"LUCHÓ Y VUELVE" / La Garganta Poderosa

Una garganta enardecida grita que los jugadores “dejen la vida”, aunque “la batalla parezca perdida”, porque “para ganar hay que sufrir”, cuando se sale “a matar o morir”, en cada “duelo fuerte” y en cada final que “se juega a muerte”… ¿Pero quién desata después ese nudo? Resulta imposible no sentirse un boludo, naufragando en la mirada de Jonás, que no dramatiza de más y conserva los pies sobre la tierra, para poder mirar por encima de la tapia: sólo estuvo en una guerra y la ganó con quimioterapia. ¿No será momento de recalcular? “Desde que empecé el tratamiento, aprendí a llevar el problema, a tal punto que suelo bromear con el tema”. Imposible no sentirse mareado, repensando el mensaje del mercado que nos hunde en su propia derrota: “Yo pensaba que todo pasaba por la pelota”. Carrilero de la alegría, aprendió “a disfrutar cada día”, como signo de rebeldía frente a ese club inglés con aires de empresa que decidió tirarle la enfermedad por la cabeza, obligándolo a enfrentar el dolor y a entender que lo mejor estaba escondido en su círculo más querido, en el amor de su mujer y en el valor de esos amigos que supo mantener, por haber comprendido siempre lo más importante: “La única estrategia es ir para adelante”