OBAMA NO ESPÍA AL GOBIERNO DEL FRENTE AMPLIO “No somos nada”

  9 de julio de 2013

 DIJO CRISTINA FERNÁNDEZ PRESIDENTA DE ARGENTINA
“ME CORRE FRÍO POR LA ESPALDA CUANDO NOS ENTERAMOS QUE NOS ESTÁN ESPIANDO A TODOS A TRAVÉS DE SUS SERVICIOS DE INFORMACIONES Y DEL OTRO LADO, DENTRO DE NUESTRO PROPIO PAÍS”


También eran espiados, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Venezuela, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador


Según documentos filtrados por el topo Snowden, la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana realizó inteligencia sobre el país de “forma constante pero de menor intensidad”; también se espió a Brasil, Colombia, Ecuador, México y Venezuela, entre otros

El espionaje cibernético realizado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos incluyó a la Argentina, entre otros países de Latinoamérica como Brasil, Colombia, Ecuador, México y Venezuela, según reveló hoy el diario brasileño O Globo.

El reportaje, elaborado conjuntamente con el periodista inglés Glenn Greenwald del diario británico The Guardian, se basa en documentos de la NSA filtrados por el ex informante Edward Snowden, conocido como el topo. O Globo asegura que sobre la Argentina se realizó espionaje “de forma constante”, aunque “de menor intensidad”. La misma tarea se realizó sobre Venezuela, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador.

Según el matutino brasileño, que ayer reveló que había una base de la CIA en Brasil, a través del programa bautizado “Prism” la agencia NSA obtuvo datos sobre petróleo y compras militares de Venezuela, así como sobre energía y narcóticos en México. Además, estuvo al tanto de los movimientos de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El programa “Prism” permite acceder a e-mails, charlas online y otros tipos de comunicación de clientes de empresas como Facebook, Google, Microsoft y You Tube.

Según la información, México y Colombia fueron los dos países latinoamericanos en los que, conjuntamente con Brasil, se registró una actividad más intensa de las prácticas de espionaje vía satélite de llamadas telefónicas y mensajes de e-mail realizada por la NSA en colaboración con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El “Prism” no ha sido el único programa utilizado por la NSA en acciones de espionaje en el continente. Según los documentos, entre enero y marzo pasados estuvo activo el programa “Boundless Informant”, capaz de monitorear llamadas telefónicas y accesos a la red Internet.

Otro programa, X-Keyscore, que puede identificar la presencia de un extranjero en un país a través del idioma usado en e-mails, ha sido usado por la NSA en Colombia, Ecuador y Venezuela en 2008, precisamente en la época en que militares colombianos invadieran el territorio de Ecuador para asesinar a un dirigente de las FARC, lo que generó una grave crisis en política en la región.

La actividad de espionaje en Colombia volvió a intensificarse en marzo pasado, luego de la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, agregó el informe.

El rotativo también destaca que, además del espionaje cibernético, la NSA utilizó también, al menos hasta 2002, equipos personales de agentes secretos que operaban disfrazados de diplomáticos en por lo menos cinco países: Brasil, Colombia, Panamá, México y Venezuela.

“Es seguro, también, que la NSA mantuvo al menos hasta 2002 una base de cosecha de datos en Centroamérica, ubicada en Sábana Seca, en el distrito de San Juan de Puerto Rico, según los mapas de la agencia”, afirma el texto, que agrega que no ha sido posible confirmar si las actividades en Puerto Rico siguen o no en curso.

Durante un discurso en un acto aniversario de la Independencia Argentina Cristina Fernández de Kirchner dijo que le corrió “frío por la espalda” cuando se entero de que EE.UU. espiaba a la Argentina.

La Presidenta se refirió a las revelaciones de Snowden durante el acto central por el 9 de Julio. También afirmó que “como en 1816, hoy estamos ante una nueva configuración mundial”. Pidió que no le hablen de inseguridad “si antes no hablan de reforma judicial”. Y exaltó al gobierno de Alperovich.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó en Tucumán los actos de celebración de los 197 años de la Declaración de la Independencia. Cristina llegó a las 13.40 al aeropuerto de Tucumán y de allí fue a la Casa Histórica donde rindió homenaje a los próceres de 1816.

