Bicentenario de la Independencia. Por J.J. Ferrite

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¿Cómo plantear la Declaración de la Independencia de 1816 en el contexto de nuestro tiempo? disparé al entrecejo de “Copetín” displicentemente ocupado en tirarle migas de pan a las palomas.

Mi amigo respondió con cerrado silencio conforme a su estilo, pero además presa del malhumor por haber viajado en vano al constatar que los comercios de la calle Warnes no abrieron conforme al traslado del feriado del 9 de Julio al viernes 8.

_  ¿Quién entiende a los porteños? disparó a su vez, acaso entendí mal o no era que los tipos del gobierno, antes en la oposición, achacaban la culpa a “la señora CFK” por fomentar la vagancia con tantísimos feriados largos.

Soslayé el comentario, me parecía que la Independencia en tiempos de los genuflexos merecía algo más que los acordes de la banda militar y los fuegos artificiales.

_ Merece recordarse con orgullo patrio las jornadas del 25 de Mayo de 1810, dije rememorando, los triunfos subsiguientes de Artigas en la Batalla de las Piedras y de San Martín en la Batalla de San Lorenzo, como las guerrillas de Guemes y la batalla definitiva en los campos de Ayacucho, Perú, allá por el año 1824.

“Copetín” no lograba salir del ensimismamiento, recluido en cálculos que relacionaban un viaje al cuete y los gastos imprevistos hasta la llegada del lunes. Las palomas lo rondaban con cierto aire festivo y provocador.

_ La derrota de 1824 obviamente fue parte o una posibilidad de toda lucha libertaria.

_ Dijiste la batalla definitiva de 1824, corrigió mi amigo.

_ Te cuento. El afrancesado Bernardino Rivadavia fue uno de los capitanes de la derrota cuando firmó un empréstito leonino con la banca londinense Baring  Brothers, que de hecho, puso de rodillas a la Argentina en 1824. Un negociado atado a la solicitud de un millón de libras esterlinas para la construcción del puerto de Buenos Aires de las cuales, deducidos gastos administrativos y comisiones, llegaron a las arcas del Estado poco más de la mitad…

_ Lo que mata es la intermediación, dijo mi amigo pensando como trasladar los gastos extras que demandan un fin de semana largo en Buenos Aires al precio de los repuestos.

Mientras tanto, llamó al mozo y pidió otra cerveza especulando con la tibieza del sol nubarronado.

_ Ciertamente existen constantes en la historia, traidores desde los tiempos bíblicos de Caín y sus émulos contemporáneos, que soslayando el sentido de la Independencia, en Argentina remedan a los Rivadavia, a los Roca del pacto con Runciman, a los Krieger Vasena, a los Martínez de Hoz.

_ ¿Y qué del Prat Gay? preguntó más distendido el contrabandista hormiga.

_ Está a la cabeza del Ministerio de Hacienda y Finanzas del gobierno de Frank Macri, un ex ejecutivo de la banca J.P. Morgan, pero es demasiado pronto para evaluarlo porque recién tiene un semestre de gestión…

_ ¿Y con eso que queres decir?

_ Está atravesando por la etapa de la genuflexión, dije de modo preciso.

_ No se entiende, dijo mi amigo.

_ El ministro te lo explica, cuando reunido con otros sabandijas en Madrid pidió “disculpas por los últimos años, por lo que han sufrido los capitales españoles” en el país. Refiriéndose al affaire de los empresarios españoles con la petrolera YPF y con Aerolíneas Argentinas, no con la mirada de un independizado de España sino con la sumisión de un siervo.

_ Vos viniste a la Argentina en el 2002 ¿o me equivoco? preguntó “Copetín” con segundas intenciones.

_ Inolvidable año 2002 cuando bajo la batuta del presidente Jorge Batlle de la alianza “rosadilla”, los bancos y los especuladores se hicieron un festín a la sombra de la debacle argentina del 2001 y reminiscencias de la quiebra de la… Baring Brothers y anticipatoria del  destino de la Lehmman Brothers en 2008.

¿Qué otra cosa podía hacer? Perdí el trabajo en Xerox y con Barbara embarazada de cuatro meses hicimos el bolso y nos vinimos a pedir asilo a la casa de mis viejos.

_ Te preguntaba porque con los años uno aprende a orejear la baraja… y ya van más de diez años entre porteños…

Lo miré con signos de interrogación.

_ Si los del gobierno son un equipo como repiten los funcionarios de M.Macri ¿por qué, a tanto cambiar y cambiemos, no cambian al ministro? Por los papelones, dijo.

_ Es como vos decís, al orejear los naipes vas a encontrar a los tipos que te hablan de la interdependencia económica y no de la Independencia política que posibilite relaciones económicas más equilibradas, con la gente adentro, con la frazada larga ¿me seguís?

_ Es lo que hay…

_ Pero hay diferencias irreconciliables, una cosa es el sueño de Patria Grande de Chávez, del Evo y Lula, de Néstor y Cristina, en pos de la integración regional como consecuencia de nuestra Independencia. Y otra cosa son los cosos…

_  ¿Qué cosos? interrogó de mala gana mientras espantaba a una paloma al acecho.

_ Los cosos de la baraja marcada ¿me seguís?

_ No te sigo.

_ La interdependencia económica es el afán del mercado abierto, sin fronteras, sin Independencia. Son los amigos de P. Gay y de D. Astori: los Obama, los Hollande, los Renzi, las Ángela Merckel, en fin, el decrépito rey de España, Juan Carlos I.

_ Algo así como los padres de nuestro endeudamiento y  dependencia.

Pedimos otra cerveza y una fugazzeta con ánimo de celebrar a lo grande las luchas por la Independencia.

_ Invitar al rey de España a Tucumán el 9 de Julio, por  parte del gobierno de M. Macri es otra ofensa gratuita a los hombres y mujeres de buena fe.

Y debemos ser muy cuidadosos, dije disfrutando las primeras luces de la ciudad.

_ ¡Qué te preocupa, si se puede saber?

_ Las cortinas de humo. Los hispanistas de allá y de acá, con la prédica de que la colonización no fue tan mala como la pintan porque los Mayas y otros “bárbaros” se mataban entre ellos, pretendiendo así dar a los invasores y evangelizadores un barniz humanista, de comprensión y tolerancia por el Otro, ponen como ejemplos a la Malinche y las misiones jesuíticas.

_ De la carneada de millones, en nombre de la Civilización occidental y cristiana omiten decir palabra, apuntó mi amigo.

_ Los indigenistas, retomé la idea, sus buenas causas tienen en todo el continente y así debe ser entre los pueblos originarios, con su cosmogonía y semillas, pero como una parte fundacional de un todo mestizo, amalgamado de modo violento y contradictorio si se quiere, con los sueños y las luchas encarnadas por una segunda Independencia.

_ ¿Cómo plantear el Bicentenario de la primera Independencia? sino en el contexto de desnudar  a  los ministros y reyezuelos que piden perdón a los opresores, endeudan a la nación y pagan las deudas con el sudor de los trabajadores, y menoscaban como todo oligarca, la inteligencia del pueblo argentino.

_ Sin olvidar a nuestra hermana, la colla Milagro Sala.

_ Tanto como repudiar el acoso mediático y judicial a CFK.

_ Amigo, el 9 de Julio honraremos a los nuestros con renovados sueños de Independencia.