El “paracaidista” contra la “burbuja”/ SUDESTADA

El empresario Juan Sartori dispuso varios ómnibus para llenar el teatro Metro  y lanzar su candidatura por el Partido Nacional con críticas a la vieja política.

Acarreados en omnibus de excursión, los "militantes" aplaudieron todo el discurso de Juan Sartori. Foto: Sudestada. 

Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv 

“Yo soy Juan Sartori”, fue lo primero que dijo al subir al escenario. El lanzamiento de la precandidatura presidencial del empresario de 37 años, este martes 11 en el teatro Metro de Montevideo, hizo recordar a la parábola bíblica de los vinos nuevos en odres viejos. Un joven “outsider” de la política que intenta insertarse en uno de los partidos fundacionales, donde genera -hasta ahora- más rechazos que respaldos. 


Esa relación ambigua flotó en el aire durante toda la noche, en la que los símbolos del Partido Nacional estuvieron casi ausentes. Apenas un pequeño escudo en el atril del candidato y unas franjas blancas y celestes en las pantallas cuando ya se había terminado el acto, fueron las únicas alusiones. Ni Aparicio, ni Herrera, ni Wilson. Ni ninguno de los actuales líderes blancos se hizo presente o fue nombrado. 


Solo la presidenta del Directorio nacionalista, Beatriz Argimón, recibió una mención de Sartori, quien le agradeció haberlo recibido el pasado viernes 29 para oficializar su decisión de pugnar por la candidatura blanca. Un síntoma de “apertura de nuestro Partido Nacional”, dijo respecto a ese gesto. 


Una alusión especial y un aplauso del auditorio se dedicó al exdiputado Alem García, líder del movimiento “Todo por el pueblo” que le permitirá a Sartori presentarse a la elección interna blanca. 


Y la familia también tuvo su momento en el discurso. Su madre, su hijo de dos años y su esposa Katia Rybolovleva, la hija del magnate ruso Dmitry Rybolovlev, propietario del club del fútbol francés Mónaco, quien el mes pasado fue oficialmente 
acusado de corrupción en Francia

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