ROBERTO CARDOZO, presidente del sindicato policial SUPU ¿Por qué el milico roba? Porque el de arriba roba Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos Rodrigo López / Voces Semanario


Decidimos hablar con el sindicato policía mayoritario y para eso nos conectamos con su presidente que es un milico de pura cepa. Nos recibió en la sede en la calle Colonia y nos encontramos con un hormiguero de afiliados que entraban y salían del local. Cardozo no tiene pelos en la lengua y habla en defensa de su “familia policial” que nunca ha sido muy bien tratada por las diversas administraciones. Con casi tres décadas en el cuerpo de policía da una visión bastante escéptica de los cambios que se realizan, porque da la impresión que los ministros pasan pero los mandos quedan.
PERFIL
Floridense. Casado y padre de cuatro hijos. “Hijo de milico y nacido el día del milico, 18 de diciembre de 1967. Tengo todas las condiciones. No podía fallar”. Reviste como Sargento primero. Lleva 29 años de servicio y cuenta las horas para el retiro. Es hincha de Peñarol.
Tenés cuatro gurises. ¿Algún milico en potencia?
No, no. Ninguno.
Lo decís como con alivio.
Sí. Ya dijeron que no, uno está estudiando ingeniería acá en Montevideo. Los otros dos son chicos, creo que uno también va por el lado de la ingeniería, y el otro como veterinario. Ninguno con intención de ser milico, por suerte. Nosotros ya la vivimos, y no queremos que otros pasen lo que pasamos nosotros. Más en estos momentos difíciles, y cada vez más difíciles.
¿Por qué cada vez es más difícil?
Porque la Policía se está tomando como una policía del partido, se está haciendo énfasis en ser gente del partido político, y no hay ningún respaldo hacia el trabajador. Hoy lo estamos viendo. Este gobierno está haciendo la policía del partido. Hay doce mil trabajadores policiales más, éramos veinticuatro mil y estamos en treinta y cuatro, treinta y cinco mil. La mayoría son contratados, no policías sino contratados directamente por el Ministerio.
¿Sin carrera policial?
Sin carrera policial. Son contratados. Trabajadores policiales ejecutivos no sé si llegamos a dieciséis mil en todo el país.
¿Y los otros veinte mil, qué hacen?
Tareas residuales que tiene el Ministerio del Interior, como son el caso de la Guardia Republicana, que está con añoranza de épocas pasadas. El Ministerio del Interior tiene su fuerza militarizada. Después mucha gente detrás de los escritorios; se crearon oficinas de todo tipo, color y tamaño, que en algunos casos sí hacen a la función policial, como es la prevención: están detrás de una cámara. Tenemos un mal manejo de los recursos humanos, insoportable.
Permanentemente se habla de que van a sacar a la gente de ese tipo de funciones y los van a mandar para la calle. Cada vez que hay un ministro nuevo, por lo menos.
Hablan. Este habla mucho de eso. Venimos del Parlamento, hay un artículo ahí (en el proyecto de Presupuesto), por el cual quieren que todos los policías ejecutivos que hacen tareas administrativas en algunas dependencias del Ministerio del Interior, si lo desean, puedan pasar a cubrir tareas administrativas. Se crean esas vacantes para eso, si no hay, y se eliminan las tareas ejecutivas. La vacante ejecutiva se elimina. Y todavía estamos pidiendo, en otro artículo de la Ley de Presupuesto, dos mil cargos más. No entendemos nada. Y pedimos doscientos cincuenta cargos de agente de segunda para algunas comisarías de Montevideo en puntos críticos. No entendemos nada lo que está haciendo el Ministerio del Interior hoy, porque por un lado estamos reclamando ejecutivos para tareas preventivas y por otro están pasando a tareas administrativas. Son ejecutivos, les enseñaron a hacer tareas ejecutivas, no administrativas, pero por acomodo con distintos jefes o mandos han terminado en tareas administrativas, donde no deberían estar.
Y se nota la carencia ejecutiva.
Se nota tremendamente. Usted sale a la calle y no ve policías. ¿Qué es lo que indica eso? Un mal manejo del recurso humano.
Pero proporcionalmente a la población tenemos más que muchos países.
Estamos pasados, pero tenemos que sacar algo en cuenta: en el INR (Instituto Nacional de Rehabilitación) no son tareas ejecutivas, es cárcel. Esa cantidad de gente hay que sacarla del total. Tenemos que sacar toda la gente de migraciones. De treinta y cuatro mil, dieciséis mil deben hacer tareas ejecutivas. Si llega. Igual es un número importantísimo de personal que tiene mal distribuido el Ministerio del Interior.
¿La gente que está de administrativa puede pasar a funciones ejecutivas o hay que formarla?
Hay que formarla, no es lo mismo la tarea administrativa que la ejecutiva.
Pero los pasan de ejecutivos a administrativos sin problema.
Sí, porque la tarea administrativa el policía ya la está haciendo. Obligatoriamente tiene que tener como antigüedad dos años en tareas ejecutivas, y ahí le dan la opción de pasar al escalafón administrativo, y ahí se suprime la vacante ejecutiva y se crea una vacante. También hay una diferencia enorme de salarios: el ejecutivo tiene compensaciones por las tareas de riesgo, y la diferencia anda en los siete u ocho mil pesos.
Y a tu juicio, ¿qué motiva esa política? En realidad la población se preocupa y exige más seguridad y más policías, y el gobierno termina haciendo lo contrario.
Sí, está haciendo lo contrario. Está el proyecto de ley, que se va a votar a tapas cerradas, como ha venido votando todo el Frente Amplio. Hasta ahora no le ha interesado al Ministerio del Interior la opinión de la gente, porque si no tendríamos más gente en la calle y no tanta en la oficina. La Policía está tan burocrática que todos estamos en tareas administrativas. Hoy no tenemos un policía en la calle. Yo entré en 1986 como policía, y hoy en las comisarías de cada parte del país tenemos menos del 50% de lo que había en aquella época. Y teníamos veinte mil policías en todo el país, no treinta y cuatro mil, como ahora.
El discurso es justamente al revés.
Es al revés.
Incluso se supone que la nueva tecnología va a liberar gente para poder tener más en la calle.