En su discurso, la presidenta Cristina Kirhcner se refirió a varios temas, entre los que tocó a la llamada “nueva configuración del mundo”, las revelaciones de Snowden y el escándalo de Evo Morales y la reforma de la Justicia, entre otros.

Comenzó el discurso hablando de que ayer “entregábamos a un alumno de una secundaria pública la computadora número 3 millones”, anécdota que le sirvió para enganchar sobre el 9 de julio. “Qué bueno que podamos ver lo que pasó en estos casi 200 años y lo que está pasando en nuestra región”, siguió

La mandataria explicó que mientras en aquella Argentina de la Independencia se apuraba la declaración con la caída de las monarquías mundiales, en EE.UU. se configuraba un modelo de “gran taller del mundo”, con la victoria de Lincoln el abolicionista.

“Aquí, mal que le pese a quien les pese, ganaron los que pensaron que la Argentina debía ser exportadora de manufacturas. Las grandes potencias se habían asignado el rol de que esas materias primas las iban a producir ellas. EE.UU. como el gran taller del mundo, la potencia industrializadora.”, continuó.

Luego de exaltar la “década ganada” kirchnerista en los que dijo que “hemos crecido gracias a la industrialización, al desendeudamiento y gracias a Néstor”, explicó que las grandes potencias quieren volver al pasado.

“Ahora también como en 1816 estamos ante una nueva configuración mundial”. La Presidenta dijo que hay un intento porque los países de la región vuelvan a ser “solamente  exportadores de materias primas” y que “los gobernados del pueblo de América del Sur tenemos el deber de mirar lo que está pasando y unir nuestras fuerzas”.

“Me corre frío por la espalda cuando escucho las opiniones de dirigentes de otras fuerzas, incluso empresariales, que sólo se fijan en lo pequeño y no se dan cuenta de lo que está pasando”, expresó Cristina.

La jefa de Estado dijo: “Me corre frío por la espalda cuando fui a Bolivia y vi que un presidente hermano, Evo Morales había sido detenido durante 13 horas como si hubiera sido un ladrón”. “Me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que nos están espiando a todos a través de sus servicios de informaciones y del otro lado, dentro de nuestro propio país, solo escucho silencio”, agregó por las declaraciones del caso Snowden.

La Presidenta pidió también “construir los cimientos de esta segunda independencia que logramos” y saber que lo tenemos que hacer “junto a los hermanos de América del Sur”. “Pensar que hay algunos que guardándose algo de la cosecha nos van a correr. No nos van a correr. Tener más plata no te hace más inteligente: ¡Guarda!”, continuó.

Agregó refiriéndose a sectores de la oposición que “piensen en los intereses de la patria y no lo que le marca una agenda mediática”. “Por eso, fortalecer el estado no es fortalecer el gobierno. Nadie es eterno ni lo quiere ser en el gobierno. Lo que debe ser permanente es nuestra patria, nuestra Nación. Es lo que debe fortalecer y unificar los esfuerzos”, declaró.

“Ahora que la decisión volvió a ser Nacional, ahora que hemos logrado desendeudar al país, ahora que vemos un Gobierno que sigue ampliando derechos: ¿Por qué no poner todos el hombro para que esto siga para adelante? No es mucho lo que se está pidiendo”, exigió.

En otro tema, la mandataria pidió por “una reforma más”, que es la de la Justicia. “Susana Trimarco es testimonio vivo de que se necesita”. “Que nadie me venga a hablar de inseguridad si antes no me habla de reforma de la Justicia”, siguió. “Tenemos la autoridad moral de haber designado miembros de la Corte de los que ni siquiera conocía el Presidente Néstor Kirchner, Por supuesto, también tendrían que pagar impuestos”, continuó.

