45%); celulosa (28%); trigo (18%).
De la soja exportada, el 20,2% es de origen paraguayo, equivalente a 661.995 ton/met. Según la FAO, la producción paraguaya de soja es de 6,9 millones de toneladas; de ellas, aproximadamente, el puerto de Nueva Palmira estaría captando un poco menos del 10%. ¿Por qué vía fluvial o terrestre (puertos de Río Grande), sale el 90% de la soja paraguaya? ¿Cuál es la real importancia de este puerto? ¿Qué intereses hay detrás del pregón sobre su fortaleza y destino manifiesto?
UABL “un arquetipo” de los armadores en la hidrovía.
Observar la dimensión de esta empresa, la orientación de los negocios y los lazos empresarios permite visualizar quién es quién en muchas actividades económicas, en particular el transporte por la hidrovía.                         . UABL es la empresa que lidera los tráficos fluviales movilizando 3,5 millones/ton/año. Según el portal de UABL, la empresa cuenta con 490 barcazas de carga seca y 44 tanques, totalizando 888.528 toneladas de capacidad estática.
UABL junto a Fluviomar y Horamar dominan el tráfico por la hidrovía, totalizando 870 barcazas de diverso tipo y 55 remolcadores. El negocio tiende a la concentración y la casi inexistente participación de las flotas estatales, en línea con la política privatista de los noventa.
Al respecto, la mejor figura para describir la magnitud de los asuntos en torno a la hidrovía lo brindan los datos del devenir de la misma.       .          Se afirma que en 1990 el movimiento de cargas por la hidrovía era de apenas 500 mil toneladas, mientras que en 2010 el mismo asciende a 16/17 millones de toneladas.
El puerto de Nueva Palmira estaría captando aproximadamente poco menos del 20%, valor nada despreciable. Pero tampoco a futuro, se erige como un “agujero negro”  capaz de captar todas las cargas de la hidrovía.                  .  Sobrevuelan, “la lógica del mercado” y la vieja sentencia de Lecor. Las recientes inversiones anunciadas en Montevideo para la construcción de un muelle e instalaciones para el acopio de granos, obedece a la necesidad de complementar la insuficiente performance de Nueva Palmira. Con Montevideo a 36/38 pies de calado, según la prensa uruguaya.             
Insistimos y con esto terminamos el aporte al debate sobre el papel del puerto de Nueva Palmira. De no mediar los Estados nacionales, la competencia de los puertos fluviales, de las estaciones de transferencia, de los puertos libres y zonas francas, es un asunto que diseñan los intereses de los empresarios agro-exportadores y los armadores, casi, exclusivamente.                                                                                                           El papel de los estados es articular en línea con la integración regional; intervenir y regular cuando el interés nacional es vulnerado; y promover el empleo decente como medio de la real integración económico-social. El espíritu de la Constitución de 1994 urge ser revisado porque de allí emanan las “reformas” del Estado y otras “liberalidades”. Digamos una de tantas: el petróleo argentino debe ser “re-nacionalizado”.
El canal Martín García y la emblemática isla.
El canal Martín García corre al este de la isla del mismo nombre, distante a menos de 2 millas marinas de la costa uruguaya.                                         . A diferencia del canal, la isla Martín García  ha tenido un papel relevante en el Río de la Plata; pero comparten,  en el ayer de la isla, los asuntos de naturaleza estratégica, y en el hoy del canal, asuntos de índole económica.
La isla Martín García debe su nombre al despensero de la expedición del mareante Díaz de Solís, muerto y enterrado en la isla en 1516.                     .                 Fue el epicentro de numerosas batallas navales, enfrentó a los españoles el Ate. Brown en 1814; fue ocupada temporalmente por Brasil en 1826, disputada por las fuerzas de Rosas y Montevideo en 1838 y 1843; ocupada por el mercenario Giuseppe Garibaldi y recuperada por la Confederación Argentina en 1852.
En el transcurso del siglo XX, en la tristemente célebre isla estuvieron presos Yrigoyen, M. Torcuato de Alvear, Perón y Frondizi.
El canal Martín García corre al N.E. de la isla y según el “Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo” de 1973 (Perón-Bordaberry) encuadró los derechos sobre el Río de la Plata, de Argentina y Uruguay. Los asuntos son tratados en una comisión binacional (CARP).