Y hay cada día menos. Una de las cosas que está haciendo este Ministerio es diezmar a las comisarías. Si a usted le pasa un problema, ¿a dónde va? A la comisaría de su barrio, a la que conoce. Le están sacando todo el personal. Una de las cosas que está haciendo el Ministerio del Interior es, a partir de la Ley de Presupuesto, contratar becarios y llevarlos para que hagan las tareas administrativas. O sea, tenemos que preparar ese becario para que haga las tareas administrativas de una seccional, pero tenemos una ley, la 18.405, la Ley de Retiro Policial, por la cual un trabajador por acto directo de servicio u otra enfermedad, si no está apto para la tarea habitual, se le paga tres años con el 65% del salario en la casa. Donde la Ley dice que se debe reinsertar ese trabajador, no se reinserta. Y sin embargo van a contratar a becarios, para una función que la podía hacer ese policía que se lesionó en el servicio. ¿Tiene una herida en la pierna y quedó rengo? Bueno, atrás de un escritorio puede estar. Además, si es ejecutivo va a saber mucho más de lo que es una denuncia o de los trámites que puede hacer una persona en una comisaría. Esto es bien claro. El Ministerio del Interior tiene doble discurso en todo, y lo que se está buscando es que cada vez el trabajador policial se distancie más de la sociedad.
¿Ustedes en las charlas como sindicato con el Ministerio llevan estos planteos? ¿Qué les dicen?
Tenemos conversaciones con el Ministerio, todo muy lindo, precioso, pero el Ministerio no toma en cuenta lo que uno le dice. Se presentó un proyecto de ley orgánica policial en el Parlamento y no se consultó a los sindicatos policiales. Fuimos, dejamos constancia de todas las violaciones que había adentro de esa ley y sin embargo el Parlamento la votó a tapa cerrada. Hay un diálogo de sordos.
¿Hay varios sindicatos policiales?
Hay varios. El sindicato madre es el SUPU, que nace el 2 de febrero de 2005. Ahí arranca la sindicalización. ¿Cuál es el problema? Diferencias personales, de pensamiento, de posición, de ideología. Había mucha ideología dentro de los sindicatos policiales, y entró a haber una división, una separación, y ahí es justamente cuando empiezan a salir los otros sindicatos desde el seno del SUPU. En su momento nosotros estuvimos dentro de la Central Obrera, y aprendimos mucho, pero entendimos que dentro o fuera de la Central íbamos a ser milicos.
¿Hay prejuicio contra los sindicatos policiales?
Mucho prejuicio. ¿Cuál era el motivo de que los sindicatos policiales entraran dentro del PIT-CNT? El control. El control por un lado; y, por otro, veías que si los sindicatos policiales entraban como solamente uno, varios de los que estaban dentro de la Central no estaban con cargo. En aquel momento, con veintiséis mil trabajadores, varios sindicatos iban a quedar sin dirigente. Divide y reinarás. Nunca nos dejaron llegar a una unificación, y lo intentamos con la Mesa Intersindical Policial, con la Federación Nacional de Sindicatos Policiales. Nunca nos dejaron.
¿Cuántos sindicatos hay?
Hoy en día, a nivel nacional el único que existe con personería jurídica es el SUPU.
¿Cuántos socios tiene?
Más de seis mil socios. En 2013 llevamos a la Justicia al Ministerio del Interior para que diera la cantidad de funcionarios que tenía el Ministerio, y la cantidad de policías socios en cada sindicato. En ese momento, del 26.3% de trabajadores sindicalizados, el 14.3% eran socios del SUPU. El otro 12% era un porcentaje importante de los que están dentro de COFE: AFUMI (Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior, Bomberos y Migraciones). La otra parte chica es la que está hoy dentro del PIT-CNT, que es USIP (Unión de Sindicatos Policiales), que son los menos representativos, pero son representantes políticos. Hacen política y nosotros no.
¿Y a ustedes no los dejan entrar?
No. Nosotros estuvimos adentro del PIT-CNT pero nos fuimos: en el 2010 firmamos un acuerdo con el Ministerio del Interior y el PIT-CNT, donde al trabajador policial, cuando se le sancionaba, se le descontaba el 50% del día de la sanción y no iba a trabajar. Unilateralmente, el Ministerio del Interior dejó sin efecto ese convenio, e impuso la Orden 12, que dice que al policía se le va a descontar el 100% y tiene que ir a trabajar. Ahí nosotros pusimos el grito en el cielo. ¿Un gobierno que se jacta de ser progresista, una fuerza política que peleó por los derechos de los trabajadores, un gobierno de izquierda, nada más ni nada menos, les impone el trabajo forzoso a los trabajadores policiales? En 1940 el Uruguay lo había abolido. Ahora tenés que ir a trabajar y no te pagan. Ahí nosotros fuimos con la Central Obrera, tuvimos conversaciones con el Ministerio del Interior y el Ministerio de Trabajo, pero nunca con medidas de fuerza, siempre mediando. ¿Estamos pagando un platal por mes para que nos tomen el pelo? No… Agarramos nuestras cosas y nos fuimos para casa. Estamos por fuera de la Central de Trabajadores.
¿Eso los fortaleció?
En principio la dirigencia pensó que podía ser contraproducente. La decisión la tomó la asamblea, no los dirigentes. Pero después nos fortaleció, y muchísimo: conseguimos más socios, el policía no quiere estar dentro de la Central, y más después de toda la problemática que hubo en la Suprema Corte de Justicia cuando se escupió y pateó a los trabajadores policiales y cuando el 1º de Mayo se quemó un muñeco uniformado.
Hay una larga historia de estar en la vereda de enfrente. Estar separados de pronto no ayuda a dejarla atrás.