“Yo me  conformo con que el pueblo pueda votar para elegir, no a los jueces, sino a quienes deciden que si un juez no cumplió su función, pueda hacer algo”.
“No queremos más Susanas Trimarco en ninguna parte del país. Por que también sabemos, haciendo un poco de historia, que la historia de los golpes militares no empezó en 1976, sino en los 30” cuando la Corte dijo que estaba bien el derrocamiento contra Yrigoyen.

Cristina defendió su gestión y acusó a las potencias de “timbear”. Dedicó su mensaje por la fecha patria a comparar la evolución de la economía local con la del mundo desde 2003.

Desde la capital tucumana, donde encabezó el festejo central por los 196 años de la Declaración de la Independencia, Cristina Fernández de Kirchner defendió ayer su gestión y la de su marido al comparar la situación que vivían el país y el mundo en 2003 con la actual.

En una siesta soleada, Cristina estuvo acompañada del vicepresidente Amado Boudou; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el resto de sus ministros excepto Alicia Kirchner, de viaje a Caracas y los gobernadores de La Rioja, Luis Beder Herrera; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Jujuy, Eduardo Fellner; además del anfitrión José Alperovich, y su esposa Beatriz Rojkés, presidenta provisional del Senado.

La Presidenta recordó que era la novena vez que celebraba el 9 de Julio en Tucumán, y que la primera fue al poco tiempo que Néstor Kirchner asumiera la Presidencia. “Eran un mundo y un país totalmente diferentes. Nos habíamos caído del mundo”, rememoró.

“Desde aquel 9 de Julio, la Argentina comenzó lenta pero inexorablemente a levantarse sobre sus ruinas, a levantar sus banderas y a sentirse orgullosa”, remarcó.

Tras rescatar las políticas de su marido de desendeudamiento e industrialización, señaló que “este 9 de Julio nos encuentra casi con un mundo dado vuelta”.

Cristina contrastó “una Argentina que ha crecido en estos 9 años a un ritmo como nunca lo había hecho en sus 200 años de historia”, con “una crisis internacional” producida porque las potencias “han timbeado durante 9 años en las grandes centrales mundiales de poder, en los paraísos fiscales, miles de millones que no se sabe si existen, que solamente existen en un mundo virtual”.

La Presidenta dijo que vio en el G20 el desplome de “otrora economías florecientes”. Pero aclaró: “No nos alegra, al contrario, nos preocupa y nos ocupa, porque sabemos que en un mundo tan interconectado no hay posibilidades de no recibir los coletazos de semejantes desastres”.

En la misma línea de defensa de su gestión, dijo: “¡Qué orgullo siento como argentina cuando veo que en naciones como  la France, la Gran Francia de la cual vinieron las ideas revolucionarias de Mayo, recién ahora se esté tratando el matrimonio igualitario!”.

Al respecto, destacó que ésta fue la única ley que votó Néstor Kirchner como diputado.

“A él no le gustaba la tarea legislativa, lo aburría enormemente”, comentó. Al final de su discurso, Cristina llamó a la “unidad nacional”. “No es una unidad para cualquier cosa, es una unidad para ayudar a los demás, es una unidad para darle al que todavía le falta el trabajo, es solidaridad y es justicia por la que venimos luchando desde hace más de 200 años”, concluyó.

Paradójicamente, dirigentes de la oposición reaccionaron con críticas a la “partidización” de la celebración patria e instaron a recuperar “otra cultura política”. Uno de los que lo hizo fue el ex candidato presidencial del Frente Amplio, Hermes Binner, quien llegó a Tucumán para encabezar el tradicional “locro del 9 de Julio” del Partido Socialista al cual asesora Esteban Valenti el asesor de la campaña electoral del ex Presidente uruguayo Tabaré Vázquez.

La Presidenta argentina dijo en Tucumán que la especulación financiera generó una crisis internacional que terminó en “un mundo dado vuelta”. En su discurso conmemorativo del 9 de julio, dijo que el próximo 3 de agosto se terminará de pagar el “corralito”.

