Reflexionando / Marcelo Marchese

Ya que ocuparon cincuenta y pico de liceos ¿por qué no aprovechan a dictar contracursos? Además ¿No es el momento oportuno para dedicarse a plantear qué educación se quiere, esa mejor educación que se tendría con un mejor sueldo? ¿No se debería convocar a los estudiantes, así escuchan qué tienen para decir acerca de lo que reciben? ¿Por qué no convocan a la sociedad a los liceos, a ver qué tenemos que decir nosotros, a ver si nosotros escuchamos lo que los docentes y los estudiantes tienen para decirnos? El decreto de esencialidad mostró un empuje en los docentes que uno no esperaba, pero sigue siendo un problema las horas de clases perdidas y ese tiempo perdido, dedicado a aprender cosas que normalmente no se aprenden, sería tiempo ganado.