LOS INVICTOS (La opinión de algunas referencias de la "izquierda" que dan vergüenza ajena)

Revista y Editorial Sudestada
15 min

Ellos la tienen clara. Desde el sofá de su casa, claro, pero escriben rápido. ¿Cuál es su primera reacción ante un golpe de Estado fascista y criminal, que amenaza la vida de miles de personas humildes en Bolivia? La reacción primaria es decir: "Yo sabía", "Yo avisé", "Cómo no se dieron cuenta". ¿Denuncian a los golpistas de derecha? ¿Expresan su ayuda solidaria con el pueblo agredido por la ofensiva fascista? ¿Proponen postergar por un rato sus diferencias o críticas al gobierno derrocado? No, su reacción primaria en las redes es esa soberbia de decir "Ah, yo sabía". Algo de disfrute y de burla hay en esa pedantería de invictos, de nunca errar al diagnóstico porque desde el sofá de casa nadie se equivoca, de nunca pifiar en política porque no han gestionado nada nunca. No sé trata de ocultar las críticas ni de olvidar las diferencias políticas, no se trata de renunciar a opinar y señalar errores y defectos en procesos políticos, se trata de entender el momento, de expresarse humano y solidario antes que nada. De apaciguar la soberbia de quien no es capaz de construir nada en 40 años, pero sabe sobre todo y avisa con el dedo del sabelotodo que tuitea y después va y se sienta a comer sánguches de miga en la comodidad de su casa. Estos personajes no pueden ser referencia de nada, pero menos aún de una izquierda sensible y humana. Son los invictos, los que gozan cuando sus diagnósticos agoreros ese cumplen porque pueden ir corriendo a tuitear "Ah, yo sabía, yo avisé". Estos tipos no construyen nada, no saben que hacer política es algo más que establecer diagnósticos que nadie lee y decirle a los trabajadores cómo tienen que pensar y que votar. Son los invictos que se soslazan ante un golpe de Estado porque les permite sacar chapa. ¿Les interesa el pueblo, los laburantes, los pueblos originarios y los riesgos que significa un golpe de Estado fascista? En estos mensajes (ver la hora de cada uno) queda claro cuáles son sus prioridades.

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