Pero estuvimos dentro y no ayudó. Hay que dejar algo en claro: les guste o no les guste, la Policía es el brazo represor de cualquier gobierno: blanco, colorado o frenteamplista. Porque si mañana o pasado hay que hacer un desalojo, como se ha hecho hasta ahora, el Ministerio del Interior, sea blanco, colorado o frenteamplista, si la institución solicita el desalojo y la Justicia lo da, el que va a ir va a ser el trabajador policial. La gente que está enfrente no entiende que vos estás cumpliendo con tu trabajo, que si no, te van a echar. Eso no lo entiende el PIT-CNT. Y entonces somos un sindicato especial que debe estar por fuera de la Central Obrera. No nos queda más remedio. Toda la vida la institución policial y el trabajador policial han sido usados y abusados por todas las fuerzas políticas. Blancos, colorados y frenteamplistas. Con los colorados nos morimos de hambre, y con los blancos también, y los blancos hasta nos daban canastas podridas. Y con el Frente mejoramos muchísimo en la parte salarial y en la parte de tecnología. ¿Cuál es el problema? Acá la piedra en el zapato es el SUPU.
¿Por qué?
Porque nosotros nos debemos a los trabajadores policiales, y no les hacemos mandados a las fuerzas políticas. Si hay algo que no nos gusta, nosotros como sindicato vamos y decimos: “Esto no es así”. Mi corazón político es la Policía, es la camiseta azul. Yo defiendo a los trabajadores policiales, no al gobierno de turno. La prueba está: después de ochenta años un gobierno de izquierda implanta el trabajo forzoso solamente a los policiales, como se jactaba el Dr. Charles Carrera (Director General de la Secretaría del Ministerio del Interior) en la comisión del Senado, diciendo que en 1971 la Ley Orgánica Policial no se había discutido. ¿Qué diferencia hay con la Ley Orgánica que se aprobó este año, que empieza a regir el año que viene? Que se discutió, pero entre sordos. Perdimos el tiempo, y no se modificó en nada a partir de lo que proponían los sindicatos y la oposición. ¿Cuánto tiempo perdimos? Al santo botón. Es una tomadura de pelo. Y eso es una dictadura, por tener mayorías parlamentarias, que no sirven, porque son dictaduras disfrazadas.
Es el voto de la gente.
Es el voto de la gente, y hay que respetarlo, pero la izquierda a veces no lo respeta. Hay plebiscitos que no los quisieron respetar. Hay que respetarlo, pero vamos a apostar al diálogo. Yo no tengo toda la razón, pero esto es una imposición, porque ya veníamos diciendo que había artículos inconstitucionales en esa Ley Orgánica Policial. Lo llevamos a la Suprema Corte de Justicia, porque usted me puede limitar el derecho a la huelga, pero no me lo puede prohibir, porque si me lo prohíbe me tiene que dar la negociación colectiva. Si yo lleno de agua una bomba y no le abro la válvula, por algún lado va a explotar, y esto es lo mismo. Lo único que le puede pasar al Ministerio del Interior es que la bomba le explote en la cara.
¿Ustedes no tienen posibilidad de ir a la huelga?
Ninguna. A partir del primero de enero. Como dijo el secretario general, las huelgas no se autorizan o desautorizan: se hacen. Después vendrán las consecuencias. Pero no puedo creer que gente que dice que estudió tanto, y una fuerza que se dice de izquierda y democrática, imponga y coarte el derecho a la negociación colectiva del trabajador policial.
¿No hay negociación colectiva?
No hay negociación colectiva.
El conflicto está latente.
El conflicto está latente porque hoy tenemos todos los días un policía herido, todos los días tenemos un policía contra el que están atentando para robarle el chaleco o la pistola. La delincuencia hace lo que quiere y el Poder Ejecutivo y el Parlamento no hacen nada, están en una siesta. No se han dado cuenta que estamos en un caos en la seguridad.
Lo admitió Bonomi estos días, que la situación es mucho más grave que lo que se cree.
Si lo admite Bonomi… Nosotros ya lo veníamos diciendo. Esto es cada vez peor. Algún día muchos trabajadores policiales van a tener que despertarse de esta siesta que están teniendo, y decir: “No va más”. Tenemos una Policía mal preparada, porque se preparan grupillos y no a toda la Policía. La Policía Nacional en el Uruguay se está convirtiendo en grupillos, en grupos que responden al mando político. Tenemos una Guardia Republicana bien preparada, casi militar, que responde solo al ministro.
¿Cuántos son de la Guardia Republicana?
El proyecto el año pasado, en la última rendición de cuentas, era de mil doscientos. No sé en cuánto estará ahora. Debe andar en mil quinientos.
¿Ustedes sufren algún tipo de represión personal o profesional en sus carreras por pertenecer al SUPU?
Muchos lo sufrieron. Al que creó el sindicato lo destituyeron por iniciar el sindicato policial en la clandestinidad.
¿Eso cuándo fue?
En 1984. De ahí para adelante en este gobierno de izquierda muchos trabajadores hemos sido perseguidos o trasladados.
¿Eso es por una cuestión sindical o es muchas veces por problemas con el mando directo?
Sindical.
¿Los dirigentes sindicalizados rompen las pelotas? ¿Al Ministerio o al comisario?
A los mandos medios, que son los comisarios. ¿Cuál es el tema? Hoy tenemos un problema enorme, y es que la mayoría de los mandos medios no tienen conocimiento de lo que son las leyes y reglamentos. ¿Por qué? Porque el Ministerio del Interior es el principal violador de los Derechos Humanos del trabajador policial. La mayoría de los mandos medios lo que imponen es el miedo, es la fuerza, es la sanción. Pero no tenemos conocimiento. Hace poco pasó que un inspector que hace un sumario administrativo, nada más ni nada menos, le prohibió al abogado del policía hacerle preguntas, cuando el decreto 500 lo habilita. Ahí le estoy diciendo dónde estamos parados. Esos son los mandos de la Policía Nacional. Estamos en el horno. ¿Desconocés lo que es el decreto 500 y te estamos designando para que hagas un sumario administrativo? Cerrá y vamos. Muchas veces cuando el trabajador sindicalizado le reclama derechos al mando, te trasladan.
En definitiva es una sanción.
Es una sanción, sí.
Encubierta.
Encubierta. “Mejoras en el servicio”, te dicen.
Cuando hablás de la familia policial, ¿comprende también a los mandos?