La Comisión Administradora del Río de la Plata, da cuenta del Reglamento de uso y navegación del canal Martín García.                                               . A modo ilustrativo, dice que “tiene 106,5 kms. y se encuentra señalizado en toda su extensión por bollas laterales sistema IALA región B, ubicadas a 40 mts.  del pie del talud. Presenta un ancho de solera que oscila entre 110 y 90 mts. con fondos duros y barrosos”.
“El canal ha sido diseñado y construido en una sola vía, se encuentra dragado a una profundidad de 9,75 mts. (32 pies) (…) y admite la navegación de buques de hasta 245 metros de eslora y 32,60 mts. de manga”.                                                                                                         . El canal Martín García es relevante desde el momento, que es una de las dos vías que comunican la boca de los ríos Paraná y Uruguay con la salida al mar.
Las históricas controversias.
El Río de la Plata fue a lo largo de su historia, escenario de disputas geopolíticas, confrontaciones bélicas, e intrigas imperiales. Reiteramos lo dicho, a las primeras disputas entre la Corona española y lusitana siguieron las invasiones inglesas; el bloqueo anglo-francés contra Rosas; la guerra entre Argentina-Brasil; la puerta de entrada para las flotas internacionales de la Triple Alianza; y finalmente el litigio por la demarcación de límites entre Argentina y Uruguay.
Hacia principios del siglo XX, el canciller Estanislao Zeballos, bajo la presidencia de Figueroa Alcorta, sostiene la tesis de “costa seca”. La misma se sustentaba en la “uti possidetis” de 1810 y ratificaba la soberanía argentina sobre todo el Río de la Plata, salvo los puertos y radas uruguayas. Por su parte, los uruguayos sostenían la tesis de la soberanía de los Estados ribereños hasta la línea media del río. Finalmente, se firmo un protocolo entre Roque Sanz Peña y Gonzalo Ramírez, donde dejaron establecida la voluntad de negociar y “la sangre no llegó al río”.
Eran otros tiempos, y las diferencias partían de asuntos geográficos como la caracterización de río, estuario o mar; de las intrigas de otros países (era el auge de las potencias colonialistas modernas); o recurrir a recursos extremos como hizo el presidente Batlle y Ordóñez, al solicitar ayuda militar (que no se concretó) a EEUU para, en nombre del liberalismo y la democracia, derrotar en 1904 a las fuerzas “nacionales” de Aparicio Saravia. (Cualquier asociación de J.Batlle y T.Vázquez es coincidencia).
En 1961 se define el “Límite exterior del Río de la Plata”. En el marco de la guerra fría, que posteriormente fue explicitado con el acuerdo ideológico contra el “peligro comunista” entre los militares golpistas, Onganía-Castello Blanco (de Brasil); mientras el general Perón desde el exilio en Madrid mantenía firme su tesis de la “tercera posición”.
Al regreso de Perón a la patria, en 1974, con el “Tratado del Río de la Plata” firmado por los presidentes Perón-Bordaberry se inicia una nueva etapa signada por la integración y cooperación entre ambos países, pero que desgraciadamente, las políticas de la “seguridad nacional” torcerían.
Ese tratado es la médula y espíritu con sentido integracionista. Las controversias posteriores se inscriben la mayoría de las veces en la interpretación de derechos e intereses particulares, empresarios, de negocios privados. Pero que también rozan los “intereses nacionales”, un asunto que en la visión neoliberal pretende ser  reducida a “la lucha de los puertos”.
Esta concepción pequeña, interesada, patronal, “nacionalista-privatista”, lamentablemente está arraigada a ambas márgenes del Río de la Plata y es todo un desafío para quienes creemos que es posible “otro país”, la vía de la “patria grande” como sintetiza el reiterado mensaje y abrazo de los presidentes/as Cristina Kirchner-José Mujica.
En la “Declaración Conjunta en San Juan de Anchorena”, (junio de 2010); y la “Declaración Conjunta de Buenos Aires”,  (agosto de 2011) ambos países asumieron el compromiso, entre otros: de la reactivación de ramales ferroviarios binacionales; proyecto puente Monte Caseros (Pcia. Corrientes), Bella Unión (Dto. Artigas); respecto a la matriz energética,  proyecto de regasificación de gas natural licuado (GNL); puesta en marcha del monitoreo conjunto en el Río Uruguay; impedir el ingreso a sus puertos (uruguayos) de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas; cumplir con los dragados de los canales en el marco de la CARU (del Río Uruguay) y de la CARP (por el Canal Martín García).
