REFLEXIONES DESDE LA CARCEL. (Entrega 4) Milagro Sala

Sobre la espiritualidad

Soy cristiana a mi modo; creo en la espiritualidad, creo en las ceremonias, creo en las tradiciones de nuestros abuelos. Nosotros, en la Tupac, siempre hicimos ceremonias. Son ceremonias que nos hacen bien y que nos esclarecen. El Inti Raymi, el 21 de Junio; el año nuevo de los pueblos originarios, el Capac Raymi; el festejo de la Pachamama, en el mes de agosto, lo hacemos siempre. Invitamos a chamanes aymaras y kallahuayas como la “Mama Quilla” y otros hermanos para que dirijan esas ceremonias en la réplica del Templo de Kasasaya, en Tiwanaku, que hemos construido en el barrio, para que participen todos los pueblos originarios, dede Jujuy, desde los kollas hasta los guaraníes y mburumbichas ”tilizar”.
No soy chamana, soy una líder social (no me gusta decir yo, ni hablar de mi misma) que invita a los que saben hacer las ceremonias y respeto mucho lo que ellos dicen y respeto a nuestros abuelos. Escucho siempre a nuestros abuelos y, a veces, ellos me retan cuando no hago las cosas bien. Por eso, repito, no se debe mezclar la política con nuestras creencias. Lo que hicieron Gerardo Morales y Macri, está mal; esas ceremonias son sagradas: tienen sus fechas, tienen sus rituales, no se pueden inventar celebraciones para agasajar a políticos; eso es muy grave y una ofensa para nosotros”.

El Papa Francisco

Cuando visitamos por primera vez al papa Francisco, junto a algunos hermanos, le dije que estaba enojada con la Iglesia por un tema que viví cuando era chica por la limosna que no pudo dar un pobre; pero, sobre todo, estaba muy enojada, estaba resentida por todo lo malo que la Iglesia hizo con los pueblos originarios desde la conquista. Por la muerte, por la explotación de los hermanos, por las riquezas que se llevaron. Hasta construyeron templos arriba de nuestros templos sagrados como en el Cuzco. Pero el Papa nos sorprendió y mucho cuando, de pronto, pidió perdón por lo que hizo la Iglesia. Lo único que nos solicitó entonces fue que ese pedido de perdón lo mantuviéramos en reserva hasta que él mismo lo hiciera público en el lugar y en el momento adecuado…un año después, cuando visitó Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, pidió el mismo perdón en un mensaje que llegó a todo el mundo delante del hermano Evo Morales y de representantes de los pueblos originarios y de los movimientos sociales. En ese justo momento, lo estábamos viendo y lo estábamos escuchando y entonces me emocionó y lloré junto a mi marido porque él había cumplido su promesa. El Papa es un buen hombre. Es un hombre que cumple su palabra. No me puedo olvidar también que nos invitó a mi marido y a mí a la capilla de Santa Marta donde celebró una misa a la que nosotros asistimos como desagravio a la profanación de la tumba de mis padres, en Jujuy, por parte de sectores del radicalismo. En esa ceremonia, tuve una visión muy hermosa de mi madre... Cuando voy a Yala al costado del rio a estar un poco sola y a acomodar mis ideas siempre rezo por el”.