Vas bien Victor Hugo, antes te largaban gorilas, ahora te mandan payasos.

Una editorial del diario La Nación sugiere que algún representante de la Justicia denuncie al programa de Víctor Hugo Morales por "apología de delitos graves", a raíz de un informe sobre la situación carcelaria en Argentina. "Peor todavía es ver y escuchar la letra del 'Cuplé de la violencia', por la murga Agarrate Catalina", aclara el artículo.
"Víctor Hugo juega con fuego", se titula un duro artículo editorial del periodista Pablo Sirvén en el diario La Nación, en el que critica la cobertura que el relator uruguayo hizo en su programa "Bajada de línea" sobre la situación carcelaria.
"Lo que ocurrió el domingo de la semana pasada en Bajada de línea podría despertar en algún representante de la Justicia o simplemente en un ciudadano común la imperiosa necesidad de denunciar al ciclo por posible apología de delitos graves, por la manera tan desaprensiva con que fue encarada la delicada cuestión", argumenta Sirvén.
"Nuestro programa siempre trata de abrir puertas en este mundo de rejas en el que hablamos sin conocer demasiado lo que pasa adentro", aseguró Víctor Hugo en el programa mientras caminaba detrás de las rejas de edificaciones europeas, donde pasó más de 20 días para cubrir los Juegos Olímpicos y el partido Argentina Alemania.
"'El modelo de acumulación capitalista necesita gente presa para poder funcionar', expresó con cierta liviandad que muchos considerarán de intolerable cinismo, si se tiene en cuenta que la cara visible del envío impartió estas máximas desde el mundo desarrollado, mientras jugaba visualmente con 'rejas' que tienen un uso muy distinto del que pretende sugerir. Pero eso no es lo más importante ni grave", asegura el artículo.
Sirvén critica la idea de "machacar sobre que el pobre roba porque la sociedad es injusta", que "no sólo es un prejuicio injusto y perverso, sino también peligroso".
"Instalar, como algo ya predeterminado, que el pobre roba es un concepto reaccionario, medieval y falso. Los millones que se levantan al alba para ir a las fábricas y los que atienden sus trabajos por pagas muchas veces miserables sin jamás quedarse con algo ajeno no merecen ese estigma", agrega.
El artículo recuerda algunas declaraciones de presos recogidas en el programa, en el que justifican los asaltos por lo poco que ganan trabajando en un año. "La impunidad está en que ni el conductor ni los expertos hayan reparado en que hay millones de personas que ganan mucho menos de esa cifra anual y no por eso dejan de ser ciudadanos probos", dice Sirvén.
"Peor todavía es ver y escuchar la letra del 'Cuplé de la violencia', por la murga Agarrate Catalina", dice el artículo, en alusión a la canción de la murga uruguaya usada en el programa: "Vos me mandás la yuta y yo te mando para el cajón", cita. "Al nadie explicar nada, produce violencia en todos los sentidos: los que están en el delito, o a punto de caer en él, encuentran un bienvenido justificativo; los amigos de imponer 'mano dura' ven exacerbados sus prejuiciosos odios. El programa, sin dudas, busca provocar, pero ¿a qué costo?", reflexiona el periodista, que ironiza aclarando que "afortunadamente, su audiencia es escasa y entonces su impacto es bien reducido".
"Campea en el programa la idea de la insurrección popular y, por supuesto, los medios de comunicación son nuevamente demonizados y culpados de todo. El programa, encolumnado con el oficialismo, no cree en el efecto disuasivo de las políticas y discursos públicos activos en materia de seguridad por el prurito de parecer 'de derecha'. Los delincuentes, en cambio, no hacen distingos entre sus víctimas: el realizador de Bajada de línea, Tristán Noblia, también fue recientemente asaltado junto a su familia en su casa", concluye.

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