Megaminería


Treinta y Tres: Contundente respuesta del periodista Aníbal Teran al edil comunista Darío Mariño


MARIÑO ANDA PERDIDO
Es la conclusión a la que llego al leer el artículo que firma bajo el título “El fundamentalismo ambiental”. (N.deR.: Ver el artículo al final de esta respuesta).
No lo culpo, extraviarse no es un delito, sigo pensando que se trata de una persona sincera y cuenta con mi aprecio personal. Darío es un valioso vecino de Treinta y Tres, a quien lo necesitamos como compañero de ruta.
Hay cosas en las que le doy la razón: la primera es que no tengo antecedentes militantes ni en política ni en sindicalismo. Hace poco tiempo que me he interesado lo suficiente en estos temas al punto de sentirme impulsado a “jurgármela”, como decimos los uruguayos. No puedo reparar lo que no hice cuando tuve oportunidades de ser protagonista en batallas ciudadanas que ya pasaron. Sin embargo, creo que ello no impide de ninguna manera que hoy, que sí tengo las fuerzas y la convicción como para ir a la lucha, lo haga con la lealtad e hidalguía con que se deben asumir estas lides.
Tal vez el discurso de Mariño durante tantos años dio sus frutos y hoy estoy haciendo lo que Mariño decía que había que hacer. Estoy dando la batalla que debería estar dando Darío Mariño. Por sus antecedentes, por su compromiso ideológico, por su palabra empeñada, por su experiencia política, su capacidad intelectual,… por muchas razones debería ser él quien liderara esta lucha en Treinta y Tres. ¡Cómo me gustaría verlo juntando firmas en defensa del trabajo y del bienestar de los compatriotas como lo estoy haciendo yo! ¡Cómo me gustaría escucharlo desde su banca de Edil reivindicar la soberanía nacional ante los embates neo – colonizadores! ¡Cómo me gustaría verlo en las marchas levantando una pancarta, haciendo flamear una bandera artiguista! Por el contrario, ¡qué pena me da, verlo defendiendo capitales especuladores y latifundistas que pretenden traer más pobreza y sumisión!

