La Zaga Oriental 26 / Por Jose Ferrite




 Los diarios del domingo.

Esa mañana, domingo, los porteños olvidaron las grises rutinas ojeando los   portales y tapas de Medios & Medios, algunos pendientes del fútbol, otros del mundillo del espectáculo y cada cual por su interés. Con las ediciones demoradas ante la expectativa dominante por los recientes acontecimientos.

Los títulos más destacados coincidían: GOLPE AL CRIMEN ORGANIZADO

“Según trascendidos cercanos a las fuerzas de seguridad, durante las horas de la noche se realizó un operativo cerrojo dirigido por fuerzas especiales contra una empresa funeraria después de un inteligente como sofisticado seguimiento. La organización criminal estaría, según la misma fuente, en la mira de los investigadores hacía más de seis meses y aseguran que las próximas horas serán decisivas para afianzar la paz social”.

   Más abajo, una fotografía destacada daba cuenta del gol del triunfo de River Plate y circunscrito en formato más pequeño, un texto breve anunciaba el protagónico de la actriz uruguaya Natalia Oreiro sonriendo en un fotograma ampliado de la película “Gilda”.

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En rueda de prensa y pasadas las 8,30 AM la ministra aseguró que se trataría, por la cantidad de armas de guerra, telefonía celular y documentación incautada, de una organización internacional con tenebrosas ramificaciones por ahora desconocidas.

    Ante la pregunta de un periodista, de sí podría tratarse de operaciones terroristas como ocurre lamentablemente de modo recurrente en Europa, la avejentada ministra dijo que los ciudadanos podían quedarse tranquilos porque esas cosas aquí son poco probables, aunque en el Ministerio no descartan ninguna hipótesis y las líneas de investigación, entre otras, se orientaban a una célula dormida o el ingreso clandestino por la Triple Frontera de kamikazes, sospechosamente jóvenes casi niños, con el objetivo deleznable de provocar un atentado en Buenos Aires.

   Que conste, respondió a la pregunta de otro periodista, que son objetivos que podrían  relacionarse a las mafias portuarias y los narcotraficantes…

   A las 13,00 PM la ministra informó ante las cámaras de Medios & Medios, que fruto del encomiable trabajo de las multifuerzas del orden se habría logrado capturar al cabecilla y los principales secuaces de la banda criminal.

   Información de última hora permitiría afirmar que es inminente la captura de un peligroso sujeto, de nacionalidad uruguayo, que habría ingresado recientemente al país y está involucrado con la gavilla detectada en la funeraria “Maltempo Hnos.” La ministra aseguró enfáticamente que las horas del malviviente estaban contadas porque está registrado su paso por Arenales e identificado por las fuerzas del orden.

   En efecto, el sospechoso fue detectado por un patrullero en la zona portuaria y seguido por uno de los drones DJI modelo S1000 recientemente incorporados a la PFA. La razón de la investigación y seguimiento aéreo es como ustedes saben, que los puertos del Río de la Plata están clasificados como “infraestructura de alta sensibilidad para el comercio global” por los organismos de la seguridad continental.

Sí, puedo contestar su pregunta, dado que consta en acta testimonial, con fotografía, firma y aclaración. Se trata de Amoroso Tresfuegos.

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No supo cómo, pero el hecho fue que encaminó sus pasos primero al barrio de La Boca y después a la whiskería “El Jacaré”, un lugar inclasificable, semejante a los tugurios montevideanos dispersos por las calles aledañas a Juan Carlos Gómez.

   Cuando horas más tarde se marchó del ruinoso local tan arruinado como su mente emborrachada, una irreal neblina cubría la avenida y se extendía hasta el antiguo trasbordador, paso que unía en otros tiempos la barriada con la Isla Maciel. Tan irreal fue el paisaje como la imprevista aparición de dos o tres desconocidos que se ensañaron con su menguado cuerpo, para después de una repetición de ganchos y cross demoledores proceder a robarle la ropa, los championes  y sus pocas pertenencias. Después de un tiempo que no supo precisar, la neblina fue rota por las luces azules del patrullero de la comisaría 24.

