Novela Dragado: En anterior diferendo Cotarro propuso una mediadora, y la sola propuesta resolvio el diferendo. En afán de colaborar hoy proponemos otra mediadora.

"Donde hay dudas tiene que haber claridad"

El canciller argentino reclama certezas sobre las denuncias de Uruguay por el accionar de la empresa Riovía. 


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El piso 13 del anexo de la Cancillería ofrece una panorámica inmejorable del centro de Buenos Aires. Los árboles de la Plaza San Martín y los edificios de la zona de Retiro, un poco más allá se adivinan las torres de Puerto Madero. Lo que no llega a verse es la línea marrón del Río de la Plata. Tampoco la costa del Uruguay. La vista que ofrece el piso 13 del edificio de Esmeralda y Arenales acompaña todos los días al canciller Héctor Timerman. El inmenso ventanal que recorre a lo largo toda su oficina es casi un mito entre los funcionarios: algunos lo definen como el despacho más lindo de toda la administración. Timerman completó el paisaje con los típicos portarretratos: hay fotos familiares, imágenes de Néstor Kirchner, Cristina Fernández ingresando a la Asamblea anual de las Naciones Unidas y una estampa de Ho Chi Minh, el líder vietnamita que dirigió la guerra con los Estados Unidos.

La mención a la otra orilla está lejos de ser caprichosa. Es, por el contrario, un ajustado repaso de la actualidad. Porque, como se comprobará a lo largo de la entrevista, la relación bilateral con Uruguay ocupa hoy una parte significativa de la atención del canciller. Las denuncias por supuestas irregularidades en la concesión del dragado del canal Martín García han ubicado la relación entre las prioridades de estos tiempos. El caso llegó a la justicia de ambos países. En Buenos Aires, a partir de una denuncia de los diputados Graciela Ocaña y Manuel Garrido, el juez Claudio Bonadío investiga si la empresa holandesa Boskalis–Riovía ofreció dinero para mantener la concesión del dragado. En el caso están mencionados dos nombres, uno argentino, el ex vicecanciller Roberto García Moritán, hoy fuera del gobierno y con un cargo en las Naciones Unidas, y otro uruguayo, el ex embajador en la Argentina y hoy titular de la Comisión Administradora del Río de la Plata, Francisco Bustillo. 
El caso también está siendo investigado por juzgados uruguayos: la semana pasada, el canciller oriental, Nicolás Almagro, presentó su propia denuncia ante la jueza Adriana de los Santos, a cargo del juzgado de Crimen Organizado de segundo turno. Bustillo es un personaje central en toda esta trama: allegado a Tabaré Vázquez, procedente del Partido Blanco, el titular de la CARP tuvo un paso controvertido por Buenos Aires. Durante su mandato como embajador fue denunciado por utilizar las franquicias diplomáticas para importar autos de lujo en forma irregular. 
De todos estos detalles, como también de los cortocircuitos comerciales dentro del Mercosur, al igual que del ingreso de Venezuela como socio pleno, habla Timerman en esta entrevista con Tiempo Argentino. "Donde hay dudas tiene que haber claridad. Lo que queremos es aclarar los hechos", subraya.
 