“Era un mundo totalmente diferente, Éramos nosotros los que nos habíamos caído del mundo”, dijo sobre el arranque de la presidencia de su ex esposo. Y dijo que allí se comenzó a “romper las cadenas que eran el desendeudamiento, esa deuda feroz que obturaba cualquier desarrollo; necesitábamos romper las cadenas que imposibilitaban el crecimiento argentino”, dijo recordando a Néstor Kirchner.

“El le proponía y le propuso a los argentinos un modelo que parecía a contramano del mundo”, contó la Presidenta. 

Citó al líder del peronismo: “Siempre ha sido una fecha muy emblemática. Perón decía que era una fecha muy importante para los argentinos” el 9 de julio.

“Pocos han sido los gobiernos en la historia, dentro del mismo proyecto, que pudieron ver cómo cambiaba el mundo y cómo cambiaba el país. Ni que recordar el 2001. El próximo 3 de agosto la Argentina terminará de pagar el corralito”, afirmó la jefa de Estado.

Y criticó a “todos esos economistas que vienen anunciando todos los días” dificultades en la gestión de su Gobierno y dijo que era los mismos que en 2001 “no pudieron prever cuando los bancos cerraron las puertas. ¿Escucharon o leyeron en algún diario que el Gobierno iba a tomar esa medida? Y sin embargo, la tomaron”.

“Es hora de que aquellos argentinos a estos que los engañaron que rindan cuenta de una vez por todas”, destacó la mandataria.

Y detalló: “Unidad nacional no quiere decir que todos pensemos lo mismo, sino ponerse de acuerdo sobre las banderas fundamentales, unidad nacional a la que convoco a los 40 millones de argentinos porque necesitamos también de otra unidad superior que es la unidad regional, la de la América del Sur, de este Mercosur, de la Unasur”, sentenció.

Para finalizar, pidió a sus militantes que a la “Argentina le pongamos unidad, organización y solidaridad”.

Uno de los sitios más reclamados por las distintas corrientes internas del PJ era el pie del palco donde se ubicará la Presidenta, aunque se estimaba que este sería reservado para los militantes de La Cámpora, agrupación que ayer realizó un plenario regional en Tucumán.

Revelan que había una base de la CIA en Brasil.

Según documentos filtrados al diario O Globo por Snowden, Washington la usaba para espiar a China y a otros países.

Por lo menos hasta 2002, agencias de inteligencia de Estados Unidos operaron desde Brasilia una estación de espionaje electrónico para recabar datos de otros países, informó ayer O Globo, de acuerdo con documentos filtrados por el ex contratista de la CIA Edward Snowden, a los que el diario brasileño tuvo acceso.

“Brasilia era parte de la red de 16 bases de esa agencia dedicadas a un programa de recolección de información a través de satélites de otros países”, informó O Globo, y aclaró que no se puede afirmar que las prácticas hayan continuado hasta la actualidad por falta de pruebas.

La presidenta Dilma Rousseff dijo que si hubo espionaje en su país eso correspondería a una “violación a la soberanía”, pero se mostró cautelosa de acusar a Estados Unidos tras la denuncia de O Globo. Además, anunció que su país llevará el caso de supuesto espionaje a ciudadanos brasileños al seno de las Naciones Unidas.

“Vamos a presentar la propuesta a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pues uno de los preceptos fundamentales es la garantía de la libertad de expresión, pero también de los derechos individuales, principalmente el de la privacidad, que también está garantizado en nuestra Constitución”, dijo Rousseff a periodistas.

En tanto, en una entrevista al canal Globo, el periodista norteamericano radicado en Brasil Glenn Greenwald, que desató el escándalo mundial de espionaje en su columna del diario británico The Guardian gracias a las filtraciones de Snowden, apuntó que a través de Brasil los agentes norteamericanos buscaban espiar a China.

Según los documentos revelados por Snowden, en Brasilia trabajaban agentes de la CIA y de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en una suerte de fuerza de tarea llamada “Servicio de Recolección Especial”. Los agentes se habrían hecho pasar por diplomáticos.

