¿Qué hemos logrado en la Víspera de la Independencia? / Marcelo Marchese



En muy poco tiempo conseguimos cosas que no pudieron conseguirse en la campaña contra Botnia. Toda esta discusión sobre USU y sus carteles no puede olvidar un hecho crucial: estamos formando un movimiento nacional y en eso radica nuestra fuerza. Todos debemos cuidar esa alianza y más que preocuparnos por carteles, aplaudamos a los compañeros que haciendo un esfuerzo enorme, vinieron de los puntos más alejados de la República.
La estrategia de los aliados de UPM, el gobierno y los grandes medios, es muy clara: pretenden alterar los hechos, pretenden hacer creer que esto sólo es otra movida de USU, pretenden hacer creer que esto es otra movida ineficaz de los ambientalistas. Ante ese cerco a la verdad, nuestra tarea es generar más hechos que demuestren que esto es un movimiento nacional y con eso lograremos dos cosas: 1- incrementaremos nuestra fuerza, tal cual se tratara de un ejército, única manera de impedir que se concrete esta tercera planta de celulosa nefasta; 2- demostraremos cómo el gobierno y los grandes medios hacen mandados aborrecibles. Cuanto más mientan, peor será para ellos y mayor será la enseñanza para la población.
Si yo fuera un gerente de UPM que ya tenía la certeza de incrementar mis ganancias en 800 millones de dólares anuales, estaría bastante inquieto, pues aunque tuviera dominado al gobierno y a los grandes medios, pues poderoso caballero es don dinero, no me gustaría nada que naciera un movimiento que tiene un rumbo claro, que ya ha establecido una estrategia muy lúcida y una política de alianzas tan amplia. Me estaría revolviendo inquieto. Por ahora, esos gerentes, no tienen más para hacer que incrementar sus pautas publicitarias.
Se dice que está todo el pescado vendido, otro rostro del monstruo de las mil caras de la desesperanza ¿Qué podemos hacer contra una multinacional poderosa, un sistema político entreguista y los grandes medios? En política, todo, absolutamente todo radica en un sólo asunto: unos quieren que los ciudadanos no sepan el poder que tienen; otros se mueven para que los ciudadanos sepan que el poder es suyo. Ellos son tan poderosos como los enanos del cuento que hacen sus fechorías mientras el gigante está dormido, pero guay del día que ese gigante llamado ciudadanos despierte. No es imposible, ha sucedido muchas veces y cuando ha sucedido, se han escrito las páginas más hermosas del libro de la historia.
Nuestra tarea es buscar todos los mecanismos para despertar al gigante. Logrado eso, se acaba este cuento, se hace papilla junto con sus pasquines, sus informativos, sus corruptos y sus plantas de celulosa.
Ayer, una señora de lentes, como de sesenta años, una ciudadana desconocida para mí, cuando cantábamos el himno y parecía que terminaba con las primeras estrofas y hubo un silencio de dos segundos, arremetió con gran convicción y todos la acompañamos y cuando terminamos y empezamos a gritar “Uruguay, Uruguay” ella, con esa fuerza suya, lanzó la consigna “Patria sí, Colonia no” y todos la acompañamos.
Cuando un movimiento ha dado sus pasos para encontrarse con personas como esa señora, es seguro que no será un movimiento que pasará desapercibido en los libros de historia.

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