Textual: “… se establecía el dragado del Canal Martín García -a 34 pies al 0 de la marea, sin prejuicio de prever alcanzar profundidades mayores cuando así se alcance en el Canal Emilio Mitre- la CARP ha concluido el proceso de elaboración del Pliego de condiciones para la Precalificación de empresas interesadas en particular en la licitación internacional...”
La “grave controversia” fogoneada por la “prensa seria” de Buenos Aires y Montevideo y los hechos: “… Los aspectos técnicos observados (por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y por el SIPEDyB), que hacen al dragado (de 32 a 34 pies) de 4 kms. de suelos pedregosos dentro de un proyecto total de 110 kms., serán superados en breve”. “Asimismo, ambos cancilleres desmienten la información de prensa sobre supuestas trabas al acuerdo bilateral, publicada con el objetivo de incidir negativamente en la relación entre la Argentina y  Uruguay”.
Quienes deliraron con hipótesis de conflictos bélicos en torno a Botnia y el cierre del puente internacional; quienes hicieron del piquete un instrumento en defensa del medio ambiente y terminaron en un “enroque” contra el gobierno de Cristina Kirchner en 2008; quienes tuvieron pingües ganancias con el transporte por ferrys y buques; a quienes imaginan controversias insalvables por el dragado del canal Martín García, les decimos: mientras exista inteligencia, diálogo y negociaciones, los reales intereses “nacionales y populares” de argentinos y uruguayos no corren peligro. Y también afirmamos, sin la profundización de la integración de la Cuenca del Plata (Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina) tampoco es posible la real soberanía nacional de los países parte, ni mucho menos la justicia social.
Puerto de Buenos Aires/ Puerto de Montevideo (Final)
Los dos principales puertos del Río de la Plata, Buenos Aires-(Exolgan) y Montevideo, como ya dijimos, recibieron inversiones que transformaron la operatoria portuaria de los mismos. Los Estados cedieron el uso, vía concesiones  temporarias a empresas privadas, mayoritariamente de capital trasnacional. Estos puertos se especializaron, se modernizaron y cuentan ambos con sendos “Planes Maestros” sobre las posibilidades de expansión teniendo en cuenta el crecimiento comercial en la región.
Básicamente, los dos puertos operan con contenedores y cruceros.                               En el relato general sobre la competitividad de los puertos rioplatenses se esgrimen dos argumentos: 1) El “sobre-costo” por dragados y los C.C.T., caso Buenos Aires. 2) La “cercanía” de Montevideo a las rutas marítimas y “bajocosto” operativo por un Estado más permisivo, según los empresarios.
Como vimos, referido a las cargas de bajada, Nueva Palmira también requiere de dragados. Y Montevideo se convirtió en un puerto de transferencia hacia la zona MERCOSUR; por eso el papel de la “zona franca” y el “bajo-costo” operativo que recibe-despacha las cargas por vía terrestre-camionero. Esto implica el “sobre-costo” de la inversión y mantenimiento vial. Con préstamos internacionales, como del BID, esas inversiones las pagan todos los uruguayos, cosa que olvida el relato “privatista”.
En esto radica, la diferencia de visión, el relato y políticas de los “modelos progresistas” y los “modelos restauradores neoliberales” (caso Chile), si se nos permite la comparación; considerando que la profundización sobre el particular excede a este aporte. 
Podría pensarse que las observaciones y predicciones del general Lecor al alto-comercio montevideano hace casi dos siglos, no se verifican en el presente, al ampliarse el pequeño mercado nacional por otro regional.                                                                                                                                 Veamos los números que hablan por si solos, con la salvedad, de referirnos también a otros puertos a modo de “situar el papel de los puertos rioplatenses” en el contexto regional. (Ver Anexo 1)
Concluimos este aporte al análisis y debate en torno a los “puertos del Río de la Plata” en el marco de la “industria de la marina mercante”, con el ánimo de delimitar los intereses de grupos-privados (y legítimos) de los intereses de los trabajadores argentinos en el actual proceso de “nacionalismo-popular”, de democracia-participativa y de “inclusión social”.
Proceso al que la clase trabajadora y sus organizaciones - CGT; CATT; FEMPINRA -,  comprometemos el esfuerzo para alcanzar lo que falta, a profundizarlo como modo de asegurar nuestra decisión “de no volver atrás” en materia de empleo, salario y derechos sociales, y que nos permita a los argentinos consolidar un “modelo de crecimiento sustentable”.