De acuerdo con los datos revelados por el topo de la CIA, se habrían montado dos de estas estaciones para espiar satélites: además de la de Brasilia, la otra estaba en Nueva Delhi. Si bien Brasil no posee satélites propios, alquila ocho de tipo geoestacionario. Los blancos del espionaje serían muy amplios. “Sistemas de comunicación de satélites comerciales extranjeros son usados en el mundo entero por gobiernos extranjeros, organizaciones militares, corporaciones, bancos e industrias”, resaltan los documentos.

El gobierno ya había manifestado su “grave preocupación” por las denuncias de O Globo de anteayer sobre el espionaje de comunicaciones electrónicas de ciudadanos y empresas brasileños. El gobierno ordenó una investigación de la policía federal y de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones. “Si eso realmente ocurrió, configura un crimen contra la legislación brasileña y la Constitución”, advirtió el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.

El Departamento de Estado norteamericano señaló que está en contacto con las autoridades brasileñas para resolver la situación. Por su parte, el Senado brasileño se preparaba ayer para convocar de manera urgente al embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon.

La tensión entre Brasil y Estados Unidos tiene lugar después de que las relaciones entre Washington y otros países de la región se enturbiaran por el maltrato diplomático sufrido por el presidente boliviano, Evo Morales, cuyo avión fue desviado en Europa ante las sospechas de que viajaba con Snowden. Ayer, cientos de personas reclamaron frente a la embajada de Estados Unidos en La Paz el cierre de la legación diplomática. Los manifestantes quemaron banderas norteamericanas y de países europeos.

EE.UU. también espiaba a Paraguay.

El Paraguay figura entre los países de la región que fueron espiados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos de Norteamérica, según publicó este martes el diario brasileño O Globo.

La investigación que realizan los periodistas de O Globo Glenn Greenwald, Roberto Kaz y José Casad detalló este martes que, aparte de Brasil, varios países de la región fueron espiados por la NSA y la CIA de Estados Unidos, en especial Colombia, México y Argentina, entre otros.

Los periodistas accedieron a documentos del ex agente del NSA Edward Snowden, en los que se detalla que EE.UU. recurrió a la interceptación de llamadas telefónicas y correos electrónicos para vigilar a los países de la región, entre ellos Paraguay.

“También fueron espiados de forma constante, pero en menor intensidad, Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador”, publicó el diario brasileño.

La publicación no detalló qué es exactamente lo que espío EE.UU. de Paraguay, ni cuándo ocurrió ni cuáles eran los asuntos que interesaban a los norteamericanos sobre el Estado paraguayo

El medio de prensa está publicando una serie de notas sobre presuntos espionajes realizados por la NSA y la CIA, ambas de Estados Unidos, en el Brasil así como en otras naciones de la región.

El proveedor de los documentos es el estadounidense Snowden, quien contactó con un periodista del diario inglés The Guardian. El mencionado se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, Rusia, buscando un país para asilarse.

EEUU espiaba a toda la región, según periódico brasileño.

La red de espionaje de Estados Unidos, denunciada por el ex analista de la CIA Edward Snowden, se expandió por toda América Latina y tuvo un especial foco en Brasil, México y Colombia, informó hoy el diario O Globo.

El periódico brasileño publica hoy nuevos documentos que dice haber obtenido en medio del escándalo desatado por las denuncias de Snowden y asegura que “uno de los aspectos” del espionaje es que “Estados Unidos no se interesaba sólo en asuntos militares”, sino también en “secretos comerciales”.

En ese marco, afirma que el espionaje se dirigió, por ejemplo, a las áreas de “petróleo” en Venezuela y de “energía” en México.

También sostiene que, junto con Brasil y México, otro “blanco prioritario” fue Colombia, donde fueron vigilados “los movimientos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”.

Tanto la edición online como la impresa del diario O Globo, dieron gran destaque al sistema de espionaje norteamericano que se habría asentado en Brasilia y otras capitales de la región.

También “fueron espiados en forma constante, aunque con menor intensidad, Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador”, dice el periódico.

O Globo publica mapas que marcan en rojo los países más espiados por la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), y equiparan a Brasil, Colombia y México con países de gran interés geopolítico para Estados Unidos, como Irak.

