Grecia: la traición de Tsipras a su pueblo por Dimitri Konstantakopoulos ( Extracto de la nota a Konstantakopulos) / Red Voltaire



Se ha hablado mucho de Grecia estos tiempos, de deuda, austeridad, de referéndum y de las duras condiciones de ajuste financiero impuestas a este país. Se habla mucho del líder Alexis Tsipras, de SYRIZA y su nuevo gobierno. Pero dentro de esta trágica historia de apariencias económicas, hay un aspecto oculto, una agenda programada, unas fuerzas tenebrosas que emergen contra las sociedades civiles y que casi nadie ha hecho alusión. Son pocos los que nos advierten del peligro de la Hidra del siglo XXI. Uno de ellos es nuestro colega Dimitri Konstantakopoulos, que desde su Grecia natal comparte experiencias y cuenta cómo esta Hidra devora su patria y porqué es importante comprender lo que realmente ha pasado y está pasando en Grecia.

Usted como intelectual, que frecuenta los círculos de poder, de analistas y pensadores griegos, Usted que es un estudioso, investigador, escritor y periodista independiente, en su opinión, ¿cuál hubiese sido la solución para salvar a Grecia?
Dimitri Konstantakopoulos: Es muy difícil responder a eso. Es muy difícil de salvar a Grecia y más pasa el tiempo más difícil será la tarea. Creo que si queremos salvar a Grecia se debe crear un frente nacional y social a gran escala, muy amplio, serio, creíble, que repose sobre gente nueva y no en los viejos partidos políticos. Porque todas las viejas organizaciones políticas —son responsables— de una quiebra y fracaso sin precedentes.
A lo largo de la historia griega moderna, especialmente durante los terribles años 1940, siempre hubo una enorme dificultad dentro de las formaciones sociales griegas, una dificultad para producir un liderazgo competente y que sea al mismo tiempo independiente de las fuerzas extranjeras que ejerecen presión y manipulación. Es esto lo que constituye el centro del problema griego después de la independencia del país. Ni la burguesía griega ni los líderes del movimientos populares no creen en la posibilidades [y capacidades] de su pueblo, de la nación. De esta manera, Grecia, un país que resistió a Hitler como muy pocas naciones en Europa lo hicieron, fue el único país en el continente europeo que experimentó, vivió, una enorme matanza, me refiero a la guerra civil griega, la cual se desencadenó después que los griegos liberaran al país de la ocupación nazi.
Nuestra supervivencia nacional y social dependerá de nuestra capacidad para superar este problema y crear un frente amplio, que no sea un frente de izquierda o derecha, sino un frente de liberación nacional y social. Y esto también dependerá mucho de lo que suceda en otros países de Europa y en el resto del mundo en general.
11. Pregunta: En efecto, los países están hoy más interconectados económicamente y más dependientes políticamente de convenios y alianzas. ¿Tiene Usted un mensaje para las nuevas fuerzas políticas que se dicen más humanistas y progresistas, fuerzas que aparecen en Europa y en otras partes del mundo?
Dimitri Konstantakopoulos: La primera y más importante lección que debemos aprender de la experiencia griega [2012-2015], es la de estar conscientes que Europa se enfrenta desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, a la más grande amenaza que haya podido conocer la civilización europea. Por supuesto que podemos criticar y condenar a Tsipras y SYRIZA, pero tenemos que ver desde otro ángulo, ver cómo todos los gobiernos y las instituciones europeas unieron sus fuerzas, como se han aliado y colaborado ¡para estrangular a un país pequeño de Europa!
Hacen a Grecia, lo que nosotros los occidentales, hemos hecho en Irak y Libia, ¡aunque ahora lo hacen con las armas de las Finanzas y la Televisión y no con bombas! ¡Esta es una prueba absoluta de que su objetivo no es más que la demolición total del Estado Social Europeo y lo que queda de la democracia en el continente! Lo que está sucediendo en Grecia no es un fenómeno local. Es la aparición en Europa de un Imperio Totalitario de la globalización, es el nacimiento, surgimiento de una dictadura global de la FINANZA que hace su irrupción.