En la página ocho, sección policiales, dos columnas daban cuenta del “extraño suceso protagonizado por un hombre mayor que según vecinos del lugar, se trataría de un depravado exhibicionista,  uno de los tantos extranjeros indocumentados que pululaban por la decadente barriada. Según fuentes dignas de crédito, el deleznable sujeto dijo llamarse Josualdo de nacionalidad oriental, asunto que se prestó a la confusión dada la incontrolable inmigración de surcoreanos, declarando enfáticamente su condición de turista al momento de ingresar al país por el puente internacional. Según Adalberto Gutiérrez, nuestro corresponsal en Gualeguaychu,  tuvo acceso a las cámaras de video en el paso fronterizo que le habrían permitido individualizar al sujeto entre el público, con el dato relevante de que podría estar secundado por una misteriosa mujer que portaba un bolso de viaje. Como los lectores saben, los puentes y túneles binacionales conjuntamente a la Triple Frontera han sido incluidas en el protocolo de seguridad comercial, con grado de prioridad uno”

Prima facie, se trataría de un ardid para despistar a las autoridades, aunque la policía contaría con múltiples líneas de investigación a partir de las declaraciones del dueño de la whiskería, que aseguró escuchar como al pasar de boca del desconocido cliente: “que los principales son todos una mierda…; que en el Delta hay encono entre fenicios…; que lo que sobra en el mundo son putas”.

Y cosas por el estilo dicen que dijo el comerciante.

Cosas de borrachines se habría escuchado decir de modo terminante al comisario.   

Efectivamente, dijo guardando distancia con la Ley el dueño de “El Jacaré”.

A las 14,10 PM un flash informativo interrumpe la telenovela “Amar en tiempos revueltos” para exponer a la opinión pública el mensaje de la ministra sobre los éxitos en materia de seguridad interior, habida cuenta de la detención de otro terrorista uruguayo que demostraría la existencia palpable de la pista sirio-uruguaya como factor conectivo entre el mapa geopolítico del Mediterráneo y del Plata.

A las 14,12 PM la conductora del noticiero preguntó de modo extemporáneo a su compañero de mesa, ¿qué opinaba él sobre la seguridad en la navegación, que tolera de modo inmutable un naufragio tras otro en los mares del planeta y sin importar un comino a nadie porque la carga son africanos o asiáticos?

A las 14,13 PM irrumpe en la pantalla Inocencio Bonilla besando a la niña al amparo de las sombras.

A las 14,20 PM, la cónsul de Uruguay, Peggi Farola, aplica el protocolo de rigor en estos casos y pide de modo urgente una audiencia con la ministra de paz interior.

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   Cuando el micro en que viajaban se detuvo en Sierras Negras, bajó a caminar por la ruta que partía en dos al pequeño pueblo, encerrado entre la escarpada ladera de los cerros y la bajada abrupta a un riacho de aguas tornasoladas. Ochocientos kilómetros y más de diez horas de viaje le habían infundido un pensamiento, obsesivo, como para buscar un locutorio y hacer un llamado urgente. Urgente por la necesidad de romper el aislamiento impuesto por el general Celeste, una medida retrógrada a su modesto entender y arbitraria, en cuanto a que no soportaba una hora más ignorar cómo estaban sus hijos.

   Los extrañaba de modo abismal tanto como la pasión que creció desaforadamente por Jaramillo ni bien pisaron tierra argentina. Y los descubrimientos, no sólo el paisaje que rodeaba a las sierras y los cerros mismos trepando al cielo como del espíritu límpido del grupo de la “Cooperativa Amasa la Hogaza”. Ellos los habían invitado a conocer la experiencia emprendida en Pichón de Cóndor al oeste de la provincia de Córdoba, después de  conocerse en el Bauen cuando acordaron en lo que dura una cebadura, que el director de “La Milagrera Era” coordinara un taller sobre el carnaval uruguayo y Lucy en particular daría testimonio sobre la panadería familiar, a cambio de la estadía sin gastos en el pueblo.

   _ ¿Qué tan grande es el pueblo? preguntó ella.

   _ Apenas, había respondido una muchachita encargada de la masa madre.

   Sin ninguna referencia mientras no la venció el sueño que no fuese la inconmensurable distancia recorrida y el asombroso paisaje rojizo marciano, Lucy oriunda de Maroñas sintió los efectos de la altura.

   _ Apunada por bien amada, le dijo con picardía una de las mujeres de “la cope”.

