MI ADULTERIO/ Por Oscar Bazzardi

Miro tus ojos, negros místicos, llenos de flamas.
Y quiero desmitificar que no vives, que no amas.
Y me transformo en aguda sombra vacilante,
Tratando de que en mi boca, se armen frases delirantes.
Por momentos soy el oráculo estúpido
Que intenta todos los idiomas coloridos,
Que junta soles y bemoles; en el bandido…
Pentagrama del tiempo que esta vencido.
Tu cuerpo delirante, es el opio que quema, el emblema.
Las pulsaciones graves de mí amada primavera.
La luz de mi ventana, que alumbró mi noche,
Los gemidos de mis brazos, mi amor en derroche.
Tu cuerpo desnudo, es la vigilia inconfesable
De las maravillas del mundo, imborrable.
Eres el árbol de follaje íntimo y perdurable,
Guardando los colores de mi auxilio imaginable.
Soy el dueño de tus pestañas míticas,
Donde viajan los dioses alienígenas,
El pájaro posado en tus brazos mudos,
un pequeño pasajero del silencio.
Soy tu amor, tu instinto, tu misterio,
El ojo del volcán imputable, tu cautiverio.
Para amarte tengo mi propio magisterio
Donde muero en las noches de adulterio