DIVAGANDO POR EL MUNDO>> Por Oscar Bazzardi


Otra vez vagando por el mundo, mis escritos, mis metáforas, mis libertades,
¿Qué voy a encontrar?
Seguramente más de lo mismo, libertades entre rejas, comunidades sin comunitarios,
Ideas libres aferradas con cadenas de ética social.
Porque el mundo está dolido, de amar sin respuesta, es más fácil hablar con el celular, que con el vecino de al lado.
Qué triste destino el nuestro, escribir de poeta, de sentimientos que aunque ciertos, esta caducos de sociedad.
Ya es hora de que nuestros ojos sean testigos, no místicos.
Es hora de reivindicar la palabra, que nunca debió ser deshabitada.
De dejar los viajes solos, llenos de espectros vigilantes,
Tratando inútiles de amar el escrito de una frase, sin dar un abrazo a nadie.
¡Que es más reconfortante! ¿Mandar un e-mail? ¿Una foto en Facebook?
O un abrazo y una risa llena de esperanza en la plaza de la esquina.
¿Hacemos un culto de la melancolía?
O fabricamos un acuario juntos, llenos de peces de colores.
En las cacerolas hay humo y frustración, pero también hay luz y amor.
Hoy camino por las calles de Charlotte, carolina del norte,
Pongo el ojo lo más cerca que puedo de las ventanas pequeñas,
Y en algunas solo veo el espejo de un abismo imperdonable,
Donde se guardan perfectas, las vocales de un núcleo, entreverado de muchos alfabetos
Soy imperfecto, yo vivo y camino, donde todos andan solos y en auto.
Soy lobo, pero lobo manso, por eso tengo el privilegio de desechar sirenas y luces de dos colores.
No grito, ni me salgo del canon establecido, si enseño mi libro de socialismo,
Seguro que estaré perdido; mejor lo dejo en m bolso, en cambio, saco mi libreta, esa llena de renglones dobles, pero mudos, a los cuales dé a momentos y muy suspicazmente, llenare de notas. Que luego llamare poesía, aun así sabré en mi interior, de la hosquedad de las vocales, de las protestas vivas de mis silencios.
Sé que no vendrá nadie a saludarme, en esta perfecta y limpia plaza, también que nadie podrá abrazarme o besarme,…quizás yo sea una llaga.
Aun así escribo de mi socialismo, casi prendido viene mi capitalismo, mis divagues.
No hay nada en la vida que vivía sin necesidad de lo contrario.
Hay veces que estoy perdido, en brumas del pasado, en cenizas del presente,
Otras veces soy ave fénix y resurjo de mis miserias
Otras las menos hago de mi mutismo una orgia plena.
¿Por qué escribo esto?
Porque quiero desmitificar mis ojos, echarle un cerrojo a mis melancolías.
Porque vivo en una tierra, que no es la mía, pero viven mis retoños y tengo la necesidad de hacerla mía.
Y el viento seguirá soplándome el alma, de a poco, dejándome en la frente un beso,
Frio e inútil como sombra en invierno, y si quiero levantar a veces el vuelo de misionero,
Sospecho que a la vuelta, mañana, la puerta estará cerrada.

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