SOJA Y PODER ECONÓMICO 3/ Telam




El conflicto con las patronales

A partir de 2007, los Estados Unidos bajan abruptamente la tasa de interés y empieza a emitirse una gran cantidad de dólares, lo que hace que los sectores especuladores a nivel mundial comenzaran a comprar commodities (materias primas), entre ellas la soja.
Para tratar de contener y mantener el equilibro en términos de producción, y que no se afecte a la producción de alimentos, pero que tampoco se reduzca la producción de soja, porque sus exportaciones le traen divisas a la economía argentina, el gobierno nacional venía aplicando desde 2002, las retenciones a esa exportación, que más tarde el ex presidente Néstor Kirchner profundizará como política antiinflacionaria. De este modo se baja la rentabilidad relativa de producir soja en comparación con los otros cultivos.

“Justamente en 2008 había un gran aumento de la soja, producto de la especulación motivada por la baja de tasas en los Estados Unidos que emitió una mayor cantidad de dólares. Entonces había mucha liquidez en el mercado, pero no se la podía valorizar financieramente porque las tasas eran bajas, entonces la volcaron a la valorización vía compra de commodities, particularmente la soja”, explicó Santiago Fraschina

Santiago Fraschina
Economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
.

El economista del GEENaP remarcó que “el Gobierno acertadamente trató de aplicar una medida para desacoplar esa especulación mundial con lo que estaba pasando en el mercado interno. Era una medida antiinflacionaria y que trataba de limitar el proceso de sojización del campo argentino que estaba generando la expulsión de la producción de los alimentos que los argentinos consumimos”.

    Era una medida antiinflacionaria


La Resolución 125/2008 del Ministerio de Economía, emitida el 10 de marzo de ese año, establecía un nuevo esquema de retenciones ya no fijas, como hasta el momento, sino móviles que acompañaban los movimientos en los valores internacionales de la soja, de manera que en épocas de éstos se disparasen, garantizaría un ingreso importante al país, y a la inversa, si se desplomaban, aliviaban la carga tributaria de los productores.
Fórmula para calcular retenciones a la soja
Fórmula para calcular retenciones a la soja


Los dirigente de las principales entidades gremiales empresarias del sector agropecuario no lo vieron así, y salieron al día siguiente a declarar un lock out hasta que se levantara la medida.
Fueron 129 días de cortes de rutas en distintos lugares del país que en muchos casos se tradujeron en la imposibilidad de transportar alimentos, dejando a muchos pueblos al borde del desabastecimiento. En esos días hubo episodios tristemente memorables, como los camiones lácteos quevolcaban ríos de leche a la vera del camino . O como el caso de un hombre de 64 años que falleció el 26 de marzo por problemas cardíacos en un sanatorio de la ciudad cordobesa de Villa María, donde llegó tras estar demorado en un corte de ruta que realizan los productores agropecuarios en Laboulaye.
Corte de ruta en Armstrong
Corte de ruta en Armstrong

“Yo era secretario de Juventud de la Federación Agraria. Fue un conflicto difícil de abordar. Hubo errores políticos muy fuertes de los dos lugares”, afirmó Esteban Motta

Esteban Motta
presidente del Movimiento Argentino de Jóvenes Agrarios
quien rememoró que “en ese momento, veníamos de un proceso social donde las entidades agropecuarias estaban escuálidas de participación, eran cascarones bastante vacíos. El núcleo más fuerte de participación era gente que se autoconvocaba, y había que conducir el conflicto. En ese momento se definió estar, porque si no, lo iban a conducir la Sociedad Rural y CRA”

La Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) históricamente antagónicas de la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), inesperadamente se unieron para conformar la Comisión de Enlace Agropecuaria. Allí estaban dirigentes que habían apoyado la última dictadura cívica militar compartiendo la misma mesa con quienes habían sido perseguidos y torturados por ese mismo proceso de facto.