Anda perdido Mariño al plantear el problema como una lucha de clases entre el pueblo trabajador y la oligarquía rural.
Debo repetir algo que he dicho varias veces, porque parece que Mariño no me ha oído o no me ha entendido: el hecho de que esté contra la mega minería a cielo abierto, no significa que estoy a favor de la explotación del peón rural. Por supuesto que condeno la tenencia de mucha tierra en pocas manos, por eso me defrauda el Instituto Nacional de Colonización que no está cumpliendo su rol, cosa que no esperaba de un gobierno de izquierda. Es precisamente en los últimos años de administración frenteamplista, que se ha dado una extranjerización de la tierra y un crecimiento de latifundios sin precedentes. “Tierra pa’l que la trabaja” (¿se acuerda Mariño?), vuelve a ser la consigna ante esta triste realidad. Por eso cuando salgo a la calle en una marcha o a pedirle la firma a un vecino para impedir el saqueo de nuestra riqueza, estoy defendiendo los genuinos intereses del país. No se olvide Mariño de la emoción que sentimos al escuchar cantar a Viglietti: “la tierra es nuestra, tuya y de aquel, de Pedro, María, de Juan y José.” Es en ese sentido patriótico que tenemos que defender la tierra. Anda perdido quien aplaude la entrega de nuestro suelo a multinacionales como Aratirí. ¿O ahora son buenas las multinacionales? ¿Desde cuándo dejaron de ser instrumentos del capitalismo creados para perpetuar la dependencia económica de los países periféricos?
Insisto en la que le doy la razón en su postura de denunciar a los malos patrones, que los hay, y no seré yo quien los defienda, por cierto. Pero no se olvide que usted en esto tiene su cuota parte de responsabilidad, ya que desde su lugar de gobernante, puede hacer mucho por reivindicar el trabajo del peón rural, y si todavía hay injusticias y abusos, está en manos de su gobierno, tomar las medidas para que se le pague un salario digno al trabajador del campo. Que quede claro: si un patrón explota a un obrero, es porque el gobierno se lo permite, porque no está atento a que se cumplan las leyes que prevén el trato justo que merece todo trabajador. Además, usted puede hacer su parte también, para promover la entrega de tierra a muchos colonos que esperan su turno, puede apoyar emprendimientos cooperativos en rubros lecheros, apícolas, agrícolas y ganaderos en general. Mariño y UNTMRA: podemos terminar con la pobreza siendo un país agropecuario y turístico. Yo colgaría un cartel con esta frase: Si hay compatriotas pobres, no es porque no tenemos minería, sino porque tenemos malos gobernantes.
Anda perdido Mariño cuando cree que la movida contra las multinacionales está comandada por terratenientes criollos que solo defienden su posición dominante. Si hubiera prestado atención a la marcha del 11 de octubre en Montevideo, habría notado que la inmensa mayoría de la gente que estamos en esta lucha, no pertenecemos a ese sector. Fíjese, por ejemplo, que no es la poderosa Asociación Rural del Uruguay (ARU) quien apadrina este movimiento, que nace más bien de pequeños productores familiares, gente que vive en la tierra y la defiende porque no la ve como una mercadería más. Y sabe una cosa: es directamente falsa su insinuación de que la campaña contra Aratirí esté sustentada por ricos y que tiene “gran respaldo mediático”. Por lo que he podido comprobar desde hace un par de años que ando en estas vueltas, los gastos los pagamos entre todos, cada cual colaborando con lo que puede, y vaya si hay dificultades para instalar el tema en los medios. ¿O cree usted que los diarios y semanarios que cobran buena plata de Aratirí por distribuir sus folletos, no miden muy bien las escasas menciones que nos dan, cuidando de no incomodar a su cliente?
¿No ha comparado los minutos que tiene el discurso a favor de la minería en la TV y la radio de alcance nacional, con los que excepcionalmente se nos concede a los opositores? ¡Hágalo, por favor!
Anda perdido Mariño si cree que vamos a sacar a los compatriotas que están en la pobreza con la “ayuda” de las multinacionales. ¿No ha ido por Minas de Corrales? Ese pueblito del departamento de Rivera es una terrible muestra de la espantosamente injusta distribución de la riqueza que hace el negocio minero. Tras décadas de extracción de oro, Minas de Corrales es un pueblo pobre, triste y decadente. Esto no es ofensa para sus habitantes, que no son los responsables de su pobreza. Los ha empobrecido el negocio minero. ¿Eso queremos para Cerro Chato y sus alrededores? Pero no es el único ejemplo: en otros países de la región, especialmente Argentina, la pobreza se agudizó desde que llegó la minería de gran porte, porque esos cientos de puestos de trabajo que prometen las empresas después quedan en muy pocos y mal pagados. Bueno, ya lo vimos en Fray Bentos con BOTNIA, donde hoy trabaja un puñadito de uruguayos, y se decía iba a haber trabajo para miles.
Anda perdido Mariño, si cree ese discurso de la transformación y diversificación de la matriz productiva del país. Quien cría pollos no puede criar comadrejas. La minería de gran porte es esa comadreja que se comería los pollos que tenemos, porque desplazaría la ganadería, la agricultura y el turismo, nunca les complementaría. ¿Conoce algún ejemplo en el mundo donde convivan minería, agropecuaria y turismo? ¿No le parece un crimen arruinar el bendito suelo fértil que tenemos con la mejor red hídrica del planeta, para meternos en un negocio provisorio e insustentable como es el de la mega minería, que cuando se termina –y eso sucede muy pronto- , deja pobreza y desocupación?
Anda perdido Mariño, repitiendo la fábula de la supuesta gran industria siderúrgica nacional que nacería de la extracción de hierro en Valentines. Me pregunto cómo un hombre de su experiencia no se da cuenta que ese es “un cuento del tío” para ilusionar a los obreros con algo inverosímil y lograr aceptación social para un proyecto que es puramente colonialista, tanto que tienen que inventar algo así para ver si nos hacen tragar la pastilla de veneno que en realidad nos están ofreciendo.
Anda perdido Mariño si cree que la DINAMA puede garantizarnos algo. La extrema presión política bajo la que están trabajando sus funcionarios, que fue denunciada y consta en actas del parlamento, no permite que éstos desarrollen su tarea con la debida independencia técnica. Usted que tiene buenos contactos en el PIT – CNT, lea las actas de las denuncias de los trabajadores del MVOTMA, estoy seguro que después de eso ya no se atreve a invocar ningún control de la DINAMA.
Bueno Darío, como puede ver, argumentos me sobran para demostrar que no soy un fundamentalista ambiental, cerrado en su propio empecinamiento, como usted dice. Pero más que discutir, quisiera un diálogo que nos acerque, porque me interesa recuperarlo, que usted retome la senda que perdió, que podamos trabajar juntos en la defensa de los verdaderos intereses de nuestro querido país, y en especial de la clase trabajadora con la que usted siempre se ha identificado.
Con el respeto y la cordialidad que se merece, su vecino
Aníbal Terán Castromán