Hemos vivido bien en Europa, a pesar de nuestros problemas, desde la Segunda Guerra Mundial se ha vivido bien, y se fue olvidado poco a poco nuestro pasado, las feroces luchas [sociales del pueblo contra tiranías y fascismos] cuyo resultado son los elementos de la democracia y la protección social que una mayoría de europeos todavía disfruta. Creemos erróneamente que es algo obtenido, logrado, alcanzado, perenne, esta vida relativamente protegida y las libertades democráticas básicas. ¡Pero no es el caso! Todavía hay una apariencia de estabilidad si Usted vive en Roma, Berlín o París. Pero esto es una estabilidad engañosa. En comparación con Europa, la Grecia de hoy es la España de 1936-1939, la sola diferencia es que la Guerra Financiera y Política ha remplazado la Guerra Militar del pasado y el Totalitarismo de la Gran Finanza Internacional ha remplazado el Totalitarismo Fascista de Hitler de antes.
Si seguimos viviendo en ilusiones, si no entendemos la naturaleza de esta amenaza, si no nos movilizamos de manera decidida y conciente en contra de esta amenaza, de esta Hidradel siglo XXI [el totalitarismo de la Finanza Internacional], los pueblos y naciones europeas están condenados a tener derrotas y más derrotas.
La experiencia griega confirma que cualquier nuevo intento para desafiar al orden neoliberal o, para ser más precisos, paraeliminar este modelo neoliberal, llamado con razón «capitalismo financiero del desastre», cualquier intento por parte de un Estado, movimiento social, será castigado y reprimido de manera ejemplar. Hay que saberlo y prepararse seriamente a estas luchas.
Las fuerzas que creen que pueden pasar por encima de esta realidad, hacer simples correcciones o ajustes social-demócratas, aplicar los métodos de la politiquería de compinches, todas estas fuerzas políticas que no se preparen correctamente a enfrentar a este monstruo de la Finanza están condenados al fracaso y a la derrota total.
También pienso, que otra lección importante a sacar, es la de no confiar ciegamente en los líderes y nuevas formaciones políticas que aparecen.
Usted sabe que Grecia no es una excepción, como se le presenta a veces. Es un caso excepcional, cosa que es muy diferente.
Excepcional en el sentido que [podemos observar aquí], porque esta Hidra de múltiples cabezas, reune aquí todas las fuerzas que trabajan y operan en Europa para dominar a Grecia, para someter a Grecia, aparecen aquí [en el caso griego], con una fuerza y una claridad sin precedentes. Hay que tener en cuenta también que nuestro país ha tenido la mala suerte de encontrarse en primera línea de la guerra contra la Finanza Internacional, guerra que será más tarde también contra otros pueblos europeos.
Tampoco hay nada de muy específico o excepcional en la derrota de la «izquierda radical» griega y de la «derecha griega soberana» del [líder] Kamenos (no hay que olvidar a esta agrupación tampoco, la derecha griega).
Si la última gran decepción en Europa ha venido de la izquierda griega, la «izquierda radical» y antes de eso, de la izquierda francesa —aunque en menor medida—, la próxima gran decepción en Europa podría venir muy bien de la «extrema derecha» o «derecha radical», a la que muchas personas parecen ahora orientarse después de la «metamorfosis» deHolande y Tsipras, y esas capas de insatisfechos en ciertos países está siendo atraída por las fuerzas de la «derecha radical».
Solamente las sociedades civiles, movilizadas en conexión orgánica con los intelectuales críticos y serios [libres pensadores], que conocen y saben usar de la televisión o los medios de comunicación social, pero que no están solamente motivados por esa falsa popularidad, podrían realmente hacer frente a este nuevo tipo de amenazas existenciales que representa el nuevo totalitarismo de la Finanza, del «Imperio» y que enfrenta la civilización europea. Hay que encontrar líderes, pero también hay que encontrar los medios de controlarlos, en un contexto democrático y colectivo, para reducir el riesgo de la traición, las posibilidades de chantaje y manipulación. Los pueblos y los partidos políticos que esperan pasivamente que se les rescate de sus problemas gracias a la llegada de un líder carismático no sólo están condenados a una derrota, sino que también facilitan la traición, el engaño o los errores de sus líderes.