“Hubo una etapa en la cual incluso la Federación Agraria se esforzó por instalar un discurso de segmentación de retenciones, de la ley de arrendamiento, que el Gobierno no leyó a tiempo y no le dio una respuesta; y cuando ya la violencia verbal había escalado demasiado, una propuesta tenía que ser muy superadora para romper ese esquema”, recordó Motta, quien no dudó en señalar: “Nosotros empezamos a plantear diferencias el día después del voto no positivo de Cobos. Dijimos: ‘terminó una etapa’, había un punto que podía unificar ciertamente una postura, ahora los pequeños productores no podíamos seguir sentándonos a discutir la política agropecuaria a lado de la Sociedad Rural o de CRA”.

Acto ruralista en Palermo
Acto ruralista en Palermo

El 17 de julio de 2008, el vicepresidente Julio Cobos desempató la votación en el Senado que había terminado 36 a 36 de votos a favor y en contra de la Resolución 125, que a esa altura se había transformado en un proyecto de ley que había sido aprobado por amplia mayoría en Diputados, pero que encontró un freno en la Cámara Alta. El famoso “voto no positivo” de Cobos tiró para atrás el proyecto y el esquema de retenciones móviles. Y el conflicto se acabó.
A partir de ahí, la Mesa de Enlace se mantuvo unida, pero no consiguió ninguna reivindicación desde entonces.

“Muchos dirigentes se centraron en su trampolín hacia la política partidaria y se olvidaron que el gremialismo corre por carriles separados. Se perdió una oportunidad política importante para los pequeños productores,  y los responsables son los dirigentes que hoy continúan con esa línea, sosteniendo una alianza política que no hace más que obligar a la Federación Agraria a resignar postulados”, subrayó Motta.

Miguel Fernández

Miguel Fernández
presidente del Foro Nacional de Agricultura Familiar (FONAF)
de los agricultores familiares, recordó que “en 2008 nos separamos de la Federación Agraria. Ya no nos sentíamos representados por la cúpula de la Federación Agraria que peleaban por los grandes y los exportadores pero no por los pequeños productores”.
“Nosotros sentíamos impotencia en 2008 porque no éramos nosotros los que cortábamos la ruta, porque sabemos lo que es el dolor del trabajador que tiene que ir a trabajar y se lo impiden”, destacó el productor.

Por su parte Guillermo Martini

Guillermo Martini
coordinador de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO)
destacó que “desde 2008, la Mesa de Enlace viene amenazando que vuelve a cortar rutas. Se ha transformado en un ente burocrático de representación de sectores concentrados mientras que la economía real pasa por abajo”.
“La Mesa de Enlace no puede ganar la batalla cultural porque en el medio de toda esta discusión se ha venido asentando en el grueso de los sectores nacionales que en algún momento estuvieron confundidos, la necesidad de tener un modelo de desarrollo económico”, afirmó el dirigente agrario.

Para Daniel Biga

Daniel Biga
presidente de la Asociación de Cooperativas Agrícolas (ACA)
el conflicto de 2008 “fue un momento para la Argentina muy duro, muy difícil, que no sirve para nada, ni para el sector ni para el Estado. Esas cosas se tienen que solucionar con diálogo y seguir para adelante”. 
“ACA siempre fue dialoguista. Tratamos por todos los medios de dialogar, y cuando vamos a reclamar algo, nuestro estilo es llevar algún aporte, como para cambiar lo que estamos peticionando Ojalá nunca más vuelva a ocurrir este tipo de situaciones”, abogó el dirigente cooperativo.

En tanto  Gustavo Grobocopatel

Gustavo Grobocopatel
CEO del grupo Los Grobo
sostuvo que “el conflicto de la 125 se inició como un problema impositivo, una especie de rebelión fiscal, pero se entró a sumar gente del interior que ya no reclamaba por la cuestión impositiva, porque a ellos directamente no les pegaba, sino por qué se hacía con esos impuestos”.
“Yo lo viví con mucha pena, con mucho dolor, porque yo creo que las cuestiones se resuelven en una mesa de diálogo y no en las rutas. Yo creo que a los gritos, en la ruta, no es el lugar donde uno se pone de acuerdo”, señaló el empresario.

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