ANEXO 1.-  El artículo que mereció la respuesta anterior
“EL FUNDAMENTALISMO AMBIENTAL
de Darío A. Mariño Chaves, el El jueves, 18 de octubre de 2012 a la(s) 15:33 ·


Blog del PCU de Treinta y Tres donde publica el edil Darío Mariño

Con mucho “más ruido que nueces”, pero apoyados en sus fuertes recursos económicos y un gran respaldo mediático, un pequeño sector de nuestra sociedad ha logrado instalar una sensación de “fuerte resistencia a la megaminería”, según escribe en diversos medios el periodista Aníbal Terán, quien se ha transformado en el principal vocero de la llamada Comisión en Defensa de la Tierra, el Agua y los Recursos Naturales, que viene concretando una clara estrategia de utilización de diversos espacios, en especial algunos generados por el gobierno nacional o los gobiernos departamentales, como las audiencias públicas o los llamados foros de desarrollo, para hacer sonar con estridencia los “argumentos” de “su causa”.
No será el centro de nuestra argumentación la descalificación de los voceros (por aquello de “no matar al mensajero”…) aunque en eso se han transformado tanto Terán como algún “revolucionario de internet” que también anda por ahí, y lamentablemente también algunos ciudadanos olimareños que conocemos, que sin tanta búsqueda de micrófonos como aquellos, creen honestamente estar luchando por una causa noble.
Es sólo un detalle que a estos devenidos voceros del fundamentalismo ambiental jamás se los haya visto antes luchando en serio por alguna causa justa, juntando firmas no en puestitos circunstanciales, sino embarrándose todos los días para golpear todas y cada una de las puertas del país entero, ya contra la impunidad de los gorilas, ya en defensa de las empresas públicas… ¡y vaya si tuvieron oportunidades de haberlo hecho!
Tampoco se les vio jamás solidarizándose con un sindicato en conflicto, o visitando una empresa ocupada, ni pasando siquiera por la vereda de las ollas sindicales en aquel durísimo 2002… En fin…
El verdadero interés de esta movida está en ese pequeñísimo sector social que la comanda, que son los productores de la zona de Valentines y Cerro Chato, lo que también enmarca esta disputa en el contexto de la lucha de clases. Sólo desde la pertenencia al grupo hegemónico que ostenta el poder real en el país, o la connivencia con él, consciente o no, se puede seguir reivindicando el carácter de país casi exclusivamente agrícola ganadero y de servicios.
Estamos en una etapa de la vida nacional en que se hace absolutamente necesario profundizar las conquistas populares, avanzando en democracia, y en ese marco la mejor y más justa distribución de la riqueza se vuelve condición indispensable. La necesidad de la transformación y diversificación de la matriz productiva del país, toma un protagonismo creciente en tanto puede empezar a generar un real derrame social de las riquezas de la nación.
Cobra entonces un papel fundamental la explotación de los recursos naturales, apuntando a que se los conciba como patrimonio de las grandes mayorías nacionales, y en beneficio de éstas se desarrolle. Como bien lo dice la UNTMRA: usar racionalmente los recursos naturales para sacar de la pobreza a amplios sectores de nuestro pueblo que aún la sufren.
Esta necesidad navega entre dos fundamentalismos: el que plantea que todo lo que se haga en el marco del gobierno del FA está bien, a cualquier costo, en tanto genere trabajo, y el que hemos dado en llamar fundamentalismo ambiental, que no reconoce más realidades ni razones que su propio empecinamiento.
