Confusión: asilo o auxilio / Caras & Caretas


La nueva modalidad de manipulación de la información es ponerles nombre y apellido a las normas, subjetivizarlas. Así se vienen manejando los grandes medios y la universidad del tema: la CNN. Es decir: al tema de asilo de Ecuador se le llama Assange, el uso de las embajadas para disimular injerencias. Para Chile, en Venezuela asilo se llama Leopoldo López.
Es una forma muy peligrosa. Elijo esas dos situaciones como ejemplos. En un mes ha habido decenas de casos en los 5 continentes. Dejemos para otra nota el golpe de Estado fracasado de EEUU en Venezuela. Solo digamos que fue lo que EEUU siempre hizo (en Uruguay del 73 ya hay documentos desclasificados), pero ahora lo dice. Se puede decir que son más sinceros. No es así, hacerse cargo de un golpe públicamente es un modo de legitimarlo.

Vamos al asilo
Assange pide asilo al Ecuador en 2012 y se le otorga. El presidente Lenin Moreno lo deja sin efecto. Se puede decir que fue muy largo y “no daba para más”. EEUU, de quien Haya de la Torre era acérrimo crítico, lo tuvo en su sede diplomática 14 años, fallo de la Corte de La Haya mediante, durante cuatro administraciones distintas. Cámpora estuvo en la embajada de México en Buenos Aires casi 4 años. Salió cuando su avanzada enfermedad era de desenlace fatal y rápido.
Ahora, el tema no es si Assange cae bien, mal o indiferente. Lo que está en juego no es Assange, nos puede caer bien o mal lo que hizo. El único tema es que Ecuador le había dado asilo. Ecuador, no el presidente Correa.
En todo caso, no deja de ser raro que el presidente Moreno (obviemos el nombre de pila, que suena a ironía) encuentre irregular el otorgamiento el asilo. Él era el vicepresidente. Y justo ahora, cuando a Trump le sirve, se da cuenta que estaba todo mal: asilo, ciudadanía, la libertad de prensa del momento. Pregunto: ¿por qué no lo dijo cuando era parte importante del gobierno o cuando asumió hace más de 2 años la jefatura de Estado como candidato de Correa? ¿Era cómplice entonces o miente ahora? Volvamos al asilo, al que le pegó un tiro de gracia.
A mí me preocupa no solo por mi carrera en relaciones internacionales, sino por haber estado asilado, junto a mi padre, en la embajada de Austria en Buenos Aires. Moreno cancela un asilo otorgado por su antecesor. No, el asilo lo concede el Estado. Él no es el Estado: no es Luis XIV (“el Estado soy yo”). Él lo preside. A ver, al recibir asilo con mi viejo en el 76, ¿preguntamos cuánto duraría el mandato del premier Kreisky para saber cuán seguros estábamos? No es un tema menor: el asilo lo otorga el Estado y el Sr. Moreno no tiene derecho alguno a suspender la protección que dio su país a Assange.
El perjudicado no fue Assange, fue la institución de asilo que ha salvado tantas vidas, incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Mató con el precedente algo que era inviolable.
No sé qué es peor, si este ejemplo o el que ha incorporado el presidente Piñera en Chile. Recibe al Sr. Leopoldo López, a quien Almagro ha comparado con Wilson (¡!). Tan peligroso precedente como el de Assange. Dice que aquel no es asilado sino “huésped de la embajada de Chile” en Caracas. ¿Y eso? Tiene toda la inmunidad diplomática sin ninguna de las obligaciones de asilado.
Puede hacer política, declaraciones públicas, etc. Wilson le había pedido a mi madre que pasara frente a la embajada a las 11. Pasaba con una chismosa con frutas mirando hacia adelante. Por una rendija de las cortinas la miraba pasar. Eso nos daba fuerza 24 horas más. Mi viejo, ¿hubiera aceptado un reportaje telefónico, o hacer conferencias de prensa? Bueno, en algo Almagro lo ve parecido a L. López. ¿Las cejas?
No es un tema Assange sí o no, ni Leopoldo López o Maduro. Se trata de que EEUU y sus satélites de derecha han matado la protección del instituto de asilo político. Esto tiene consecuencias que van más allá de la pronta partida de Trump, Moreno y Piñera. Llevará muchos años cambiar la hasta ahora unánime jurisprudencia y la costumbre.

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