–¿Cómo está la situación de García Moritán, que ya no es funcionario de la Cancillería?
–La Cancillería inició un sumario el 16 de mayo. 
–¿Es un sumario personal sobre su conducta o es una investigación general de los hechos?
–No, es un sumario, dado que él aparece convocando a una reunión. Hay noticias en los diarios que nos alertan de tener que averiguar qué hay. Yo no sé si es cierto o no es cierto lo que se dice allí. Pero salió en los diarios y está la información. García Moritán no tiene nada que ver con la Comisión Administradora del Río de la Plata, está en un cargo en las Naciones Unidas. Pero si hay una denuncia o si hay algo, tenemos que obviamente buscar qué fue lo que pasó. 
–Llama la atención que haya dos investigaciones judiciales sobre el caso Riovía, una de Bonadío y otra de la justicia uruguaya. 
–A la Argentina no llegó ningún exhorto uruguayo. Al Uruguay sí llegó un exhorto de la justicia argentina el 4 de julio, que todavía no fue contestado. Yo le transmití al gobierno uruguayo que si tiene dudas al respecto (el dragado del canal Martín García), que yo lo iba a acompañar en la investigación de esas dudas. Porque tenía que presentar una denuncia ante la justicia. Lo dije públicamente. Donde hay dudas tiene que haber claridad. Hay que aclarar los hechos.
–El gobierno argentino pidió que se excluyera a Riovía y el gobierno uruguayo la mantuvo dentro de la licitación. ¿Qué va a pasar con la última apertura de ofertas? 
–Nosotros seguimos objetando. Y lo que decimos es: si miembros del gobierno uruguayo manifestaron que hubo tentativas de cohecho, o tentativas de influir para favorecer a Riovía, o que Riovía intentó beneficiarse de una manera indebida, entonces hay que fijarse bien antes de firmar un contrato. ¿Cómo se va a firmar un contrato con ese antecedente? Y eso está planteado por el Tribunal de Cuentas. Y yo no puedo desconocer ese hecho.  
–La Cancillería uruguaya planteó que no se podía excluir a Riovía porque eso podría implicar consecuencias legales contra la Argentina y el Uruguay. Por otra parte, en el informe "reservado" del Tribunal de Cuentas se sugiere que hubo un intento de cohecho. Suena contradictorio que si una empresa intentó ofrecer prebendas no se apunte sobre la empresa.
–En el Uruguay, el Tribunal de Cuentas dice: "está este hecho, pero no es judiciable, no hay material para llevarlo a la justicia, que el gobierno haga lo que le parezca". Hay que aclarar ese hecho. Yo no puedo firmar un contrato para llevar adelante una obra y que en medio de la ejecución del contrato aparezca una condena a la empresa a la que le adjudiqué la obra. La Argentina está lista para firmar el dragado desde mayo. Lo sabe el gobierno uruguayo. Y a partir de que nosotros informamos de que estábamos listos para firmar, empezaron a filtrarse todas estas denuncias, que según el gobierno uruguayo son denuncias que no se pueden llevar a la justicia. Entonces no queda claro. Si mañana a mí me dicen que no hay ningún problema, si me dan alguna demostración del Tribunal de Cuentas que no hubo ningún acto que podría ser considerado ilícito por la justicia, entonces podemos firmar la profundización del canal en cualquier momento. Si ya está listo. Nosotros, el 9 de mayo mandamos una carta diciendo que "la delegación de la Argentina (de la CARP) adjunta el pliego de condiciones de condiciones particulares". Ahora bien, nosotros esto lo anunciamos el 4 de mayo. ¿Qué día salió la denuncia de posible corrupción? El 5 de mayo. 
–¿Eso qué significa?
–Yo no puedo saber.
–¿Hay otros intereses, otras empresas interesadas, en el dragado del canal Martín García?
–No sé, porque todo esto surge en el Uruguay. Entonces, el que tiene que aclararlo es el Uruguay. Yo lo que puedo hacer es colaborar. 
–Hablando de colaboración, el ex vicecanciller, Roberto García Moritán, no goza de inmunidad diplomática ni de ningún tipo de protección por parte de la Cancillería…
–Como canciller, tengo la potestad de levantar la inmunidad de un diplomático.
–¿Y usted lo ha decidido en este caso?
–Sí, sí. Totalmente. Desde el canciller, hasta el último funcionario, por el tema del dragado o por un tema de corrupción, no hay inmunidad diplomática. Se levanta en el acto. 
–Sea por investigaciones judiciales que se realicen en la Argentina o en el extranjero.
–Los argentinos no tenemos inmunidad en la Argentina, los uruguayos no tienen inmunidad allá. Pero vamos a poner las cosas en claro: ya hay dos causas en las que Bustillo tiene que declarar y por las que Uruguay no le levanta la inmunidad diplomática. Y yo no lo puedo terminar de entender. Una es la de las franquicias de los autos, donde el juez de primera instancia dice que a Bustillo hay que juzgarlo pero que no lo puede hacer porque siendo un diplomático sólo puede hacerlo la Corte Suprema. Y la Corte Suprema dice que no lo puede juzgar porque al señor (por Bustillo) no le levantan la inmunidad diplomática. Ahora, ¿qué hago yo? Además, no es cierto que la causa está archivada.
–La Corte Suprema archivó la imputación personal contra él...
–Claro, pero eso fue el 12 de mayo pasado. No es que fue hace dos años. No estoy levantando una causa judicial vieja. Y el otro caso es la famosa reunión en el Jockey Club.
–Con García Moritán y el representante de Riovía. 
–Claro. Entonces, hay que aclarar los dos temas. Con el dragado hay que aclarar el tema de Riovía, nada más. Pero me llama la atención que el gobierno uruguayo le mantenga la inmunidad diplomática a una persona que trajo dos autos en forma ilegal al país. Lo dice el juez, no lo digo yo. 
–En el caso de otros diplomáticos extranjeros, que también estaban mencionados en la investigación judicial, ¿sus gobiernos levantaron la protección?
–Todos los gobiernos levantaron la inmunidad diplomática, incluyendo el Congo. No así el Uruguay. 
–El presidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica, dijo que a él no le parecía conveniente el intercambio de cartas entre usted y su par uruguayo, Nicolás Almagro. ¿Hasta qué punto este episodio perjudicó la relación con Uruguay?
–De parte mía en nada. Porque estoy convencido de la importancia estratégica, histórica y desde todo punto de vista de la relación con Uruguay. Y he hecho todo lo posible para que esa relación sea lo mejor posible. Nosotros estábamos a 24 horas de poder firmar el dragado del canal Martín García. Estábamos listos en febrero, pero Uruguay canceló las reuniones de la CARP de marzo y de abril. Recién vinieron en mayo.
–¿Con qué argumento las cancelaron?
–No tenían quórum para venir. Lo que yo me pregunto es: ¿qué pasó para que el 5 de mayo, un día después de que les anunciáramos que estábamos listos para firmar, empezaran a aparecer las denuncias de corrupción? Si hay denuncias de corrupción, hay que investigar. 
–¿Qué falta para poder resolver el tema del dragado?
–Nosotros estamos listos para firmar la profundización (del dragado del canal Martín García). Pero para eso necesitamos estar seguros de que no hay ningún tipo de irregularidad en lo que vamos a firmar.
–¿Los uruguayos tendrían que dar algún paso en concreto?
–Tienen que resolverse las dudas que fueron generadas en la investigación que realizó el Tribunal Nacional de Cuentas uruguayo. «
 