El SUPU es un sindicato atípico porque no tiene limitaciones a jerarquías para ingresar. Todos somos trabajadores policiales. Por eso el SUPU tiene a mandos como socios, a jubilados, y de todas las jerarquías. Abarca a todos. Esa es la familia policial. Todos somos la Policía. No solo nos dedicamos al personal subalterno. El personal subalterno fue el que hizo la punta para el sindicato policial, pero el SUPU tiene como socios a todas las jerarquías.
¿Cómo se conjuga eso cuando hay intereses enfrentados, cuando están los mandos reprimiendo al personal subalterno?
La mayoría de las veces el mando sindicalizado tiene otro pensamiento, otra óptica. Maneja mejor el personal. El no sindicalizado sí, porque intenta imponer el pensamiento de él con presiones, sin argumentos.
¿Ustedes notan un cambio en la política de los diferentes ministros del Interior del Frente, desde José Díaz a Bonomi?
El cambio más importante es que por lo menos Daisy Tourné recibía a los sindicatos policiales, y este ministro no los recibe.
¿No los recibe?
No.
¿Pero qué, están aislados?
Acá el único que recibe a los trabajadores policiales es el director de Secretaría, Carrera.
Se dividieron las funciones.
Hay que hablar con el dueño del circo, no con los monos. ¿Quién corta el bacalao? El ministro. A quien le podés decir las cosas para que decida es al ministro, porque si no después terminamos como termina la Policía: las cosas se pierden en el camino. Lamentablemente lo que dijo Mujica, que los sindicatos policiales van a ser buenos para saber lo que pasa abajo, no lo supieron utilizar. Bueno, fue una de las cosas que dijo nuestro secretario general, que deberían haberle hecho una transfusión de sangre de Rosadilla a Bonomi para que realmente hiciera los cambios que no hizo en el Ministerio.
¿De Rosadilla a Bonomi?
Seguro, porque a Rosadilla le dio el coraje cuando hizo la limpieza en el Ministerio de Defensa, y a este no. Antes de ser ministro del Interior fuimos quince o veinte veces al Parlamento a hablar con Bonomi y a ponerlo al tanto de lo que era la Policía. Acá había que barrer y limpiar todo, y sin embargo siguió lo mismo.
La percepción popular es que la Policía es bastante corrupta. Que muchos comisarios tienen sus chacritas de poder y sus negocios. ¿Cómo vive el subalterno eso?
Cuando la cabeza no anda, el cuerpo está enfermo, y eso es lo que le pasa a la Policía Nacional. Si la cabeza no anda, si no anda el Ministerio del Interior, no le pidas nada a la Policía. Además, ¿hay corrupción en la Policía? Montones. Y la hemos denunciado. Lo triste y lamentable es que el Ministro del Interior se jacta de hacer limpieza de delincuentes dentro del Ministerio, y nosotros hemos denunciado con pruebas y no han destituido a esos delincuentes. Cuando estén con el ministro pregúntenle por el expediente 815/11, de un superior que echaba combustible en el auto de él y hacía parar la camioneta en la comisaría. No lo echó, y ahora está dando pasaje de grado para ascender. Es un chiste. Denunciamos a un jerarca por acoso sexual a sus subalternos, y lo ascendieron. ¡No seas malo! Para el personal subalterno se aplica al máximo la reglamentación, y se destituye a policías que se han quedado con mil pesos, pero a sus mandos, que se han quedado con mucha más plata y con vales de combustible no les ha pasado nada.
Ellos hablan de trescientos policías que vuelan por año por temas de corrupción. Vos decís que son personal subalterno.
Subalterno o algún oficial chico. A nivel de jerarquía no pasa nada. Y la prueba está en que cuando asumió Bonomi, en su discurso de 2010, dijo que iba a hacer una carrera única: dos años como agente de segunda y luego, si estaba capacitado, iba a ir a la escuela policial. Pudo más el mando que el ministro: no le dio la nafta para hacer esos cambios. Siguen mandando los mandos, y por eso hay corrupción en la Policía. Es bien claro: si el comisario roba, yo también robo. Es una carrera. ¿Por qué el milico roba? Porque el de arriba roba. Si el de arriba te ajusta, ¡mierda que vas a robar! No tenés chance, porque si el de arriba es limpio, no te resbalés porque te carnea. Esto es así. Si no hay mando, la cosa no anda. Y acá en el Ministerio del Interior y la Policía no hay mando.
Del director nacional de Policía, Guarteche, una de las cosas que se habla es de su honestidad a carta cabal. Es un tipo duro. ¿No tiene poder de mando, tampoco?
¿Cuál es el problema? La Dirección de Asuntos Internos depende directamente del ministro del Interior.
¿Quién la maneja?
Actualmente la maneja la doctora Estela González. Pero las resoluciones políticas, la voz de todo lo que pasa en el Ministerio, la tiene el ministro, no el director de la Comisión Nacional.
En definitiva, según lo que decís, el ministro no enfrenta los problemas de la Policía.
No, no.
¿Hace la plancha?
Está flotando. Nos hemos aburrido de decir que el Ministerio del Interior es un barco a la deriva, que no tiene mando. La prueba está, si el ministro admite que la inseguridad es mucho mayor, estamos en el horno.
Con esa situación, ¿con qué motivación sale el milico a enfrentar a los delincuentes?
Con ninguna. No tenemos motivación. Han hecho todo en contra del trabajador policial. Tenemos una ley de retiro policial que dice que si vos estás haciendo un procedimiento y te pegaron un tiro, jodete. Si no vas a poder trabajar porque te lesionaste en un acto directo de servicio, a vos te van a mandar tres años para tu casa con el 65%, de castigo por ser un nabo, porque te lastimaron. Y uno que se hizo un esguince y se quebró una pata, va a estar lo mismo, y no hizo nada. Está castigando al policía que trabaja, esa es la política del Ministerio del Interior.
¿Y si te matan?
Si te matan, le regalan el pabellón nacional a tu familia, y después hacé todo el trámite que puedas y mové cielo y tierra para que te paguen en tiempo y forma. Estuvimos un año con la muerte de Walter García en Paysandú y la plata estaba en la caja para pagar. Un año para que le pagaran a la familia. El Ministerio del Interior no pretende hacer ninguna política que favorezca al trabajador policial.
¿En tu larga experiencia de treinta años hubo un ministro que intentara modificar esa situación?, independientemente del partido que gobernara.