También, revela que, así como hubo una “base de espionaje” que operó en Brasilia, también funcionaron otras similares en Caracas, Bogotá, Ciudad de Panamá y Ciudad de México.

Esas cinco bases habrían funcionado hasta 2002 y no existen pruebas de que hayan vuelto a operar desde entonces, apunta O Globo.

En el caso de Colombia, indica que es un país que “mantiene una alianza militar con Estados Unidos sin paralelo con otros países de Suramérica”, lo cual “lo convierte en un área privilegiada para agencias estadounidenses como la NSA” en toda la región.

La posibilidad de que las actividades de espionaje desarrolladas en Brasil hayan incluido el rastreo de llamadas telefónicas o de la actividad de los ciudadanos en internet ha desatado un escándalo en el país y la presidenta Dilma Rousseff anunció este lunes que su Gobierno se propone denunciar el caso ante las Naciones Unidas.

“Vamos a presentar la propuesta a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pues uno de los preceptos fundamentales es la garantía de la libertad de expresión, pero también de los derechos individuales, principalmente el de la privacidad, que también está garantizado en nuestra Constitución”, declaró Rousseff.

“Si hubo participación de otros países y de otras empresas que no sean brasileñas seguramente hay también una violación de soberanía” y “una violación de los derechos humanos”, apuntó.

La mandataria, sin embargo, pidió prudencia para investigar “sin precipitación ni prejuicio” y aseveró que la posición de Brasil “es muy clara y firme: No estamos de acuerdo, de ninguna manera, con una interferencia de este orden no sólo en Brasil sino en cualquier otro país”.

La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado anunció que convocará al embajador de EE.UU. en Brasil, Thomas Shannon, a fin de que explique las supuestas actividades de espionaje en el país.

El Gobierno ha recibido las informaciones con “una grave preocupación” y el canciller Antonio Patriota informó este domingo de que ha pedido “explicaciones” a Estados Unidos.

Shannon, quien está a punto de ser sustituido por la actual secretaria asistente adjunta para Cuba, América Central y el Caribe del Departamento de Estado, Liliana Ayalde, se ha reunido con autoridades brasileñas y negado el supuesto espionaje.

Sin embargo, según el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, el diplomático admitió que son “estudiados” el origen y el destino de llamadas telefónicas, “aunque sin entrar en contenidos”.

El asunto ha estallado en momentos en que Rousseff prepara la que será su primera visita de Estado a Washington, prevista para el próximo 23 de octubre, cuando deberá ser recibida por su homólogo Barack Obama en la Casa Blanca.

A través de la red social Twitter el portal WikiLeaks anunció que el ex agente de la CIA, Edward Snowden, aún no ha aceptado el asilo en Venezuela; sin embargo el mensaje fue eliminado minutos después. Este lunes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que el joven será recibido en ese país.

El ex colaborador de la Agencia Central de Inteligencia CIA,  Edward Snowden, todavía no ha aceptado formalmente el asilo en Venezuela, según informó este martes WikiLeaks a través de Twitter.

WikiLeaks señaló también que “los Estados involucrados en el asunto harán sus declaraciones cuando sea el momento adecuado. A continuación su anuncio será confirmado por nosotros”. Sin embargo, luego de pocos minutos ambos tuits fueron eliminados por WikiLeaks.

Lo mismo sucedió con el jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma Estatal rusa, Alexéi Pushkov, quien anunció el martes en su cuenta de Twitter que Edward Snowden había aceptado el asilo político ofrecido por Venezuela. Pero luego también eliminó el tuit.

“Como era de esperar, Snowden ha aceptado la propuesta de Maduro presidente de Venezuela de asilo político”, escribió el diputado a través de su cuenta en Twitter. “Al parecer, esta opción le pareció a Snowden la más segura”, añadió. Minutos más tarde, el político eliminó el mensaje, luego de que fuera difundido ampliamente por los medios de comunicación.

