Mujica se disculpó y justificó lenguaje "áspero y canero"

Néstor Peralta comenta

El Presidente Mujica ha acusado reiteradamente a otros ex compañeros suyos de trabajar con patente de preso. Parece que esa es su prerrogativa personal, el saca la patente de preso incluso para justificar su mala educación.

Es cierto que en la intimidad uno se expresa con menos cuidado que cuando lo hace públicamente. Pero no es cierto que los ex presos políticos se expresan como lo hace Mujica. ...Los ex presos políticos fueron miles, y yo he tenido ocasión por ser uno de ellos, de conocer bastantes. Ninguno, ninguno y repito ninguno se ha reprogramado el lenguaje y se le ha incrustado el pésimo léxico del lunfardo de los privados de libertad para toda la vida. El lenguaje que uno usa es una cuestión de elección personal. Él ha elegido esa forma que le habrá servido para ganar votos, pero que no le sirve al Primer Mandatario del País. Creo que con el afán de explicar lo inexplicable, acude a una mentira tonta. Insulta la inteligencia de los que lo escuchamos y más insultará a los aludidos en sus "chamullos". El lunfardo es muy antiguo, de fines del siglo XIX y principios del XX. No creo que los presos actuales hablen de esa forma. Ellos reinventan el lenguaje para no ser entendidos por los guardias. En el caso del Presidente todos entendemos lo que dijo y lo que quiso decir. Si el cree que no debe dar disculpas que no las dé. Sería más digno. Y si las dá como acaba de hacerlo, que lo diga con honestidad. Decir me expresé mal, estaba irritado, lo que sea que lo llevó a hablar mal, sería también más digno.

Yo conocí a Mujica en el año 68 y militamos juntos, y luego coincidimos en P. Carretas, y también en Libertad (aunque luego él fue llevado a los cuarteles), y él ya hablaba así. No sólo hablaba así, vivía ya "austero", por no entrar a describir su forma de vida.
Atte.
Néstor Peralta

El "vivo" y "astuto" se arruga y le echa las culpas de sus dichos lúmpenes a...su época de guerrillero. Es decir que según Mujica los tupamaros eran maleducados, bocasucias, chicaneros, se burlaban de defectos físicos, atrevidos y más que nada ordinarios. Muy pero muy lejos de la verdad sobre una guerrilla que supo hacer un arte de sus relaciones con la gente, con el pueblo, el respeto. Sigue diciendo cualquier cosa con la más absoluta impunidad. Quiere tapar una inmensa cagada que afectó a todo el país cargando a otros con sus culpas.