Todos usaron a la Policía para hacer política, ninguno se preocupó. Ninguno hizo nada por el trabajador policial.
¿Y que se preocuparan por la seguridad?
Menos. La seguridad es un negocio. ¿Cómo han florecido las empresas de seguridad? La pregunta del millón. ¿Quiénes son los directores de las empresas de seguridad? Los mandos militares y policiales. Algunos regentean la empresa, pero la tienen a nombre de la señora, porque ellos no pueden figurar. Es así.
La delincuencia ha cambiado bastante.
Ha cambiado muchísimo. ¡Si se habrá modificado la delincuencia! Pero el sistema político no se ha dado cuenta porque no ha acompasado los tiempos con las leyes. Seguimos con leyes retrógradas. Hicimos una modificación del Código del Proceso Penal y vamos tirando la pelota para delante. Ahora ya quedó para el 2019.
Ustedes dos por tres agarran a alguien y tiene veinticinco antecedentes. ¿Qué es lo que está fallando? ¿Cómo se siente el milico?
Decepcionado, porque estás trabajando como loco para que un juez te lo largue al rato. Acá hay una cosa bien clara: deberían juntarse la Suprema Corte de Justicia y el sistema político para que las leyes sean claras y precisas, y no que se redacte una ley y tenga diez interpretaciones. Tiene que haber un diálogo muy fluido cuando se redacten leyes. El periodo pasado de gobierno fue el que más leyes inconstitucionales tuvo. ¿A quién tenemos en el Parlamento? ¿No tienen asesores en materia de Derecho? Estamos mal, venimos muy mal en materia de seguridad.
¿Qué caminos hay que seguir? ¿Cómo se soluciona el tema de la seguridad, desde la visión de un tipo que está en el campo?
Hay dos cosas importantes; primero, legislar bien, y que el juez no tenga doble interpretación de una ley y que después venga el abogado y saltó para el otro lado. Segundo, las cárceles no deben ser centros de esparcimiento de los reclusos, ni lugares de postgrado. En la cárcel tienen que hacer algo para pagar su estadía, porque tampoco se la vamos a pagar nosotros. Te lesionan y todavía vos les pagás para que ese muchachito esté encerrado, y con más lujos que vos, porque la mayoría tienen televisión cable y buenos celulares, porque no tienen cualquier celular.
¿Y los inhibidores que han puesto?
Es el chiste que tiene INR, los inhibidores, el escáner. Sigue entrando droga. ¿Dónde está el escáner? Todo acá es un negocio.
¿Para quién? No es negocio para el funcionario.
Ah, no, no. Es para algunos nomás.
¿Y ustedes no recaban información de eso?
Hemos hecho denuncias de todo tipo.
No les dan bola. ¿En la Justicia también hacen las denuncias?
Es un chiste. La mayoría de las denuncias se archivan.
¿Faltan pruebas?
No. Cuando entró este gobierno pedimos auditorías en cada departamento y en cada jefatura, y dicen que no tienen gente para hacerlas. Si leen la versión taquigráfica, van a ver que el ministro dijo que tienen auditores. No sé qué hacen, se ve que están haciendo algún otro trabajo extra, porque de auditoría, cero.
Estamos peleando por algo importante, que es la salud ocupacional del trabajador policial. ¿Para qué queremos plata, si no tenemos salud? Tenemos un problema enorme con el tema sicológico de los trabajadores policiales, por el cual hace rato que venimos peleando; el Ministerio del Interior se dignó a llamar para cubrir vacantes en algunos departamentos —en algunos hay dos, en otros tres—, ¿pero para qué los queremos si no cumplen la función de tratar al trabajador policial?
Hay un montón de casos de violencia doméstica o suicidios por parte de policías.
Hay montones de problemas. El Ministerio no tiene en cuenta el estrés que tiene el trabajador policial. Hay miles de casos. Un accidente de tránsito donde hay niños. Eso es un trauma para el trabajador policial. Y sin embargo el trabajador relevó eso y siguió trabajando. Mataron a un compañero y el trabajador siguió trabajando. Lo vimos en el caso de Fray Marcos, cuando el trabajador policial mató a la concubina y después se suicidó: al mes mandaron a buscar al encargado y al otro policía que fue el que lo corrió, para una consulta con el sicólogo. Al mes. Estamos todos locos. No hay interés de hacer nada, solo de vender espejitos de colores. Mucha publicidad, y de tanto decir que todo está bien uno se lo termina creyendo, porque están autoconvencidos de su propia mentira. Es lo que está pasando.
¿Hay zonas donde no entra la Policía?
La Policía entra en todos lados. Que por conveniencia política no te dejen entrar, es otra cosa. Lo mismo pasa cuando la Policía no reprime en la canchas de fútbol: conveniencia política.
¿Cuál es la conveniencia política de no reprimir en una cancha de fútbol?
Se pretende dejar mal parada a la Policía, mostrar que el milico no entra. No entramos porque no nos autorizan a entrar. El día del clásico que vaya el juez de turno, el ministro y el director de la Guardia Republicana y que den la orden.
¿Es tan difícil identificar a la gente que arma bardo en el fútbol?
No. No queremos, no hay voluntad.
¿Quién sale beneficiado de eso?
Alguno saldrá, quédese tranquilo.
¿Cómo bancaste veintinueve años? Estás contando cada pálida…
Toda la vida fui rebelde, mire que decir la verdad me costó muchos traslados.
El policía está mal preparado, decís. Los largan a la selva con una preparación de seis meses.
¿Creés que un trabajador se puede preparar en seis meses? La vida civil es una cosa, pero cuando entrás en la Policía es otra cosa, es totalmente distinto de lo que te dijeron o lo que pensabas. Después de que entraste en la Policía, perdiste el derecho y solamente tenés obligaciones, y cualquiera es más que vos, y todavía tenés desconocimiento de normas. Yo he visto escuelas donde todavía no se enseña lo que es la Ley de Procedimiento Policial, que es como la Biblia para los católicos. No enseñamos eso, no enseñamos lo que es Derecho. No enseñamos a respetar los Derechos Humanos, que tendrían que arrancar por el Ministerio del Interior. ¿Por qué el policía es uno de los que más viola los Derechos Humanos del ciudadano? Porque el Ministerio del Interior se los está violando continua y constantemente, desde el ministro y de ahí para abajo, porque si el ministro avala la Orden 12, donde se aplica el trabajo forzoso del trabajador policial, estamos en el horno.