Se debe decir a la gente la verdad y sólo la verdad. La politiquería es inútil y no sirve para nada en condiciones caracterizadas por crisis de tales dimensiones y sobre todo cuando uno debe enfrentarse a enemigos tan poderosos y decididos [como lo es el fascismo de la Finanza Internacional].
La gente del pueblo va a seguir [a sus líderes], aunque el camino sea difícil y árduo, pero el pueblo va a seguir solamente si les explicamos los problemas reales y de lo que realmente está en juego, cosas de gran importancia para el futuro y bienestar de todos los ciudadanos.
A pesar de su profunda decadencia actual, Europa, cuyo nombre e idea —les recuerdo— nacieron en esta tierra griega, todavía conserva grandes tradiciones intelectuales, así como una grande tradición de luchas sociales y políticas, que han influenciado fuertemente en la evolución y las ideas de todo el mundo. Pienso que ella puede —si quiere evitar la muerte que la amenaza—, encontrar en esa tradición las herramientas e instrumentos necesarios que le hacen falta para resistir y renacer. Y producir otras soluciones nuevas e innovadoras.
Una cuestión muy importante es la cuestión del euro, la cuestión de la UE (Unión Europea) y también la cuestión de la nación.
SYRIZA ganó porque tenía un mensaje (a pesar que no tenía una práctica), mensaje que combina el elemento nacional y el elemento social. No podemos reivindicar una hegemonía política en un país dado si no nos dirigimos [al pueblo], si no tenemos una comunión con la nación que queremos representar. Esta tendencia de afirmación de la identidad nacional es ahora muy fuerte en toda Europa y se fortalecerá aún más.
En primer lugar [se fortalecerá] en los países periféricos, que son hoy objeto [víctimas] de la dominación, la explotación, el saqueo económico y colonización por parte de los [capitales financieros de los] países del norte.
¡Alemania ha ganado y gana un montón de dinero con la crisis que está destruyendo Grecia!
El segundo factor, el aumento del elemento nacional, es que en una crisis, la gente busca naturalmente las marcas de sus identidades nacionales establecidas en su pasado, en su historia. La pregunta no es si debemos favorecer o bloquear esas identidades, porque allí adentro nada se puede hacer, es como querer cambiar el tiempo. Lo que podemos hacer es usar esas fuerzas de la nación, de la etnicidad, con un objetivo que puede llevar a un resultado catastrófico [por ejemplo el Hitlerismo, Mussolini] o que puede llevar a resultados maravillosos [por ejemplo Gandhi en India o Mandela en África del Sur]. De esa buena o mala elección dependerá el futuro político de todo el continente.
En ese sentido, el pueblo alemán está frente a un importante desafío que consiste en elegir entre:
- si su «afirmación nacional» ¿lo llevará a convertirse en un campeón en el continente europeo a favor de un espacio democrático, próspero, independiente, ecológico, justo, solidario? o:
- ¿seguirá el camino elegido por Merkel y Schäuble, es decir tratar de dominar a las otras naciones europeas [más débiles] como subcontratista de la Finanza Internacional?
Uno de los triunfos del Imperio de la Finanza es que fue capaz de transformar sus pérdidas en deuda soberana y la crisis de los bancos en 2008 en crisis de deuda soberana y, posteriormente, convertir esto en un antagonismo nacional entre los Estados Europeos, para ver quién paga este desfalco. Y hay que reconocer que esto es un factor esencial de la crisis griega.
¿Podremos unir a los pueblos de Europa o a una gran parte de ellos en la lucha contra la dictadura de los Mercados Financieros y para el renacimiento de una sociedad europea democrática, social, independiente, ecológica o vamos a repetir por otros medios la [trágica y violenta] historia europea del siglo XX?
