Entrevista con Aldo Silva “NO ME COMO LA PASTILLA”/ Sala de redacción Julio Castro




Aldo Silva dialogó con Sala de Redacción acerca de sus comienzos en la primera emisora FM hablada del país (Radio del Palacio), su paso por la emisora Metrópolis, su presente en radio Universal y su actualidad en Canal 12, donde conduce el informativo central. Invadido por la nostalgia, Silva recordó su paso por FM del Palacio, expresó que “a veces se visten con ropas que no les corresponden. Yo fui testigo de la historia en ese sentido, la primera FM hablada fue la del Palacio, yo estuve ahí.
Recordó la casa donde vivía con sus padres en el mismo barrio –Aguada- donde, años después, trabajaría para el noticiero y sería protagonista del Canal 12. Con humildad, expresó la forma en que vivía, lo que lo llevó a trabajar antes de poder culminar el liceo. Al tiempo él notó los “enormes baches” que tenía y empezó a hacer diversos cursos. “Si no estudiás, no existís. Estás muerto”.
- ¿Cómo fue su llegada a radio Universal?
- Empecé en radio y llegué a la televisión. Hice mi historia en televisión. Si bien yo amo Telemundo, y es lo más importante que tengo en mi vida, sentí la necesidad de otra vía de comunicación. Había tenido una oferta de Metrópolis FM, me fui para ahí y colmé mis expectativas, canalizaba todo lo que yo quería hacer. Entre Telemundo, Código País y la radio me sentía muy satisfecho profesionalmente, además de satisfacer mis necesidades económicas. La etapa en Metrópolis se terminó porque era una radio sin infraestructura, sin espíritu periodístico, la música me parecía horrible, se agotó. Surgió la posibilidad de irme a radio Universal, se me pintó que venía una reformulación total de la radio y como me encantan esos retos de empezar de cero, me fui para Universal. Hace más de dos años que estoy ahí y no se dio nada de lo que me dijeron, no hubo reformulación ninguna. Y yo me había ido detrás de un nuevo proyecto radial.
- ¿Cómo ve la actualidad de los medios de comunicación, en especial de la radio y la televisión?
- Hay muchos medios en un país chico. Hay un exceso de radios y mucha propuesta televisiva. La televisión por cable ha ingresado de forma tremenda y, a su vez, las nuevas tecnologías te ofrecen cosas por las cuales las nuevas generaciones no miran Telemundo. Ya no les interesa y mucho menos van a escuchar Universal en AM. Yo creo que estamos en un momento de reformulación, de reinventar. Si no reformulás y jugás de nuevo estás perdido. Es lo que yo veo hoy y es el gran reto. Universal si no cambia, está perdida. Yo pedí cambio de locutores. Es durísimo pero, ya fue, hay que cambiar.
En televisión casi todos los informativos roban las mismas noticias. La mayor parte, leen los diarios descaradamente. Y eso está prohibido. Hay un tema de códigos y de enseñanza, en la actualidad es algo normal que de madrugada se lean los diarios. Pero si trabajás en el diario y escuchás que leen tu noticia sin decir que fuiste vos quien la hizo te enojàs. Yo no lo hago. Las calenturas que me agarro con la mañana de Canal 12 cuando muestran las tapas de los diarios, tenés treinta tipos trabajando ahí, no podes hacer eso.
-¿Cómo ve el nexo entre la publicidad y lo que se transmite en la radio y la televisión?
- Aldo Silva una vez dijo que muchas agencias miran el rating y no el contenido. Tengo avisos muy importantes que están por mí, no por el producto. Yo no me como la pastilla, me he encontrado con situaciones muy incomodas para mí, de hablar con una persona y decirle, pero: `¿Usted escucha el programa?´.
A veces hay cuestiones económicas y tenés que hacer cierto sacrificio para que el proyecto funcione. Yo lo he hecho, ahora me puedo dar ciertos lujos que otras personas no pueden darse. Puedo darme el lujo de decir este aviso no lo quiero o de estar tres meses sin cobrar. Otras personas no pueden hacerlo. En Metrópolis tenía un día que venían todos los curros, pero había que pagarle los sueldos a la gente, ahí sí te decían mira que a tal hora viene fulano y va a hablar de tal cosa. Entonces en un programa musical aparecía un tipo con un aviso de algo. El mercado puede empujarte a que hagas algo que no tenés previsto, pero la clave está en transformar, adaptar ese algo, que es comercial, con algo que interese a todos y que tenga interés periodístico.
El periodista de Telemundo contó una anécdota de cómo en sus comienzos tuvo que aceptar decisiones a las que hoy puede oponerse. “En Metrópolis arranqué con un aviso de una herboristería, y yo tenía otras expectativas pero era lo que había. Vino la dueña de la herboristería a hablar y me pidió que no le pregunte sobre determinado tema. Se prendió el micrófono, fui y le pregunté sobre eso. El aviso duró sólo un día. Yo estuve mal, fui muy grosero, tendría que haberle dicho te lo voy a preguntar igual, si tú quieres me respondes, si no puedes guardar silencio. El primer empuje a los medios no es sencillo. La regla de tener que entrar a una radio es tener un aviso”.
También relató otro hecho que vivió acerca del manejo de una información y el cuidado de una fuente. Silva tenía como sponsor a la Asociación Española y en determinado momento surgió el caso de los enfermeros asesinos, aún no dirimido en la justicia. “Un día viene un integrante de la radio y me dice que quieren hablar en Fuentes Confiables pero de otro tema. Me opuse y dije que iba a ir a hablar con el gerente general de la Española”. Silva les explicó que en su programa debía preguntarles por ese episodio y la fuente le dio varios detalles y elementos interesantes, aunque le recalcó “es injusto que le pase esto a la Española”. “Su versión era buenísima pero off the record. Le expliqué que en la radio se lo tenía que preguntar y me dijo que no. Por códigos periodísticos yo no podía quemar esa fuente. Estando en la radio un día me contacté con el hermano de una víctima y me pareció periodísticamente válido. Le hice una entrevista de veinte minutos en la que contó toda su versión de los hechos. El saldo de esto fue que la Española me quitó el apoyo comercial a mí y a toda la radio. Les pedí que me quiten el apoyo solamente a mí, pero que no maten a los demás. Lo sacaron todo. Pero yo cumplí con mi tarea periodística”.
Aldo Silva reflexionó sobre cómo el periodismo puede estar antes que una fuente “oficial”. En esto, hizo notar cierto descontento en el nexo entre el periodismo y las fuentes de información pública con un caso que le ocurrió respecto a las innumerables tormentas que causaron inundaciones en el litoral del país. “Anunciamos y sabíamos que esa agua iba a llegar a nuestro país y causar inundaciones, que algunos iban a tener que ser evacuados. Hablamos con fuentes del gobierno y no tenían idea, fue algo insólito”.
Al finalizar la entrevista, el periodista, con la misma cordialidad que mantuvo en el transcurso del encuentro, invitó a que los estudiantes de periodismo visiten su programa y conozcan su estilo periodístico. Nos abrió la puerta y nos despedimos.
Sandra Dominitz

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