¿El policía se siente un paria en la sociedad, se siente segregado?
La mayoría sí. Se siente por fuera de la sociedad. El policía todavía no se ha dado cuenta que es un trabajador, y de que por ser trabajador tiene derechos. Hay que hacer un cambio muy importante. Hoy la educación en la Escuela Nacional de Policía es lo más triste y lamentable; no se le enseña nada, solo a faltarle el respeto y a basurear al que está abajo.
La formación de los oficiales es mala.
Es malísima. La de todos, pero la parte de los oficiales es peor todavía, porque el que manda es más bravo.
¿Hay mucha rotación policial? Gente que se va de la Policía.
Sí, sí. Bueno, yo me voy el año que viene.
Pero no te vas por rotación.
Pero me puedo quedar hasta el 2019. Hay que irse, no se queda nadie. La gente está esperando que llegue el día para irse, nadie se quiere quedar. Nadie.
Porque no estás en ningún curro.
Nunca lo estuve.
Por eso. Si tuvieses un curro, te quedabas hasta 2019.
No, no, no. No da. Esto está muy complicado, muy complicado.
Además de pintar un panorama caótico, estás viendo un futuro negro.
El futuro es negro. Y no se avizora ningún clarito en el horizonte.
¿Es la droga la causa del incremento de la delincuencia y la violencia? ¿O es la fragmentación social?
Yo lo he discutido y algunos se han enojado conmigo. Creo que esto arranca cuando con una intención muy buena que tuvo Adela Reta, que era ministra de Educación, empezó con los derechos de los niños. Ahí fue el acabose, porque a los menores se les dio derechos, y usted entraba en una escuela pública y decía: “Derechos, derechos, derechos”. ¿Deberes y obligaciones? Cero. Y ahora estamos pagando las consecuencias, porque, como sos menor, no te pasa nada.
En otros países no pasa eso, y también tienen derechos.
Tienen derechos y obligaciones, y acá solo se pusieron a dar derechos. En otros países tenés derechos pero tenés obligaciones, y tu derecho termina cuando empieza el del otro. Acá no. Acá el derecho de él barre con el tuyo, y no existís, y lo estamos viendo hoy en día, que tenemos menores que cuántos han asesinado y sin embargo entran por una puerta y salen por otra. Y seguimos. Algún cambio tiene que venir. Estoy totalmente de acuerdo con que los menores tienen que tener derechos, pero también obligaciones. A los siete u ocho años, vos le decís: “No toque eso” y el niño entiende. Bueno, tiene que entender que algunas cosas no se pueden hacer, o que para hacer ciertas cosas uno tiene que trabajar. Tenemos la facilidad de otorgar planes de emergencia sin devolución de nada. ¿Usted no está trabajando? ¿Su esposa tampoco? Bueno, vamos a darle un plan de emergencia. Pero va a tener que salir a barrer la calle. Seguro, tienen plan de emergencia y el termo abajo del brazo, y el pucho no se le cae, y todavía Nevada, que yo no lo puedo comprar porque ahora está a cien pesos. Estamos facilitando que todo caiga de arriba. ¿Y si nos cortan el plan de emergencia? Salimos a robar, si es plata dulce y además no pasa nada y al ratito salís. La percepción de la delincuencia es esa, que no pasa nada.
Los famosos ajustes de cuentas, ¿son ajustes de cuentas?
Es una modalidad, pero a veces también es mucho más fácil que decir que fue un homicidio.
¿Hay algún escuadrón de la muerte en la vuelta, entonces?
No, no, no. Son ajustes de cuentas entre ellos, ahí está la droga, el negocio de la droga. “No te metas en mi territorio, que acá mando yo”.
¿Es imposible para la Policía tener el mapeo de cómo funcionan las bandas de narcos? Acá no hay selva.
Hay negocio, y mucho policía que está en el negocio. Acá a ningún político le sirve tener una Policía bien paga y un Poder Judicial independiente. Es bien claro. Hasta que eso no llegue, no vamos a tener solución en materia de seguridad.
Policía bien paga, pero también mejor capacitada.
Ahí viene todo, viene la exclusividad.
Con cierto nivel de formación, aparte.
Con cierto nivel de formación, pero de calidad y no de cantidad. Hoy tenemos cantidad y no calidad.
Hoy con la tecnología y la inteligencia se supone que vos tenés mucha más facilidad para detectar cosas.
Mucha más. Con la instalación del Guardián podría haber mejorado un poco la seguridad. Se ve que no se está usando en materia de seguridad, estará vigilando alguna otra cosa.
Antes de empezar hablabas de los planes de vivienda y todos los compromisos no cumplidos. Uno de los temas de los que muchas veces se habla es que los policías terminan siendo vecinos de los delincuentes. ¿Cuáles son los proyectos que han tenido ustedes, y las dificultades que se encuentran para solucionar eso?
En 2010 se le presentó al Ministerio del Interior un proyecto para hacer viviendas en terrenos del Ministerio. Se lo vio con buenos ojos, pero después hicimos nota para pedir los terrenos y dijeron que no. Tenemos más de ocho mil trabajadores policiales viviendo en condiciones críticas y en asentamientos. No ha habido, en estos once años de gobierno frenteamplista, políticas de vivienda por parte del Ministerio del Interior para los trabajadores policiales, ni interés. A raíz de eso es cuando el SUPU inicia las cooperativas de viviendas mixtas, mitad trabajadores policiales y mitad civiles. La prueba está en que nosotros contamos diecisiete cooperativas en todo el país donde una ya está autorizada para empezar a edificar. Lo triste es que hoy el Ministerio del Interior tiene terrenos y no se los está brindando a los trabajadores policiales y sí a particulares para otros usos.
Violando promesas.