 
Siria, ee uu y el narcotráfico
–Argentina acompañó con su voto una condena a Siria en la ONU por el uso de armas pesadas contra la población. ¿Qué significa esa postura?
–Siempre votamos de la misma manera. Hay tres temas en los que no vamos a variar la postura. La no intervención militar en otros países. De esta resolución se extrajo la parte que podía llevar a una intervención militar. Segundo, pensamos que debe haber un diálogo entre el pueblo sirio y el gobierno sirio. Y tercero, creemos que hay que terminar con la venta de armas a la partes en conflicto. Y como esos tres puntos estaban consensuados, no teníamos ningún problema en votar. 
–EE UU emitió una queja por una supuesta falta de colaboración de la Argentina en la lucha antiterrorista. ¿Qué dice?
–Nosotros estamos conformes. Tenemos una relación muy importante con los EE UU. En temas de seguridad y en temas científicos. Puede ser que haya apreciaciones distintas. Eso no implica tener una mala relación. Implica una visión distinta, nada más. Estamos en contra de la utilización de las Fuerzas Armadas en asuntos domésticos. Los EE UU también. En los EE UU hay una ley que impide que las Fuerzas Armadas actúen en asuntos domésticos. Hay una ley muy antigua.
–¿EE UU no trabaja lo suficiente para limitar o luchar contra la demanda local de drogas?
–Siempre me llamó la atención algo: EE UU ha logrado un liderazgo en todas las industrias como  ningún otro país en los últimos 70 años. En la única industria donde Latinoamérica administra sin que EE UU pareciera que pudiera tener injerencia es en la droga. No hay ningún cártel manejado por un norteamericano. ¿Usted se dio cuenta de eso? Es raro.  
 
 
Fondos no declarados
–En el Congreso se está avanzando en un convenio de intercambio de información sobre los flujos de fondos a Uruguay no declarados.
--Que se aprobó. Es ley en la Argentina.
–¿Qué efectos concretos va a producir para el intercambio de información?
–Primero Uruguay tiene que aprobar la ley.
–Uruguay acaba de decir que le interesaría participar, como observador, del Grupo de Países de la Alianza del Pacífico. ¿Está mandando señales de descontento, hacia Brasil y la Argentina, con este tipo de declaraciones?
–Yo no soy comentarista de la política exterior de los otros países.
–Pero a partir de la aplicación de Licencias No Automáticas para la importación por parte de la Argentina, que quiere cuidar su superávit comercial, el negocio de Uruguay pudo haberse visto afectado…
–No hay ninguna política que no esté permitida por el Mercosur y la OMC. 
–A partir de todos estos problemas en la relación entre la Argentina y Uruguay, ¿se va a concretar una reunión de los presidentes? 
–Bueno, siempre son la última instancia. No hubo por ahora una reunión.

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