Por todo esto, entendemos que “pensar lo nuevo es pensar de nuevo”.
La voluntad del pueblo argentino se manifestó contra las viejas formas de la política,  y favorablemente hacia los contenidos del proceso económico instaurado en 2003, ratificado en 2007 y vuelto a ratificar por abrumadora mayoría en 2011, legitimando la gestión de la presidenta, compañera Cristina Kirchner. En esa dirección, junto al pueblo argentino y la conducción de la presidenta, vamos los trabajadores marítimo-portuarios. 


Anexo 1
Cuadro I       Movimiento de Contenedores – Por País - Año 2009.
Puesto 1º       Brasil                 5.849.600  Teus.                                           .                                                                               .           7º       Argentina          1.540.200  Teus.                                           .       .           15º     Uruguay               588.410  Teus.                                           .  .           32º     Paraguay                  7.000  Teus.

Cuadro II     Movimiento de Contenedores - Por Puerto – Año 2009.
Puesto 1º      Santos                  2.555.862  Teus.                                .                                                          .           5º      Bs.As.-Exolgan     1.412.462   Teus.                                  .                                     .      21º  Montevideo       588.410 Teus.                  .                                              .           66º     Rosario*                     39.138   Teus.                                    .         .            90º     Asunción                      7.045    Teus.                                  
*Rosario (más Lagos, Paiva, Arroyo. Seco, Gálvez).

Cuadro III  Movimiento en Toneladas/Métricas* Por País - Año 2009.
Puesto  1º     Brasil               732.931.100   Ton/Mét.                                .    .            4º     Argentina         155.472.200   Ton/Mét.                                 . .            15º   Uruguay                9.250.000   Ton/Mét.                                .
                                                                        
Cuadro IV Movimiento Toneladas/Métricas* Por Puerto – Año 2008.  
Puesto  1º     Tubaraó             99.873.293   Ton/Mét.                                 .   .            9º     San Lorenzo/                                                                            . .                    /San Martín        43.069.827    Ton/Mét.                              .  .           13º    Bs.As.-Exolgan            28.081.574    Ton/Mét.                               . .           14º   Rosario                           23.265.683    Ton/Mét.                               . .           49º   Montevideo                      9.088.978    Ton/Mét.                              .   .           56º   San Nicolás                      6.456.528     Ton/Mét.                               . .           74º   Zárate                              3.681.845     Ton/Mét.                              . .           s/d    Nueva Palmira                  3.281.235     Ton/Mét
*Toneladas/Métricas (por Impor.-Expor.-Cabotaje-Transferencia).              .    Fuente:  CEPAL   Movimiento Portuario Latinoamérica y Caribe.


Fuentes consultadas:  REVISTA FEMPINRA( Federación Marítima y Portuaria, y de la Industria Naval de la República Argentina)
La navegación de los ríos en la historia argentina, C. B. Croeber// Ateneo Arturo Jauretche// Historia de los Orientales, C.Machado// Discursos completos, Juan D.Perón// Guía del Tercer Mundo//  Historia de la Marina Mercante Argentina, González Climent// Los mitos de la Historia Argentina, F. Pigna// La nueva Troya, A. Dumas// El Uruguay como problema, Methol Ferré// La Argentina, ¿fue o es?, J.M.Sanguinetti (en La Nación)// Historia Esencial del Peronismo, O. Sbarra Mitre// La historia y sus mitos, G. Vázquez Franco// Batlle, G.Lindhal//  El Semanario del Comercio Exterior, G.Castellano// Política Nacional y Revisionismo Histórico, A.Jauretche// El país de la cola de paja, M.Benedetti// Los ríos de la integración suramericana, Georgescu Pipera// Revista Transporte al futuro// El expansionismo brasileño, P. Schilling// Revista de la Fempinra// CEPAL// Las venas abiertas de América Latina, E.Galeano// La Banda Oriental en la lucha de los imperios, Williman-Panizza Pons// Semanario Miradas al SUR// Diario BAE// Diario La Nación// Diario Página 12// Diario La República (Mdeo.)// Diario El País (Mdeo.)// Diario El Observador (Mdeo.)// Informe OCDE-FAO// SELA// FAO// Consejo Portuario Argentino// SPyVN// AGP// UNASUR// MERCOSUR// Uruguay XXI/

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