Violando promesas y tratando de imponer una rebaja salarial del 1% a todos los trabajadores policiales a partir del primero de enero de 2016, que supuestamente es para un fondo de vivienda. Tenemos que decir supuestamente, porque debería haber quedado bien claro en el artículo que esa plata se destinará solo y exclusivamente para vivienda con el control de los trabajadores policiales, porque debe haber control, y porque hasta ahora no hay control de los trabajadores policiales en ninguna actividad del Ministerio del Interior.
¿Cuántos policías están sindicalizados?
Debe ser un 35%.
¿Qué pasa con el resto? ¿Hay temor a represalias?
No es temor a represalias. Es que, al no considerarte trabajador, no te vas a sindicalizar para pelear por tus derechos. Ese es el problema más grande.
¿Qué actitudes toman como sindicato cuando hay excesos, como en el caso este de los traslados de los menores del INAU y el supuesto apaleamiento?
En ese caso hay que dejar bien en claro que cuando llamamos a la Guardia Republicana no la llamamos para que nos vaya a dar un beso ni para que nos haga mimos, sino para que vaya a reprimir. La que va a disuadir es la Policía, pero la Republicana no, así que si se reprimió, por algo fue. Nosotros no toleramos los abusos, el SUPU nunca toleró los abusos de trabajadores policiales a cualquier ciudadano, nunca, y lo hemos dejado bien claro. Eso es responsabilidad del trabajador que abusa, nosotros no estamos avalando el abuso, los malos tratos o la violación de Derechos Humanos del trabajador policial hacia un ciudadano.
¿La baja de la edad hubiera mejorado la seguridad?
Creo que sí, hubiese sido una buena señal. Hoy cualquier gurí de trece o catorce años sabe lo que hace. Seguro, no tenemos alojamiento para esa gente, no podemos mandarlos a la “universidad” Libertad. Es un problema grave.
¿Hay que sacar las cárceles de manos de la Policía?
Urgente. Ya tendrían que haberlas sacado.
¿Hay que crear un instituto de guardia penal por fuera?
Hay que crear un instituto por fuera, pero viendo el paso gradual que se está haciendo con los operadores penitenciarios, va a ser un caos. No dio resultado con los operadores penitenciarios, son gente de mamá y papá, que la mayoría de las veces trabaja seis horas de lunes a viernes, y el que está clavado es el milico, el policía, que hace más de ocho horas, porque en el COMCAR y Libertad son gente que viene de Rivera, de Artigas, de la frontera, que trabaja doce horas, y que en el descanso tiene que estar a la orden por si pasa algo. Ahí también tenemos un abuso de la carga horaria que tienen los trabajadores, y además en las pésimas condiciones en que están viviendo, totalmente infrahumanas y deplorables.
¿Sirvió para algo el comisionado parlamentario?
Para los delincuentes sí, para el trabajador policial no.
¿Por qué?
Porque cuando estuvo Álvaro Garcé nos aburrimos de ir a hablar con él, pero él nos dijo bien claro que él estaba para defender al delincuente y no al policía.
¿No te resulta raro haber visto a todos los partidos políticos y que ninguno tenga interés en cambiarlo? ¿Cuál es el problema?
Cuando están afuera te hacen un discurso precioso, pero cuando entran al Ministerio les entra amnesia.
Vos entraste a la Policía con la democracia.
Sí, sí, en 1986.
Han pasado muchos ministros. ¿No podés destacar una gestión?
No hay ninguna. La única que tuvo diálogo con nosotros fue Daisy, después nada más.
No sos optimista con respecto a la situación del policía.
No, no. La única forma de que esto mejore es si realmente el trabajador policial se preocupa por las condiciones de trabajo, y que realmente vea y crea que en la actividad sindical va a mejorar su situación. Es la única manera. Si no, esto sigue para atrás.
Como cualquier trabajador de cualquier área.
A veces ellos te dicen: “Mire todo lo que han conseguido los bancarios”. Pero los bancarios pararon, y quedó nada más que el gerente adentro del banco, los demás se fueron todos para la asamblea. Si vos llamás a una asamblea, te dicen: “No, yo no fui, estaba en el 222”. Y estaban tomando mate en la casas. Si vos no te preocupás por lo tuyo, nadie se va a preocupar, y por eso estamos como estamos. Porque no nos preocupamos. “Andá vos a la asamblea, y después me contás”.
¿Les han dado equipamiento? ¿No han mejorado en eso?
Mejoró, pero ahora se quedó. Lo único que no habían dado es la parte para invierno, eso no dieron nada. El milico no tiene ni capa para la lluvia.
¿Y autos, motos? ¿Ha aumentado la cantidad?
Mejoró la cantidad pero no la calidad, porque tenemos los Geely, los chinitos esos que son pan para hoy y hambre para mañana. Compraron todo tipo de porquerías, como los camioncitos esos doble cabina que son para llevar chanchos, porque, ¿qué otra cosas vas a llevar ahí? Nada.
¿Y los aviones?
Yo qué sé, capaz que un helicóptero podía mejorar tecnológicamente. Pero dos helicópteros y un avión… Es una tomadura de pelo. ¿Dos helicópteros y un avión? ¿Pará qué? ¿Acá en el Uruguay, que das dos pasos y caíste en el Océano Atlántico y das dos pasos y te ahogaste en el Río Uruguay?
Lo justifican diciendo que van a poder combatir mejor el abigeato.
El abigeato no se controla desde arriba de un helicóptero, se controla teniendo recursos humanos en las comisarías. La tecnología no nos va a salvar si no tenemos recursos humanos. Las comisarías de campaña las tenemos con uno o dos milicos. ¿Quién va a salir a recorrer, si no hay gente? ¿Vas a mandar a un milico solo a recorrer? ¿Para qué? Para que después te avisen por radio: “Che, ¡mirá que andan paseando en la camioneta!”.
¿Ha aumentado el índice de delitos en el interior?