   _ Es el mal de las montañas, había dicho sanadoramente el más viejo de ellos.

   Lucy encontró un almacén de ramos generales, con estafeta de correo y venta de pasajes de la empresa “El Rayo Serrano”, así como afortunadamente una cabina de teléfono público que funcionaba como para hacer el pedido de cobro revertido por la llamada de larga distancia. Durante los treinta minutos de la parada del micro en Sierras Negras, Lucy habló con sus hijos y rio hasta las lágrimas, prometió volver con regalos y lloriqueó. Cuándo preguntó por Lucho le respondieron con inocencia que papá estaba harto de algunas cosas y se fue de casa. Flora, la tía abuela se mudó con nosotros, ¿cuándo vas a venir? fue lo último que escuchó presa del pánico. Apenas alcanzó a despedirse con un, los quiero mucho.

   El chofer del micro hacía sonar la bocina por tercera vez llamando a los pasajeros.

   A la pasada, en un acto enajenado, Lucy compró el diario “Ecos del Cerro”   

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   En el cuarto del hotel miraba la tele cuando cayó en cuenta que el terrorista detenido no era otro que el viejo Josualdo. No daba crédito a la pantalla pero quedó paralizada por el terror a lo desconocido. Él la estaría pasando mal pero ella ignoraba el peligro que corría y ese era el peor enemigo. En un acto reflejo, vomitó la mitad de la empanada que había ingerido para acto seguido beber agua gasificada del pico de la botella. La tensa excitación la fulminó y fue a dar de bruces contra la gastada alfombra sintética.

   Cuando despertó con el cuerpo aterido, la oscuridad era penetrada de forma intermitente por la pantalla del televisor encendido, no entendía nada, le dolía la cabeza mientras escuchaba las voces de una encendida y apasionada discusión en la pieza contigua.

   Al momento recordó que estaba en la pieza del hotel, que se había desvanecido y caído al piso, que… vislumbró el brillo de la tele y recordó la noticia de Josualdo otra vez preso.

   Guardó apresuradamente sus pocas pertenencias y en un par de segundos decidió llevarse el bolso de Josualdo. No dejar nada que pudiese delatarlos más allá de sus nombres en el registro de huéspedes y las grabaciones en las cámaras de seguridad. Antes de salir llamó a Marchese y lo puso al tanto de lo poco que se le ocurrió decir, la respuesta fue expeditiva y propia de un gerente de alto rango.

   De modo imperativo le ordenó que debía tomar un taxi e ir sin demoras al aeropuerto de Don Torcuato, la estaría esperando un comisionista de “Divisas & Fuga” para embarcarse en un vuelo chárter a Laguna del Sauce y para entonces, él la estaría esperando en el aeropuerto.

 Durante los cincuenta minutos de vuelo no logró ordenar los acontecimientos del caótico peregrinar por Buenos Aires, explicarse el desencuentro con Amoroso y de los otros compañeros, ni saber nada de nadie salvo por Marchese.

Los resultados no habían justificado la expedición porque, a su parecer y el de Josualdo, la gente estaba en lo suyo y la guerra un asunto de otras latitudes. ¿Qué habrían averiguado los compañeros perdidos?

   Marchese, en un segundo llamado inmediato al que ella hiciera, le había pedido que extremase los cuidados porque en Montevideo, Medios & Medios daba cuenta de un narcoterrorista uruguayo detenido en Buenos Aires y otros cómplices de la banda criminal con pedido de captura internacional.

   Poco antes de aterrizar pidió el favor a los dioses por el pronto reencuentro con todos sanos y salvos… Y también ser aceptada como integrante de “La Milagrera Era” en el próximo carnaval y así cumplir, aunque en ese momento sonara a locura, con un sueño postergado aunque seguramente fastidiaría a Marchese.

  Trató de sobreponer las ideas a la pasión, creyendo oportuno ordenar algunas cosas que salvasen la misión del caos. Implicaba el desencuentro en Buenos Aires como el derrotero que llevó a A. a fugar y a J. a caer en desgracia, en tanto ella ignoraba todo del paradero de Jara y L.,  y todos a la vez ignoraban su propia suerte y la de los otros, como en una fiesta de máscaras dónde lo único real es la fiesta misma. Algo tenía que hacer…

  En la libreta de apuntes escribió presa de los nervios, con letra menuda una idea fuerza: “La guerra de los puertos en el Río de la Plata”, pero convencida que ésta era como los señuelos a los peces otra de las hipótesis engañosas de las compañías navieras y portuarias, tachó “La guerra de los puertos en el Río de la Plata” cuando de sí misma surgió la energía liberadora como para escribir a continuación: “La reinvención de los ríos”.