El pasado lunes la máxima autoridad de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó a la salida de una reunión sostenida en el Palacio de Miraflores con su homólogo de Panamá, Ricardo Martinelli, haber recibido la solicitud de asilo enviada por el ex agente de la CIA que está siendo perseguido por el Gobierno de los Estados Unidos, tras revelar las irregularidades de espionaje cometidos por ese país.

En este sentido el Presidente Maduro indicó que “Snowden tendrá que decidir cuándo vuela para acá, si quiere definitivamente volar para acá. Lo cierto es que América Latina es un territorio humanitario y cada vez se abre el territorio más grande”.

De igual forma resaltó que “éste sería casi el único asilo humanitario o asilo político colectivo que se está dando en la historia”.

Con respecto a las amenazas hechas por el Gobierno de EE.UU a quienes decidan otorgar el asilo al ciudadano Edward Snowden, aseguró que “EE.UU no gobierna al mundo y menos nos gobierna a nosotros. Nosotros somos un país libre y soberano que no nos gobierna nada, sólo el pueblo de Venezuela; y bueno el Gobierno legítimo, electo por el pueblo venezolano”.

Recientemente el Gobierno estadounidense secuestró en territorio europeo, el avión donde se traslada el presidente de Bolivia Evo Morales, quien retornaba a su país luego de culminar la II Cumbre de Países Exportadores de Gas, por la suposición de que en el aparato se traslada el ex agente de la CIA.

Dicha acción fue considerada por la mayoría de los países del mundo, especialmente de América del Sur, como un atentado a la diplomacia y la humanidad de un mandatario legítimamente electo.

La historia del espionaje en Estados Unidos. El espionaje en Estados Unidos, es una red de vigilancia que no tiene límites.

A lo largo de la historia el Gobierno norteamericano se ha servido del uso de la tecnología para vigilar las comunicaciones entre gobiernos, empresas y ciudadanos en el ámbito mundial con el único fin de servir a los intereses de sus alianzas estratégicas.

Las revelaciones del informático Edward Snowden sobre la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos y las tácticas de vigilancia del Gobierno de ese país norteamericano han generado una enorme polémica en el mundo entero.

Sin embargo, tal como lo reseña el diario español La Voz de Galicia, existen numerosos precedentes sobre el espionaje liderado por EE.UU., como el caso de Abraham Lincoln durante la Guerra Civil.

En 1862, Lincoln autorizó el control sobre la infraestructura del telégrafo americano y delegó a su secretario de guerra, Edwin Stanton, para que controlara las informaciones transmitidas por esa vía.

Stanton utilizó ese “poder” para invadir la privacidad de los ciudadanos estadounidenses, detener a periodistas e, incluso, decidir que mensajes podían ser enviados o no.

A pesar de las enormes diferencias en el alcance y la tecnología, el ejemplo de Lincoln sentó las bases para la configuración de una red dedicada a la intromisión por parte de Estados Unidos hacia algunos países de América Latina y Europa.

No cabe duda de que, a medida que la ciencia avanzó, los métodos de los espías también, hasta el punto en el que muchos avances tecnológicos surgieron gracias al desarrollo de la industria del espionaje.

En ese contexto, en la década de los 30, comenzaron a usarse cámaras ocultas de miniatura. En los 50, sistemas de escucha conectados a la cintura, con una pequeña batería sujeta en la pierna. Y en los 60, transmisores escondidos en objetos tan cotidianos como un paquete de tabaco o un pintalabios.

En la segunda mitad del siglo XX, surgió la mayor red de espionaje y análisis de la historia, Echelon. Un sistema que utiliza 120 satélites y puede rastrear más de tres mil millones de mensajes por día, entre comunicaciones de gobiernos, empresas y ciudadanos. Nada se escapa de su control, desde mensajes de radio y satélite, hasta llamadas de teléfono, pasando por faxes y correos electrónicos de casi todo el mundo.

Una vez rastreada la información, los mensajes son analizados y clasificados para servir a los intereses de una alianza de inteligencia militar formada por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

En 2000, el ex director de la CIA, James Woolsey, reconoció que EE.UU. recogía en secreto informaciones de empresas europeas “solo cuando éstas violaban sanciones de la ONU (Organización de Naciones Unidas) contra determinados países o comerciaban con países en la lista negra de Washington”.