Por todos lados en Europa hay necesidad de nuevas fuerzas que puedan desafiar y contestar eficazmente la dictadura de la Finanza. Pero sin minimizar los problemas, hay que afrontarlos, con estrategias que están a la vez profundamente arraigadas en las realidades nacionales, sino también en la gran interacción existente entre las naciones europeas.
Para terminar, me gustaría añadir algo. No me gusta criticar a la gente, porque cada uno puede tener su propia opinión de los hechos.
Pero quiero invitar a las personas que argumentan desde el extranjero —y de manera muy categóricamente— de querer defender estos valores, yo los invito para que estudien mejor el caso griego, que estudien más detalladamente de lo que realmente ha pasado aquí en Grecia.
Y nosotros hemos visto y escuchado aquí en Atenas a varios líderes de los nuevos movimientos sociales o la nueva izquierda europea, y me pregunto si están conscientes, si se dan cuenta de lo que realmente ha sucedido aquí en este país.
Por ejemplo, hemos estado muy sorprendidos — irritados e incluso finalmente molestos y decepcionados— de ver venir aquí en Grecia a los más importantes líderes de la «nueva izquierda» europea.
Hemos visto en Atenas al Sr. Gregor Gysi, líder del partido de izquierda alemana Die Linke.
Hemos visto a Pablo Iglesias del movimiento español Podemos, líder de los movimientos contestación social en España.
Hemos visto aquí en Atenas al Sr. Pierre Laurent líder y Secretario General del Partido Comunista Francés.
Hemos visto aquí en Atenas al Sr. Oskar Lafontaine (...)
y todos estos líderes políticos han venido aquí a Atenas para expresar ¡¡¡¡¡¡su apoyo a Alexis Tsipras y a su partido Syriza!!!!!
Alexis Tsipras con Pablo Iglesias del movimiento español Podemos, quien vino a Atenas para darle su apoyo
¿Qué cosa han venido apoyar aquí en Atenas?
- ¿Han venido apoyar la política neocolonial aplicada a Grecia por la Troika?
- ¿Han venido apoyar la traición de Tsipras a su pueblo?
- ¿Han venido apoyar la transformación de Grecia en un protectorado y laboratorio de la finanzas especulativas internacionales?
- ¿Han venido apoyar la política económica neoliberal extremista que incluso la Derecha griega no se atrevió aplicarla aquí?
- ¿Han venido apoyar una política exterior griega que estará basada en adelante en los intereses de Estados Unidos e Israel?
- ¿Es qué se dan cuenta a quién están apoyando?
- ¿Es qué se dan cuenta qué cosas están apoyando?
- ¿Realmente entienden lo que ha pasado en Grecia?
¡¡¡Alexis Tsipras no es creíble, ni válido, tampoco un modelo de ejemplo!!!
¿Qué pensarán los ciudadanos de su propio país cuando se den cuenta que Uds., —los nuevos líderes de la Nueva Izquierda europea— han venido aquí a Atenas, apoyar a un one man showque ha traicionado la confianza de su pueblo, que ha renegado la aspiración de la nación griega expresada en un legítimo referéndum democrático?
¡Entonces Ustedes tampoco serán creíbles ni un ejemplo a seguir ante sus ciudadanos compatriotas en sus respectivos países!
Por ejemplo el Sr. Gegor Gyzi, líder del Partido de izquierda alemana Die Linke, vino a Atenas para decir que: «¡Grecia debe aceptar el acuerdo impuesto por la Troika!»
¡Esto ya no puede ser la izquierda!
La única excepción fue el Sr. Oskar Lafontaine, nos quedamos encantados de oírle, no hizo en su época lo que Alexis Tsipras ha hecho. Cuando Oskar Lafontaine se encontraba ante la imposibilidad de aplicar la política que él deseaba para Alemania, prefirió renunciar. Siempre hay una manera de ser digno en la vida, incluso en las situaciones más difíciles.
En conclusión, para aprender de este fracaso, va ser necesario volver a estudiar detalladamente todas las fases del proceso griego, del movimiento SYRIZA, de la traición de Alexis Tsipras y entender, comprender y ver lo que realmente ha pasado en Grecia.
Gracias, hasta la próxima.

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