Sí, y le voy a decir por qué. Uno de los errores más grandes que tuvo el gobierno del Frente Amplio fue poner a policías retirados a cargo de las jefaturas, y la mayoría eran de Montevideo, gente que toda la vida estuvo en la capital a cargo de jefaturas en el interior. Le voy a decir el porqué del tema del abigeato. Se echó a perder al policía del interior. Hace un tiempo habían hecho un abigeato, ¿y sabe qué dijo el jefe de la jefatura?: “Una vaca más, una vaca menos: no les den bola a estos canarios”. Lo mismo pasa con las rapiñas en el interior: “¿Una rapiña? No den bola. En Montevideo tenemos cien por día”. Lo minimizan, pero para nosotros es un caos una rapiña, un abigeato, un hurto. Porque era algo sagrado, antes no había. Y así estamos. ¿Qué nos importa Montevideo, si yo vivo en Florida? Yo tengo que velar por la seguridad de Florida. De Montevideo que se preocupe Montevideo. Y eso echó a perder al interior.
¿Sos partidario de que las comisarías las manejen policías retirados?
No. Tienen que ser políticos del departamento, porque el político le debe a la gente, y el jefe de Policía no le debe nada. Si yo soy el jefe de Florida, yo a vos no te debo nada. Te hago un cuento precioso, hablo precioso en la radio y te dejo chocho, y me voy para mi casa mientras te están robando todo. El político sí, porque al político le podés decir: “Me están robando todo, muchacho, dejate de joder, me están llevando toditas las vacas”.
En Estado Unidos se elige el Sheriff por votación.
Porque te debés al pueblo, y si no, la gente te va a armar un lio bárbaro y el partido político te va a echar flit. Acá no le dan bola a nada, y mirá que todo el interior está pa’tras. Si llegás a ir un día de Montevideo hasta Rivera, tirá cohetes si encontrás un vehículo caminero en la ruta. Tirá cohetes.
Van a sacar la Caminera.
No sé cuál es el curro con la Guardia Republicana. Creo que está mal eso.
Nadie tira cohetes si encuentra a la Caminera, que te vacuna.
Tiene que estar en la ruta, pero no para sancionarte sino para corregir. No puede estar escondida. Lo que pasa es que es todo recaudación.
El hecho de la dispersión en varios sindicatos les quita fuerza.
Nosotros hemos intentado la unificación, y lo hemos hecho siendo mayoría. Pero no le sirve al PIT-CNT, que es el que lleva adelante el que no nos unamos. Si nosotros nos unimos, el Ministerio del Interior y el PIT-CNT van a tener muchos dolores de cabeza, porque nosotros tenemos derechos para todo lo que pidamos, porque adentro de la Policía está todo mal, y todo son violaciones. De todo lo que reclamemos, en todo tenemos razón. Tenemos la Ley de Nocturnidad que se aplica para todos los trabajadores, pero no dice nada la Ley. Eso también se gana, pero lo estamos viendo en el Parlamento hoy —cuando fuimos en febrero a presentar nuestra disconformidad con la Ley Orgánica Policial— y nada más ni nada menos que compañeros nuestros que están dentro del PIT-CNT fueron con abogados del PIT-CNT diciendo que estaba bien que nos prohibieran el derecho de huelga. Estamos todos locos. ¿Qué estamos haciendo, entonces? Mandados.
¿No hay un tema ideológico de parte del PIT-CNT hacia el SUPU?
Sí.
Que no lo ven controlable por la izquierda.
No es controlable, es que nosotros desde que iniciamos somos un sindicato apolítico, apartidario. Yo tengo mi corazón político, pero yo no puedo poner eso por delante de los derechos de mis compañeros que me pusieron acá, y yo tengo que luchar por aquellos que me pusieron acá. A mí me pusieron compañeros blancos, colorados, frenteamplistas y de Unidad Popular. A mí no me eligieron solo los compañeros del Frente Amplio, o los blancos o los colorados.
¿Cómo se eligen, tienen elecciones?
Tenemos elecciones cada tres años.
Hay que sacar a Bonomi.
No, no, nosotros no pedimos la renuncia de ministros. Eso lo tenemos bien claro.
Fue un chiste.
Nosotros no pedimos la renuncia de nadie.
A Ramírez en su momento lo intentó voltear la Policía.
Sí. El Partido Nacional fue lo peor para el trabajador policial. Antes de la huelga que le hicimos a los blancos en 1992, nos daban una canasta de yerba Botafogo vencida, brasilera, arroz de medio grano, el de perro, fideos llenos de gorgojos, y la lata de arvejas que parecía Hulk, toda hinchada, que parecía que iba a explotar. Por eso los asesores de esta gente en materia de seguridad no quieren a los sindicatos policiales, porque son los que curran en el medio, y hacen el caldo gordo para ellos.
Pero en esa época tenían al diputado García Pintos, que era el que denunciaba todo eso.
Hablaba muy lindo pero hacía muy poco. Hacía como el tero: gritaba de un lado y tenía el nido del otro. La Policía nunca tuvo nadie que la defendiera. Nadie, nunca. Yo llevo veintinueve años y pasé por todos los gobiernos, y todos han usado al trabajador policial.
Es jodido eso. Porque aparte es un rol social importantísimo, es gente a la cual vos le das un arma para mantener la seguridad de la sociedad.
Hasta que no haya una política de seguridad… Acá tienen que estar todos los actores políticos y los trabajadores. Mientras no tengamos en cuenta el factor humano, esto se va al carajo. Esto es una empresa, y si en una empresa vos no tomás en cuenta al trabajador, te fundís a los tres días. Para el Ministerio del Interior somos un número: “¿Cayó uno? Traé otro”. Uno de los problemas más grandes que tiene hoy el Ministerio es el recambio brusco de gente con experiencia por gente nueva. ¿A la gente nueva qué le interesa? Un celular, y no dan bola a nada, porque están en otro mundo. Antes los recambios se hacían diferente: vos tenías cuatro milicos viejos y te ponían uno nuevo, y no había chance: te iban enseñando. Si ahora sacás los viejos y ponés todos nuevos…
También se enseñan los vicios.
Sí, pero los vicios los podés limpiar, si la cabeza anda bien. En la Policía la cabeza está enferma. El ministro dijo hace poco que él daba una orden a la Guardia Republicana y se cumplía a rajatabla. ¿Entonces? Es incapaz de manejar a la Policía, porque si él como jefe le da una orden al jefe de Policía y no se cumple, ¡echalo a la mierda al otro día! No le da la nafta para hacer esos movimientos.

Comentarios

Entradas populares