Y, como no nos gusta ningún fundamentalismo, decimos claramente que si la única alternativa de explotación minera estuviera planteada como un proceso meramente extractivo y exportador nadie dude que también estaríamos en contra, porque en tal caso sí cabría adjudicarle la condición de colonialista, en tanto profundizaría la dependencia. Pero los propios trabajadores organizados tienen propuestas programáticas que deben ser atendidas efectivamente, y que se basan en un desarrollo de la minería radicalmente diferente, apuntando a la industrialización de los recursos extraídos, con la consabida incorporación de valor agregado, pudiendo, por ejemplo en el caso del hierro, utilizar ese recurso en la promoción de una poderosa industria siderúrgica nacional, en el desarrollo de la industria automotriz y naval, propuesta que desactiva el pobrísimo argumento de que estos emprendimientos generarían trabajo sólo para unos pocos años.
Y lo realmente importante, generarían trabajo de calidad. Nadie más interesado que los propios trabajadores del sector en que los controles ambientales y el desarrollo del trabajo en condiciones de salud e higiene laboral se cumplan estrictamente, pues lo que ponen en juego es su propia vida y la de sus familias.
En tal sentido, la presencia del Estado se hace vital, fortaleciendo los organismos de contralor tales como DINAMA y DINAMIGE, y promoviendo desde las propias empresas públicas políticas de desarrollo real acompasadas con el objetivo de construcción del país productivo con justicia social y profundización democrática. El Estado debe transformarse en el principal actor en las políticas de extracción minera.
La profundización democrática no puede ser concebida sino como avance en conquistas y ampliación de derechos para las mayorías. Es natural, y aquí se cuela una vez más la porfiada lucha de clases: que estos sectores poderosos renieguen del cambio hasta cultural que significa que en la zona de Ruta 7 los obreros se organicen y, fruto de ello y de su lucha, pasen a tener un salario decoroso y condiciones de trabajo decentes, situación que no se daba cuando muchos de los mineros de hoy eran superexplotados en los establecimientos de estos mismos “señores” que ahora a voz en cuello pretenden asir banderas que no les pertenecen, como el ambientalismo y la defensa de la soberanía.
Por su parte, el Comité de Base de la UNTMRA en Aratirí, cuando estos personajes se alegraron ante la paralización de las obras y el consiguiente pase a Seguro de Paro de cientos de obreros, en el marco de una gran movilización colocó en Cerro Chato un cartel con una interrogante que no se animan a responder: “Los que festejan, cuándo quedemos sin trabajo ¿qué proponen?”
Cuando pagaban salarios de cuatro o cinco mil pesos por extensísimas jornada de trabajo… Cuando amenazaban con el despido si sus obreros intentaban sindicalizarse… ¿invocaban también a José Artigas?...
¿No será que se les han entreverado algunas palabras de las frases que usan, y que en lugar de “defender el rico patrimonio de los orientales”, están defendiendo el patrimonio de los orientales ricos?”


Anexo 2.- ¿Quién es Darío A. Mariño Chaves?

Fue integrante de la Mesa Ejecutiva y posterior vicepresidente de SUTEL, integró el Plenario Departamental del PIT-CNT de Treinta y Tres, fue presidente de dicho plenario.
Además, fue integrante de la Mesa Representativa del PIT-CNT como delegado departamental, fue orador en mas de una ocasión en el 1º de Mayo departamental, presidió la Comisión Departamental de Treinta y Tres  en  Defensa del Patrimonio Nacional y la Soberanía, participó en la Comisión en Defensa de ANCAP y también formó parte de la Comisión en Defensa del AGUA, participó en Congresos del PIT-CNT como delegado sindical.
Fue Uno de los principales promotores de la Concertación Programática, donde el PIT CNT marchó pisando la bosta de los caballos de la Federación Rural bajo la consigna “Rentabilidad o Muerte”.
Desde 2010 es edil departamental de Treinta y Tres por el PCU- Frente Amplio. En el Blog del PCU de treinta y Tres, aparece la foto que acompaña este texto, donde se lee “el legislador leninista”…

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