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   Jaramillo dio lugar a la duda para inmediatamente sospechar que algo no andaba bien. No atinaba a explicarse porqué estaban viajando al noroeste, hacia Pichón de Cóndor, un paraje serrano distante a más de mil kilómetros del Río de la Plata o lo que es decir, el centro neurálgico donde debían indagar los aprontes de guerra. ¿Qué habían encontrado? sino gente común que explicaron a su manera, con las cicatrices del trabajo y el mero estar, que las guerras eran cosas con sello europeo o norteamericano. Nosotros, había dicho un vendedor de café, gracias a Dios vivimos al calorcito de la democracia.

   Contrariamente a los fines de la misión encomendada por el viejo general, otra vez  habían cedido a pura intuición y hacía allá iban, deslumbrados con Lucy por la mística de los cooperativistas populares que nada tenían, como no fuese la convicción de que luchar valía la pena. No podía ceder a la tentación de trazar un paralelo entre el desafío de la economía popular y la cultura, como acepción de cultivo, que encarnaban estos proyectos.

   Imaginar que es posible el cultivo entre humanos que hagan a una sociedad de cultivo.

   El de los compañeros de “Amasa la Hogaza” y el de “La Milagrera Era” y por qué no “la panadería de Lucy”, desafiaban al sistema como una genuina expresión de los pobres, constructiva y organizada más allá de que todos seamos funcionales a algo…

   Ella dormitaba a su lado con una sonrisa a flor de labios y una lágrima al caer, estado característico de los que se aventuran a lo desconocido, aunque ello remita a las cosas más simples de la naturaleza humana. Y que a todos nos alcanza.

   Jaramillo no soportaba el camino de cornisa y lo avergonzaba cerrar los ojos a cada curva acometida por el chofer del ómnibus entre los precipicios y las nubes.

   Optó por escapar de la realidad dispuesto a ojear el diario que compró Lucy.

   Las noticias regionales referían al derrame de cianuro en la mina Canadian Sudamé y el lapidario informe de los técnicos en cuanto al grado de contaminación del río Guasapampa. La nota advertía los peligros en ciernes a partir del informe de la televisión local, cuando la noche anterior registró que pobladores del lugar colgaron carteles en los alambrados y pintaron los pedrejones del cerro con la desesperada leyenda: QUEREMOS VIVIR ¡FUERA LA MINERA!

   Voceros de la empresa, leyó más abajo, desestimaron que fuese un accidente de magnitud y se comprometieron a hacer las verificaciones del caso y reparar el posible daño económico a los ovejeros y agricultores afectados. Según el ministro de minería de la provincia, continúa la nota, se tomarán los recaudos necesarios porque con este, es el décimo incidente desde que la empresa Canadian Sudamé se instalara hace poco más de cinco años.

   A una pregunta en rueda de periodistas, el subsecretario del área respondió de forma escueta: _ “Estamos negociando por el bien de nuestra provincia”

  Las noticias nacionales daban cuenta del certero golpe policial contra una organización de traficantes de armas, desquiciando en un santiamén a un ya nervioso Jaramillo al descubrir las fotos de frente y perfil de Amoroso y de su amigo Josualdo. Fueron sindicados como jefes de la banda criminal, el primero permanecía prófugo y el segundo otra vez tras las rejas según daba cuenta el copete del tabloide.

   Mientras tanto, Medios & Medios, citando a “Ecos del Cerro” como fuente confiable, daba cuenta en Uruguay del artero golpe para la imagen del país, que en el concierto de las naciones de occidente, podría llamar a confusión a los dubitativos y bien amados inversores extranjeros.

   Jaramillo temblaba como una hoja, asunto que no debía preocuparlo le dijo un pasajero, porque era consecuencia del apunamiento, el mal de la montaña. Lucy se acurrucó a su lado de modo cariñoso y él acabó por comprender que la misión encomendada por el general Celeste se había ido al carajo.

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