El ex funcionario de la CIA, identificado por el diario británico The Guardian como la fuente de las filtraciones sobre los programas de vigilancia secreta de llamadas telefónicas e internet del Gobierno estadounidense, no es el único en la historia de ese país.

La lista incluye nombres emblemáticos como Bradley Manning, el soldado que filtró a WikiLeaks cientos de miles de correos electrónicos diplomáticos y otros materiales relevantes a las invasiones a Irak y Afganistán, hasta Daniel Ellsberg, el primer agente enjuiciado por entregar a los medios documentos del Pentágono sobre la guerra en Vietnam.

También hay figuras poco recordadas o desconocidas. La mayoría de éstas últimas fueron acusadas y procesadas por el gobierno de Barack Obama.

Manning lleva más de tres años encarcelado esperando un juicio recientemente iniciado por haber pasado miles de cables diplomáticos. El material incluye un vídeo tomado desde un helicóptero Apache estadounidense disparando contra civiles en Irak, entre los que estaba un periodista de la agencia Reuters, mientras los pilotos se jactaban de su puntería.

Las filtraciones de Manning constituyen la más extensa publicación de material clasificado en la historia de EE.UU. y el gobierno de Obama sostiene que las acciones del acusado pusieron en peligro a varias fuentes militares y diplomáticas y, en general, la seguridad nacional.

Manning ya se declaró culpable de diez de los 22 cargos que se le imputan, entre ellos divulgar información clasificada sin autorización, que le representan por lo menos 16 años de cárcel aunque rechazó la imputación más grave, la de asistir al enemigo.

Por su parte, Daniel Ellsberg era un analista militar que le entregó al diario The New York Times y a otras publicaciones documentos que revelaban cómo el público había sido engañado con respecto a la guerra de Vietnam.

El gobierno de Richard Nixon intentó por varios medios de suprimir la publicación de los papeles en el diario neoyorquino, pero la Corte Suprema de Justicia dio permiso para hacerlo. Aunque Ellsberg no estaba mencionado como la fuente, el analista despareció de vista pocos días después a sabiendas de que la evidencia lo delataría.

En junio de 1971 se entregó a las autoridades declarando su responsabilidad en los hechos como un “ciudadano responsable” que ya no podía ocultar la información del pueblo estadounidense. Enfrentaba cargos de espionaje y de hurto que le representaban un máximo de 115 años de cárcel.

No obstante, en un fallo histórico, en 1973 el juez desestimó todas las acusaciones en su contra después de conocerse que el gobierno había actuado ilegalmente al conseguir evidencia para la fiscalía.

Hoy en día, Ellsberg es un autor y columnista que aboga por la libertad de expresión y forma parte de la red de apoyo de Bradley Manning.

Durante el gobierno de Ronald Reagan, Samuel Loring Morison trabajaba como analista naval civil en el Centro de Apoyo de Inteligencia Naval en Maryland, cerca de Washington, especializado en embarcaciones anfibias soviéticas.

En 1984, le entregó a una revista británica de asuntos militares Jane's Defence Weekly, fotografías tomadas desde un satélite de un complejo naval de la entonces Unión Soviética.

Cuando fue arrestado, Morison dijo que había filtrado la fotografía para que los estadounidenses se enteraran de lo que estaban haciendo los soviéticos y así se garantizaría el incremento del presupuesto en defensa.

Mientras tanto, el joven que desenmascaró la amplía red de vigilancia de Estados Unidos se encuentra en la terminal aérea de Moscú desde pasado 23 de junio, procedente de Hong Kong y ha pedido asilo político a 27 países, la mayoría de los cuales rechazaron su solicitud, o pusieron como condición que el demandante se encuentre en su territorio.

La red de espionaje de EE.UU., denunciada por Snowden, también se expandió por toda América Latina y tuvo especial énfasis en Brasil, México y Colombia, según afirmó la víspera el diario brasileño O Globo.



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